lunes, 7 de marzo de 2011

Orientación y Consejería






ENSÉÑELE A ELEGIR

¿Criando a un hijo engreído?
Lunes 7 de Marzo del 2011

Es natural que los niños hasta cierta edad (5 o 6 años) se sientan el centro del mundo y tengan conductas egocéntricas, pues desde su nacimiento tienen toda la atención y cuidado de sus padres y otros familiares.

Sin embargo, hay ocasiones en las que los padres miman demasiado a sus hijos, lo que causa que estos tengan comportamientos negativos cuando las cosas no salen tal y como ellos las desean.

“Los niños que comúnmente llamamos caprichosos, engreídos o mimados son chicos que se les etiqueta así porque tienen conductas frecuentes de pataletas o rabietas. En general, son niños que lo quieren todo y en el momento que lo piden”, explica la psicóloga María Isabel Cifuentes, jefa de salud mental de la Asociación Taller de los Niños.

Esto se puede generar –agrega Cifuentes– por un estilo de crianza en el que al niño se le ha dado siempre todo lo que ha pedido sin ponerle límites. “Mientras el niño va creciendo sigue exigiendo cada vez más y con más energía, y los padres, por evitar escenas o por intentar compensar el poco tiempo que pasan con sus hijos, los complacen”, indica Cifuentes.

Es natural que los padres procuren darle todo a sus hijos, sin embargo, en ese afán, a veces se llega al engreimiento excesivo.

“A estos niños se les hace difícil lidiar con la frustración. Por ello, una buena forma de establecer límites es que aprendan a elegir. La elección implica que si quieren tener A (un chocolate), pues dejarán de tener B (un helado). Al darles alternativas y responsabilidades sobre lo que eligen se les da estabilidad en sus decisiones; lo que influirá e impactará en su comportamiento a medida que crecen”, indica el psicoterapeuta Alejandro Vélez, director del Instituto Xinergia.

PARA TENER EN CUENTA


Normas claras


Inés Pérez Bramosio, psicoterapeuta del centro de orientación familiar Reconciliar, afirma que una manera de crear un ambiente entre padres e hijos que favorezca las conductas positivas en los niños es teniendo normas claras, no contradictorias y estables. Ello, agrega, implica que estas deben ser respetadas por todos los adultos que están a cargo del niño.

Cuando un pequeño hace rabietas en casa o lugares públicos –agrega Pérez– suele funcionar no prestarle mucha atención. Evite amenazarlo, gritarle o pegarle. Puede decirle: “Tranquilo”, “Cuando te calmes podemos conversar”. Háblele en voz baja y calmada. Nunca lo agreda ni le diga frases como “Pareces loco”.

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