El Comercio 4 de marzo del 2009
PUNTO DE VISTA
Ahorro y crisis: una paradoja
Por: Jaysuño Abramovich Economista *
Una de las primeras lecciones que recibí y aprendí en mis años de estudiante fue que el ahorro es la base del crecimiento y la riqueza, que sin ahorro el desarrollo no es posible. Uno de los axiomas en mi curso de Teoría del Desarrollo se basa en la explicación de que todos los países en un tiempo de la historia fueron igualmente ricos o igualmente pobres. Que las sociedades que aceptaron e internalizaron el concepto de bancos y tasas de interés como moralmente adecuados, así como que el trabajo y el ahorro son éticamente necesarios, fueron las que lograron despegar hacia el desarrollo y las que consiguieron ser las sociedades de los países ricos.
El pasado lunes leí en “The New York Times” un artículo del profesor de la Universidad de Princeton, Paul Krugman, el Nobel de Economía del año pasado. En este artículo, citando a Ben Bernanke, el actual presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Krugman elabora una muy interesante explicación de la actual crisis económica y financiera. Afirma que su origen está en Asia y su causa en el enorme ahorro producto del crecimiento económico de los países de ese continente. En la subsecuente exportación del excedente de capitales desde esos países hacia el resto del mundo. Que la consecuencia de esa exportación de capitales desde Asia fue la expansiva presencia de dinero barato buscando algún destino donde ser prestado. Que esta coyuntura favoreció el incremento del déficit de cuenta corriente de Estados Unidos, así como también la ilusión de riqueza que apareció con la llegada de estos capitales a naciones como Islandia, Irlanda y Estonia.
Estos países, que hasta hace muy poco eran vistos como modelos de desarrollo, ahora su riqueza, como una ilusión, se evaporó y su deuda es su realidad.
La crisis global es así, la revancha del exceso, del exceso de ahorro. Es la paradoja en la que la voluntad de ahorro excede a la voluntad de inversión de las empresas.
La otra paradoja, y esta es otra manera de interpretar la crisis, reside en que un país pobre como China (aunque de rápido crecimiento) con un PBI per cápita de unos US$1.400 haya financiado tan masivamente al país más rico del mundo y se haya convertido en el principal prestamista de Estados Unidos.
Resultó así que los chinos, al no revaluar su moneda para mantener su competitividad y al apoyar a un dólar alto para potenciar el valor de sus enormes depósitos en los bancos americanos, financiaron así la orgía consumista de Estados Unidos que devino en ser otra de las causas de lo que ahora el mundo lamenta.
Tanto ahorro disponible con una mínima regulación gubernamental y la osadía combinada con la perversa e irresponsable codicia de ciertos banqueros y agentes de bolsa hicieron posible que el ahorro y la crisis sean en nuestros tiempos las partes componentes de esta paradoja.
CATEDRÁTICO UNIVERSIDAD RICARDO PALMA
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