

Temores nocturnos infantiles
Lunes 20 de Setiembre del 2010
Si algunas noches su hijo pequeño se despierta gritando y llorando y después de unos minutos –tras calmarse– se vuelve a dormir como si nada hubiera pasado y sin recordar el episodio, quizá esté manifestando un trastorno del sueño conocido como temor nocturno infantil.
La psicoterapeuta familiar del centro Reconciliar, Inés Pérez, explica que este trastorno del sueño suele manifestarse a partir de los 3 años y desaparece con la adolescencia.
“Los temores nocturnos –agrega Pérez– se dan cuando los niños o niñas se despiertan bruscamente durante el primer tercio del período del sueño. Puede iniciarse con un grito de angustia, acompañado de respiración y ritmo cardíaco acelerados, sudoración y agitación. Sin embargo, luego de algunos minutos se calman y vuelven a dormir sin recordar nada al día siguiente”.
Sandra Grández, psicóloga y subdirectora del centro Arcade, señala que los niños pueden tener reacciones extrañas que asustan a los padres, como sentarse en la cama y fijar la mirada en algún lugar, sin estar necesariamente despiertos. Sin embargo, no se les debe tratar de despertar.
“Los padres deben observar a su hijo durante el episodio y no tratar de despertarlo ni hablarle, solo acompañarlo para ayudarlo a conciliar nuevamente el sueño”, explica Grández.
El presidente del Instituto Peruano de Psicoterapia Cognitiva Conductual (Ipsicoc), Edgar Rodríguez, indica que los padres deben transmitirle calma a sus hijos, así como evitar dormir con ellos para no crearles inseguridad. “Los padres deben calmar al niño sin hacer dramatismo. Asimismo, no es prudente que los padres duerman con los niños, ya que pueden generarles dependencia o hacerlos sentir que son muy vulnerables, lo que los perjudicará en adelante”.
PARA TENER EN CUENTA
No duerma con ellos
Converse con sus hijos –antes de que se acuesten a dormir– sobre sus experiencias durante el día. Así sabrá si ellos tienen alguna preocupación, malestar o frustración que les cause tensión.
Los temores nocturnos son comunes en el proceso de maduración infantil y suelen ser pasajeros. Es recomendable que no lleve a sus hijos a dormir a su habitación, pues los niños pueden mostrarse dependientes de los padres y tener serias dificultades futuras para dormir solos en su cuarto.
Establezca hábitos diarios para que sean ejecutados por sus antes de dormir, como rezar, conversar, arreglar sus cosas para el día siguiente o leer.
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