UN TRASTORNO QUE AFECTA EL APRENDIZAJE
¿Cómo ayudar a un niño con dislexia?
Leer puede resultar sencillo para quienes no presentan ninguna dificultad, pero hay personas a las que el solo hecho de intentarlo les puede resultar una tarea complicada. Es lo que se conoce como dislexia. Según explica la educadora Gail Duncan Cary-Barnard, directora del centro psicopedagógico Tangram, “la dislexia es un trastorno de la lectura que se caracteriza por llevar a un niño a un rendimiento por debajo del nivel esperado para su edad y grado, así como la distorsión, sustitución u omisión de las palabras y lentitud al leer”.Estas dificultades afectan su rendimiento académico ya que los niños con dislexia no logran comprender lo que leen, requieren de mayor tiempo para copiar las tareas de la pizarra, no siguen las indicaciones escritas, se equivocan en los exámenes. “Esto puede ocasionar el fracaso escolar, incomprensión en la escuela, ser considerados flojos, desordenados, desatentos, etc.”, añade.
El fracaso escolar causado provoca frustración y la pérdida de confianza en sí mismo. “A estos niños les cuesta estudiar, deben esforzarse más que los demás, pero como no logran mejorar pierden el interés por estudiar, se sienten desmotivados y rechazan el estudio y la escuela”.
Ante esta situación los padres deben ser más comprensivos y tolerantes. Duncan recomienda observar de cerca los esfuerzos y avances del niño en la escuela, pedir pautas a sus maestros para realizar las tareas como jugando en casa. Por ejemplo, si el niño tiene que aprender un listado de palabras, pueden usar juegos de memoria, deletrear las palabras cortas, usar fideos de letras, etc.
Según Duncan, el problema puede corregirse a través de un programa de intervención personalizado en la recuperación y entrenamiento de las habilidades deficitarias y en potenciar las fortalezas que compensarán las áreas débiles. Para ello, primero se debe realizar una evaluación de los procesos lectores.
PARA TENER EN CUENTA
La dislexia se diagnostica entre los 8 y 9 años. Antes de eso es considerada como un retraso lector, por lo que se recomienda iniciar un programa de intervención preventivo.
Ayuda compartir la lectura: lea una oración y otra su hijo, luego hagan lo mismo con párrafos, páginas, capítulos, etc.
No presione constantemente al menor con frases como: “¡pronúncialo bien!”. La mejoría será progresiva.
PUNTO DE VISTA
Que no afecte su autoestima
Por: Adhara Ampuero Sala Psicóloga clínica
Una vez diagnosticados, los niños pueden encontrar una causa específica de sus problemas de lecto-escritura y ello les permite luchar contra sus dificultades y esforzarse con mayor motivación aunque sea un camino duro y largo. La autoestima debe reforzarse continuamente a través del apoyo familiar y escolar. No los presione y entienda su ritmo de trabajo.
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