COMPRADORES COMPULSIVOS
“Lo compraré... me lo merezco”
“El comprador compulsivo se suele llenar de cosas repetidas o que no le hacen falta, pues cree que en algún momento las necesitará y por ello se considera una persona precavida”, indica.
A esta conducta le siguen casi siempre sentimientos de culpa. Y es que la compra compulsiva es una adicción conductual que se caracteriza por la presencia de una motivación o impulso persistente e irresistible por comprar. No se tiene conciencia del acto. “Está relacionado con el bajo nivel de autoestima, pues se busca mejorar el estado de ánimo y la valoración de sí mismo. Sin embargo, por más artículos y prendas caras que se compren, el bienestar será pasajero, pues los problemas continuarán”, dice Valdez.
La persona se olvida de sus problemas mientras compra; sin embargo, ese bienestar termina al retornar a casa o cuando llegan los estados de cuenta de las tarjetas de crédito. Entonces, aparecen nuevamente la angustia, la ansiedad, y el círculo se repite nuevamente: “Necesito comprar para aliviar este malestar”.
Como toda adicción, la compra compulsiva tiene efectos que pueden llegar a ser irreparables tanto para quien lo padece como para quienes lo rodean. Ocasiona inestabilidad emocional, abandono de la familia, divorcios, grandes deudas, entre otros problemas.
PARA TENER EN CUENTA
Si su deseo por ir de compras empieza a crecer, hágase acompañar por algún familiar o amigo que lo pueda frenar.
Utilice como formas de pago el efectivo o las tarjetas de débito en lugar de los sistemas de crédito.
Aprenda a rechazar opciones de compra como catálogos, ventas por televisión o a través de sitios en Internet.
Pensamientos como “esto es más fuerte que yo”, “tengo que hacerlo, me lo merezco”, “esta será la última vez”, “realmente necesito esto”, ayudan a mantener esta adicción, indica Matta.
PUNTO DE VISTA
¿Pasatiempo?
Por: María del Pilar Matta Ugaz*
Mientras las mujeres reconocen fácilmente que tienen un problema para comprar; los varones piensan que solo se trata de un pasatiempo: coleccionar relojes, gorras, etc. Por ello, el número de varones que acuden a consulta por este motivo es muy bajo.
(*) Psicóloga clínica del IPL
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