jueves, 26 de febrero de 2009

Ciencias Sociales

El Comercio 26 de febrero del 2009

PUNTO DE VISTA

¿Devaluar el sol?
Por: Jurgen Schuldt Economista *


Conocida es la cantilena de ciertos intereses particulares para que el BCR no intervenga (o no tanto) en el mercado cambiario y se acelere la devaluación del tipo de cambio. Presión comprensible viniendo de gremios exportadores y de especuladores que pensaban “ganarse alguito”. Lo novedoso es que, recientemente, algunos académicos apoyan esa pretensión aparentemente sensata.

En tal sentido pontifica un colega liberal: “Hoy necesitamos menos petulancia y transitar hacia un dólar flotante” y que “desde hace ya varios años el banco central ha distorsionado significativamente el tipo de cambio”, añadiendo que “no hemos aprendido lo torpe que resulta manipular políticamente el dólar”. Sin embargo, si el BCR hubiera seguido su libresco consejo, solo desde el 2007 hasta abril del 2008, el sol se habría desbarrancado en 38%, de S/.3,20 a S/.2. Gracias a las compras del Banco se logró sostenerlo cuando llegó a S/.2,70 soles. Luego el BCR no intervino por unos meses y, a partir de octubre del 2008 cuando se comenzó a sentir la crisis externa, comenzó a actuar lógicamente al revés: vendió dólares para frenar “artificialmente” la devaluación del sol, gracias a lo cual el tipo de cambio está hoy en S/.3,30 por dólar.

Así, con flexibilidad, habríamos soportado una devaluación del 100% en los últimos 10 meses, en que el dólar había saltado de S/.2 a S/.4. No queremos ni siquiera imaginar el impacto que esa “política” habría ejercido sobre la de por sí elevada inflación urbana del 2008 (superior al 7%), sobre la igualmente acelerada desaceleración productiva que venimos experimentando y sobre la estabilidad financiera de los bancos y los endeudados en moneda extranjera (55,4% del crédito bancario al sector privado está en dólares y el 70% del hipotecario). Por lo demás, afirmar que se está manejando “políticamente” el tipo de cambio, significaría que el BCR sufre de una esquizofrenia aguda, ya que cuando compra dólares se estaría volviendo “pro exportador” y que si los vende mutaría a “pro importador”.

Otro experimentado economista escribía hace poco que “no es solo necesario sino imprescindible que el BCR () permita un alza significativa del dólar”. Es decir, no le basta el ritmo al que viene devaluándose, porque, con toda razón, está preocupado por el amenazante déficit externo, que en el 2008 llegó al 3,3% del PBI y que bien podría acercarse al 4% este año. A ese respecto, cuando el autor aludido habla de “alza significativa” está sugiriendo devaluaciones como las realizadas “en el resto de América Latina”, las que lo hicieron a una tasa de “entre 30% y 50%, mientras que el sol se ha devaluado solo un 12% en el 2008”.

Ese planteamiento es falaz porque se comparan devaluaciones nominales (sin considerar las inflaciones relativas), ya que lo que finalmente interesa es la evolución del tipo de cambio real multilateral, el que desde 1999 se mantuvo prácticamente fijo. A pesar de ello, nuestra apuesta es que —debido a una leve sobrevaluación del tipo de cambio bilateral en 10%— llegaríamos ordenada y gradualmente a unos S/.3,50 soles por dólar en diciembre, sin mayores sobresaltos recesivo-inflacionarios y especulativos derivados de la gradual manipulación cambiaria actual.

CATEDRÁTICO DE LA U. DEL PACÍFICO.

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