miércoles, 9 de junio de 2010

Ciencias Sociales, Administración






LA INVERSIÓN EN ESTE SECTOR ES NECESARIA Y BENEFICIA A LAS EMPRESAS

Salud y medicina preventiva en la oficina

AUNQUE SON POCAS LAS QUE LO HACEN, LAS COMPAÑÍAS DEBEN ENFOCARSE MÁS EN PROMOVER EVALUACIONESDICAS PERIÓDICAS A SUS TRABAJADORES. ADEMÁS DE CUMPLIR CON SU MISIÓN BÁSICA, QUE ES LA DE PROTEGER A SU PERSONAL, TAMBIÉN DISMINUYEN COSTOS Y EVITAN RIESGOS A FUTURO

Miércoles 9 de Junio del 2010

Para las empresas tiene mucho sentido proteger a su mejor talento. A veces los que están a cargo del show no encuentran el tiempo para preocuparse por su salud. Y aquí es donde entra la medicina ejecutiva. Con el ojo puesto en la prevención, esos chequeos de uno o dos días tratan de acomodarse a las agendas apretadas y, al mismo tiempo, ayudan al bienestar y la productividad a largo plazo de los actores claves de una organización.

Según datos recopilados por la firma global de servicios profesionales Towers Perrin, en el 2008 el 22% de las compañías Fortune 500 ofreció medicina ejecutiva a sus CEO. Con prestaciones que van desde chequeos básicos hasta lujosos tratamientos en spas y hoteles de lujo, la medicina ejecutiva cuesta desde un poco menos de US$ 1.000 hasta más de US$ 5.000 por persona.

En general, es el empleador y no la firma de seguros quien paga la cuenta. Tal vez sea un pequeño precio a pagar para el supuesto beneficio, pero a menudo la realidad no está a la altura de la promesa.

He aquí el porqué: el encanto de la medicina ejecutiva se basa en parte a su gran amplitud. Suele incluir un examen completo, varios análisis de sangre, exámenes de la vista y de audición, y chequeos de enfermedades cardíacas, cáncer, osteoporosis y otros males crónicos. Las versiones más costosas también incluyen un escáner al corazón e incluso a todo el cuerpo. Es de suponer que los empleadores esperan que estos exámenes tan completos revelen enfermedades ocultas mientras sean más tratables mediante un proceso que es tan minucioso como eficiente. Si no se detecta ninguna enfermedad, al menos el ejecutivo sentirá que se preocupan por él. Pero al igual que en tantos otros campos, en la medicina preventiva más no siempre significa mejor.

DETECTAR PROBLEMAS
Son muy pocos los exámenes con imágenes que son capaces de identificar enfermedades antes de que empiecen a causar problemas perceptibles. La oficina estadounidense para los servicios de salud preventiva (USPSTF, por sus siglas en inglés), que cuenta con un panel independiente de expertos en atención primaria y prevención que realiza minuciosas evaluaciones a las intervenciones en la atención de salud, recomienda que solo algunas de ellas deben efectuarse con regularidad e incluso anualmente.

Estas evaluaciones incluyen verificar la existencia de conductas perniciosas para la salud como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta desequilibrada y la falta de ejercicio; el monitoreo de datos como el peso y la presión sanguínea; y mediciones del colesterol.

Una vez que un médico detecta un problema, puede prescribir un tratamiento preventivo respaldado por esta institución; por ejemplo, bajas dosis de aspirinas para los adultos con un riesgo mayor de infartos cardíacos o moduladores selectivos de receptores de estrógeno para mujeres con un riesgo elevado de padecer cáncer de mamas.

Esta institución también sugiere realizar una cantidad moderada de exámenes de imagenología, como los ultrasonidos para los aneurismas aórticos abdominales en hombres de alto riesgo (entre los 65 y 75 años y que han fumado), las mamografías y los exámenes de densidad ósea para las mujeres de más de 65 años, y las colonoscopías para las personas con más de 50 años.

