miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ciencias Sociales

El Peruano, 9 de diciembre del 2009
MOTIVACIÓN, LIDERAZGO Y VALORES Virtudes de la planificación
En un proceso de planificación típico, donde todos los pasos se dan, ¿por qué no se llega a alcanzar los objetivos previstos?Existen en el mundo de la planificación muchas metodologías, que brindan soluciones y han dado lugar a extensos y atractivos documentos que lamentablemente, en muchos de los casos, son encarpetados.
La labor de planificación consiste principalmente en:Formular una visión que sea compartida por toda la organización (Visión)Desarrollar un análisis crítico y objetivo del estado de situación de la organización y de su entorno (Diagnóstico).Diseñar alternativas o estrategias en base al Diagnóstico para alcanzar la visión deseada (Estrategias).En base a estas estrategias, definir objetivos que acompañan a alcanzar la nueva visión (Plan Estratégico).
Diseñar actividades entre iniciativas y operaciones de mantenimiento (Plan Operativo).Definir un presupuesto que permita ejecutar el Plan Estratégico y Plan Operativo.Establecer variables críticas de éxito dentro de la organización y fuera de ella.Identificar actores claves para el desarrollo de los planes.El proceso de planificación no solo debe verse como una ciencia administrativa sino como instrumento de motivación de intereses hacia un objetivo o visión común.Administrar los intereses individuales y grupales hacia una visión integradora es el mayor reto que tienen las unidades de planificación.Las grandes transformaciones que hoy en día realizan las organizaciones responden a una visión motivadora y a un liderazgo que se desarrolla en todos los niveles de la organización.
Los valores son los cimientos con los que se construye un intangible para el desarrollo de nuestras acciones en un marco de confianza y coherencia. Obviamente esto fortalece la motivación hacia el cambio.Cuando una organización carece de liderazgo, de una visión motivadora y de fortaleza en sus valores, está destinada a la mediocridad.Por ello, los esfuerzos de planificación, sistemas de gestión y un presupuesto suficiente, no serán garantía para la sostenibilidad de ninguna organización.Tarde o temprano terminará perdiendo credibilidad ante sus propios colaboradores y obviamente en su entorno.Una labor fundamental de las unidades de Planeamiento es velar por estos intangibles –motivación, liderazgo y valores– ingredientes básicos para un cambio sostenible y transformador.
Lamentablemente, las unidades de planificación solo se preocupan en cumplir con sus funciones administrativas de planificación y no fomentan nuevas oportunidades para el cambio.Una empresa privada que no cumple estos requisitos generalmente tiene pocas probabilidades de desarrollo y de existencia en el mediano plazo.En cambio, las organizaciones públicas, cuya existencia no depende necesariamente de su rentabilidad, pueden prolongar su vida organizacional por mucho más tiempo (lo cual genera un alto costo a la sociedad) y muchas veces tiene que darse una fuerte crisis para hacer cambios estructurales traumáticos y costosos.
Carecer de estos aspectos cualitativos no solo hace que un proceso de planificación no sea viable, sino que la misma organización con su misión y sus funciones corra un gran riesgo de ser una organización mediocre y carente de desafíos.Detectar esta sintomatología es una de las principales virtudes de las buenas unidades de Planeamiento.
Martín Baras ArroyoEconomista especialista en Planificación y Organización

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