
UNA COMBINACIÓN POCO SALUDABLE
Comer y ver TV causa obesidad
“Al estar concentrado en ver las imágenes se deja de lado la selección de la comida y cuando nos percatamos que el plato está vacío surge la sensación de no haber comido nada, lo que conlleva a repetir la ración. Es algo que se vuelve automático”, señala la nutricionista Adriana Carulla.
Aunque la boca tiene la función de masticar bien la comida, empaparla de enzimas y pepararla para el estómago; debido a la distracción, la digestión no se realiza de forma completa ya que los alimentos son ingeridos prácticamente en trozos, sin masticarlos.
Mientras vemos televisión no somos conscientes de cuánto y qué ingerimos. Asociado a la preferencia por la comida chatarra (snacks, dulces, gaseosas, etc), este mal hábito también fomenta el sedentarismo. La persona frente al televisor esta inmóvil, cegada con las imágenes, en un estado casi hipnótico cuando en su lugar podría realizar alguna actividad. “Se crea un doble exceso: comer por comer y la inactividad dan como resultado el sobrepeso”, dice.
El impacto de este hábito se agrava con los anuncios de comida, que estimulan inconscientemente las ganas de comer.
PARA TENER EN CUENTA
Recomendaciones
Aunque muchos padres utilizan el televisor como herramienta para que sus hijos accedan a comer, ese hábito debe ser reemplazado por otros como la conversación. Eso, además, ayudará a afianzar la comunicación de la familia.
Lo mejor sería que no se coma mientras se ve TV, pero en caso suceda, puede escoger alimentos más saludables como canchita sin aceite, trigo atómico, queso fresco picado, zanahorias, aceitunas, batido de frutas con yogurt, uvas congeladas, fresas, enrollados de jamón, etc.
Lo ideal es abandonar los hábitos sedentarios y hacer que el televisor sea solo un entretenimiento pasajero que apenas ocupe nuestro tiempo libre.
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