Sin embargo, no considera otros exámenes de imagenología que a menudo son parte de los programas de medicina ejecutiva; los escaneos del cuerpo entero y de las arterias coronarias son especialmente poco recomendados. Es más, muchas organizaciones líderes en ciencia y medicina recomiendan no usar las técnicas de escaneo para detectar enfermedades.

PREVENCIÓN RÁPIDA
A primera vista, uno pensaría que una tecnología que puede ver una enfermedad silenciosa al interior del cuerpo sin tener que siquiera rasguñar la piel debería ser algo bueno. Sin embargo, los escaneos son costosos y sus beneficios no están demostrados, por lo que la mayoría de las aseguradoras no los cubrirán para fines de prevención. Y además existen riesgos.

Muchas veces los resultados son “falsamente positivos”: detectan manchas de aspecto sospechoso que resultan ser benignas y generan una preocupación innecesaria e impulsan frecuentemente a que se hagan exámenes invasivos.

También pueden ser “falsamente negativos”: pueden encontrar que está todo bien cuando en realidad existe una enfermedad, lo que crea una sensación de seguridad que hace que el paciente ignore las señales tempranas de advertencia. Incluso, si el último escáner a las arterias coronarias de una ejecutiva indica un bajo riesgo de enfermedad cardíaca, de todas formas debería informar a su médico sobre la sensación de opresión en su pecho o sobre las ligeras náuseas que siente después de correr diez minutos. No hacerlo puede ser fatal.

La exposición a la radiación es otra fuente de preocupaciones. Un solo escaneo a todo el cuerpo libera una radiación equivalente a 400 rayos X aplicados al pecho. Según la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, por cada mil personas expuestas a esta cantidad de radiación se crea un nuevo caso de cáncer a causa de estos exámenes.

EL VALOR IMPORTA
No me malentienda. Las tecnologías de imagenología tienen un gran valor en el diagnóstico cuando los síntomas de una persona sugieren una enfermedad.

El problema es que aún no demuestran ese valor a la hora de examinar a individuos sin síntomas. A medida que esta tecnología mejore y sea más segura, podría llegar el día en que la razón riesgo/beneficio justifique los escáneres para examinar a las personas sanas. Sin embargo, hoy los empleadores no recibirían un retorno por sus inversiones si estos son incluidos en los chequeos ejecutivos.

No obstante, las prácticas de medicina preventiva recomendadas por el USPSTF sí entregan valor y hay evidencia científica sólida que respalda cada una de ellas. Además, todas pueden ser realizadas en la consulta de un médico de atención primaria.

Muchos de los chequeos ejecutivos se realizan en instituciones distantes. En mi opinión, el doctor que recopila el historial médico de un ejecutivo, el que realiza los exámenes médicos y el que solicita las pruebas de laboratorio no debería ser alguien que el paciente tal vez nunca más vea. Esa función debería desempeñarla el médico de cabecera de esa persona.

Dicho esto, debo admitir que la mayoría de las prácticas de atención primaria normalmente no realizan una medicina preventiva de manera eficiente y eficaz. No hay ningún sistema que nos recuerde las recomendaciones del USPSTF; el doctor está muy ocupado o simplemente olvida seguirlas. Y los exámenes de imagenología recomendados suelen requerir uno o más desplazamientos adicionales, lo que quita mucho tiempo a un ejecutivo.

TIEMPO DE PRUEBAS
Si yo fuera rey, o solo una empresa aseguradora de salud, instaría a las instituciones de atención primaria y a sus organizaciones afiliadas a crear sistemas que permitan tomar con eficiencia y minuciosidad aquellas medidas que han demostrado valer la pena en términos de costos y riesgos, en un bloque de entre tres y ocho horas.

La mayor parte del chequeo ejecutivo sería pagada por la aseguradora porque hay evidencia de su valor y no requeriría que el ejecutivo salga de su ciudad.

Los ejecutivos obtendrían lo que necesitan, lo obtendrían de sus propios médicos, ahorrarían tiempo y los empleadores ahorrarían dinero.

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