lunes, 7 de septiembre de 2009

Enfermería, Orientación y Consejería

Mi Hogar 6 de setiembre del 2009

CONSEJOS. Para adolescentes

Comer bien a toda edad
NO DEJE QUE LA COMIDA CHATARRA Y LAS FRITURAS SE APODEREN DE LA ALIMENTACIÓN DE SUS HIJOS. ESTAS PAUTAS NUTRICIONALES LE SERÁN DE UTILIDAD

Llega la adolescencia y con esta no solo somos testigos de cambios de ánimos y transformaciones corporales. Nuestros hijos empiezan a clamar independencia y sus hábitos de alimentación así lo demuestran. Las saludables loncheras que antes les preparábamos hoy han sido reemplazadas por grasosos “snacks” o comida chatarra que, por lo general, ellos adquieren por su cuenta. Entonces, ¿qué hacemos para que nuestros hijos adolescentes coman saludablemente y no solo prevengan la obesidad, sino también otras enfermedades como hipertensión o colesterol elevado?

Diseñar un buen plan de alimentación en casa es una opción, tal como recomienda la doctora Marinalva Santos Bandy, directora de nutrición de Gold’s Gym. En este deben incluirse pescados, nueces o almendras, por su contenido de omega 3, así como vegetales crudos y cocidos, pues brindan minerales, vitaminas y antioxidantes. Compleméntelo con hidratación: cinco vasos (agua o jugos, pero no gaseosas) por la mañana y cinco más en la tarde.

PARA ELLAS
Las chicas a esta edad necesitan aumentar su consumo de hierro, el cual puede perderse en cada menstruación. Es mejor —señala la nutricionista Adriana Carulla— que lo obtengan de alimentos de origen animal (carnes rojas o sangrecita) y que sean complementados con alguna fuente de vitamina C para mejorar su absorción por el organismo.

EN LA CALLE
Todas estas recomendaciones se dan en un contexto idílico, en el que podemos supervisar lo que comen nuestros hijos adolescentes. Sin embargo, ¿qué consejos darles para cuando deban comer en la calle?

“Que eviten las papas fritas y gaseosas por su alto contenido de grasas y azúcar. Y si van a comer frituras, que no es lo recomendable, que descarten aquellas que son empanizadas (como las milanesas, por ejemplo). Si quieren añadirle alguna salsa a su comida, la mostaza no engorda mientras que el ketchup es elevado en azúcar, pero también tiene licopeno gracias al tomate, que es un antioxidante”, dice Carulla.

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