jueves, 19 de marzo de 2009

Ciencias Sociales, Cultura empresarial

El Comercio 19 de marzo del 2009

ENTREVISTA. HUGO RUBINFELD

Cuando el trabajo es un juego
Transformar a un grupo de trabajadores en un equipo es todo un reto. El consultor argentino tiene una propuesta para lograrlo.

Por: Christian Navarro Rojas

Hugo Rubinfeld comparte dos pasiones: la consultoría y el fútbol. Y toma a este deporte como ejemplo de cómo debería trabajar la gente, con concentración y productividad, para lograr resultados superiores. Conversamos con él sobre el método que utiliza para que los trabajadores y sus empleadores aprendan a jugar en equipo y a ganar, que explicó en un seminario de la Universidad de Piura.

¿Podría explica la idea del juego del trabajo? ¿Cómo se convierte el trabajo en un juego?
Comenzaré con un ejemplo de lo que no es el trabajo como juego: se descompone una máquina. ¿Qué hace el operario? Espera y no tiene ganas de hacer otra cosa. Pierde tiempo, va al baño y no colabora.

Un especialista solo sabe hacer una cosa…
Siempre digo que el baño es, primero, un centro para las necesidades fisiológicas, pero también un punto que se utiliza para cumplir con las necesidades sociales. En una empresa muy grande que asesoré en Guatemala detecté una fila de 30 metros.

¿Y cómo se llega a “jugar”?
En el juego, yo fijo metas grupales como en cualquier equipo. No me preocupa lo que haga cada uno, pero sí que el grupo cumpla o se acerque a una meta determinada, que es el estándar productivo. Supongamos que una línea de polos puede hacer 1.000 unidades. Si el grupo alcanza el objetivo, tiene 100% de eficiencia, y les doy, además de su sueldo básico, un premio o incentivo, digamos, de S/.10. Si otro día hacen 900, les doy S/.9; y si producen 1.100, S/.11. Les dejo una matriz con las metas, niveles de eficiencia y los incentivos que pueden ganar. Después, les enseño a optimizar lo que están haciendo con una capacitación. Se trabaja con técnicas básicas de ingeniería industrial, y se incide mucho en que sean creativos.

Se convierten en una especie de ingenieros…
Realmente se generan ideas muy positivas. Pero lo más valioso es que cada uno de ellos siente una energía interior incrementada a consecuencia de que sienten que tienen un grupo de pertenencia que trabaja armoniosamente y que está afectivamente ligado. Todos están por el objetivo. No hay individualismo.

¿Cómo conciliar el trabajo grupal y el individual? ¿No hay un conflicto allí?
Sí lo hay, algunas veces. Pero en mi experiencia, la gente gana mucho más que antes. Si hay alguna estrella que gana mucho, hay que tener una charla y asegurarle que va a ganar igual o más que antes. Pero hay muchas dinámicas que hacemos para superar el individualismo.

¿Cómo se dan cuenta de que el cambio se está produciendo?
Lo primero que se nota cuando está bien implementado el sistema es que baja el ausentismo. Cuando la gente tiene un sentido de pertenencia y sabe que su presencia es realmente importante, no falta. Tuve que estar en dos o tres festivales en Chincha, por una asesoría, no sé como se llaman estas fiestas

¿La vendimia?
Se celebra en la plaza, donde se baila y se toma. Había 30% de ausentismo después de la fiesta. En los equipos que se formaron nadie faltó. Hay mucha conciencia de grupo. Cuando uno tiene este sentido de responsabilidad, da lo mejor. Y uno tiene ganas de aprender y de poder ayudar.

¿Cómo se conocen entre ellos?
Hacemos dinámicas de socialización. Hay tres puntos fundamentales: concentración, motivación y comunicación. Supongamos que estamos en un equipo de fútbol y quiero pasarles el balón, ¿cómo los llamo? Lo primero es saber su nombre, el de pila, el que saben los amigos. Y se forma una cadena en la que todos repiten el nombre de todos.

¿Cómo miden los resultados?
Lo medimos por la productividad, que prácticamente se duplicó. La gente gana muchísimo más que antes y está muy feliz.

¿En qué sectores ha aplicado su metodología?
En textiles, confecciones, calzado, industria gráfica, del juguete e industrias plásticas.

¿Y en servicios?
Cambian las técnicas, pero los conceptos son los mismos.

LA FICHA
Nombre: Hugo Leonardo Rubinfeld.
Profesión: Ingeniero.
Edad: 68 años.
Cargo: Director del Despacho HLR Consultores.
Experiencia: Especialista en la implementación de sistemas de producción flexible. Adapta la técnica “just in time” (justo a tiempo) con aportes propios.
Pasatiempos: “Me encanta el fútbol, juego tenis y corro”.

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