
LA SOCIEDAD POSCAPITALISTA ES GLOBAL
La era del fin de los muros
Por: Eduardo Rada*
Jueves 22 de Abril del 2010
Estamos viviendo en una época única en la historia de la humanidad. Por fin el saber ha ocupado el lugar que le corresponde en el devenir del ser en el tiempo. Esta es quizás la única vez en la historia en la que el saber se ha convertido en el summum bonum. En el bien supremo.
Pero no en el saber de unos cuantos eruditos en los extramuros del mundo, sino de muchos eruditos insertos en la sociedad misma. Insertos en el trabajo mismo. Insertos en las oficinas y en los claustros de la vida cotidiana.
Ya no hay que irse al Himalaya para ser un sabio en contacto directo con la humanidad. Ya no hay que separar entre los que se van al Himalaya y los que se van a Wall Street. Ahora hay que estar en donde se está y desde ese estar crear el bienestar en el único tiempo posible que es el aquicito nomás. El gerundio de la vida diaria.
Nuestro reto es unir la materia con la energía. El cuerpo con el espíritu. El hemisferio izquierdo con el derecho. Lo masculino con lo femenino. La razón con la emoción. Es tiempo de administrar ambas energías en una sola unidad inseparable.
Basta ya de falsas dicotomías, entre derechas e izquierdas, que lo único que hacían era dejar al medio a las grandes mayorías para, en medio del fuego cruzado de sus cruzadas mentes, volverlas dementes de tanta inútil porfía de querer demostrar que la parte era más que el todo.
Donde millones sufrieron las vanas consecuencias de ideologías políticas y religiosas que en nombre de absurdas filosofías querían atraparnos sin salida para demostrar que su parcial forma de ver el mundo era la correcta mientras que todo el resto estaba equivocado.
Y felizmente los muros cayeron y con ellos los socialismos y capitalismos que separaban la unidad en dos partes irreconciliables. Estamos viviendo la era del fin de los muros. Aunque algunos déspotas poco ilustrados aún se afanan en creer que los muros pueden separar lo que la existencia une. Lo global es lo opuesto a lo plano. Lo plano quiere aplanar a la realidad misma.
Ahora el saber-saber es el que se impone al saber solo del ser, al saber solo del hacer, al saber solo del tener. Quien no sabe saber no sabe lo que sabe ni sabe lo que no sabe. Como Sócrates que solo sabía que no sabía, pero aún le faltaba saber lo que sí sabía. Y eso sí es la sabiduría.
(*) Catedrático Universidad Ricardo Palma
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