«La buena información que está oculta es inútil; la mala información que está fácilmente disponible es nefasta»
miércoles, 20 de octubre de 2010
Orientación y Consejería
NO MENOSPRECIE LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS
Solución de conflictos familiares
Miércoles 20 de Octubre del 2010
En cada familia encontramos diferentes temperamentos y características de personalidad entre sus miembros. Por ello es usual que eventualmente se presenten conflictos o desacuerdos en el hogar, ya sea entre padres e hijos, entre hermanos o en la pareja.
“Los conflictos o desacuerdos son parte de las relaciones humanas. Es decir, después de pasar un tiempo con alguien es muy natural que aparezcan fricciones”, explica Nelly Chong, directora del Instituto Familiar Sistémico de Lima (Ifasil).
No se puede evitar que surjan desavenencias en la familia; sin embargo, saber escuchar y considerar las diferencias en las posiciones de cada persona es la clave para que cada problema que surja se solucione satisfactoriamente, y no altere la armonía familiar, señala la psicóloga María Inés Gutiérrez, terapeuta familiar del taller de habilidades sociales Socializarte.
“Para solucionar conflictos en la familia –acota Gutiérrez– es necesario respetar las distintas opiniones y saber atender los puntos de vista opuestos a los de uno. La flexibilidad en nuestros esquemas de pensamiento es pieza fundamental para conseguirlo, tomando en cuenta que no hay una verdad única y que todos tenemos puntos de vista válidos y diferentes sobre cómo percibimos las cosas”.
En este sentido, la especialista de Ifasil señala que para que un simple desacuerdo no se vuelva un conflicto dañino e insuperable es importante saber escuchar.
“Escuchar implica esforzase por entender la queja o el pedido del otro. Para ello es necesario no minimizar lo que el otro está planteando. Ridiculizar, burlarse o someter a alguien a la fuerza son ingredientes que no ayudan a la negociación”, señala Chong.
PUNTO DE VISTA
El arte de saber negociar
El arte de negociar con los hijos se va desarrollando conforme van creciendo. Este se basa en buscar un acuerdo frente a un asunto determinado y exige algunos elementos importantes, como que los miembros de la familia estén enterados de lo que se va a negociar, que conozcan a qué se comprometen y en qué están dispuestos a ceder; además que ambos padres estén de acuerdo en cómo actuarán. Para solucionar conflictos que se generan con los adolescentes (quienes pasan por una etapa de rebeldía por los cambios propios de su edad) es importante asumir una actitud reflexiva, con la capacidad de ponernos en el lugar del otro y teniendo control emocional y paciencia.
INÉS PÉREZ BRAMOSIO. TERAPEUTA FAMILIAR DEL CENTRO RECONCILIAR
PARA TENER EN CUENTA
Pida opiniones
Para negociar con los hijos, sobre todo con adolescentes, la psicóloga María Inés Gutiérrez recomienda convocar a una reunión familiar, en la que los padres previamente se hayan puesto de acuerdo en los temas para conversar; pidan la opinión de sus hijos, y lleguen a acuerdos precisos.
Los adolescentes se sentirán más comprometidos en los acuerdos y negociaciones, si sienten que los han escuchado y tomado en cuenta.
La psicóloga Nelly Chong aconseja que, así como los padres señalan y corrigen las actitudes y comportamientos inadecuados de los hijos, también deben resaltar y felicitarlos cuando tienen un buen comportamiento.
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