lunes, 12 de septiembre de 2011

Orientación y Consejería






APRENDER A PERDER

La frustración infantil ante la derrota

Lunes 12 de Setiembre del 2011
Algunos niños abandonan el juego cuando están perdiendo con el pretexto del cansancio o del aburrimiento; o crean nuevas reglas que les permitan ganar solo a ellos. Otros pueden molestarse, hacer pataletas, acusar al otro de que hizo trampa u otorgarle la responsabilidad de la derrota a una situación particular, por ejemplo, que la pelota estaba mal inflada.
“Las reacciones dependerán del nivel de manejo de la frustración ante la derrota y de la edad del niño”, dice la psicóloga Melissa Collazos Campos, especialista en problemas de comportamiento en niños de Psicosalud.
Según la experta, a los menores les molesta darse cuenta de que no son los mejores o que existen otros niños capaces de lograr lo que ellos no. “Para ellos significa un fracaso darse cuenta de que no son omnipotentes, y al vivir intensamente el presente no aceptan la idea de que en otro momento [futuro] podrían ganar”.
Es a partir de los 4 a 5 años que se desarrolla en el niño la idea de competitividad, la valoración de sí mismo se hace en referencia al otro, ya sea por la rivalidad entre hermanos o por las competencias generadas en centros educativos.
Aunque algunos padres dejan que su niño gane siempre para evitar que se frustre, para Collazos tal decisión no lo prepara para enfrentar una derrota, le crea la falsa idea de ser insuperable, la que será fácilmente desmoronada al relacionarse con sus pares.
“Dejarlos ganar a veces es adecuado, pues refuerza su autoestima, pero también hay que dejarlos perder para que, cuando ello suceda, la frustración no los tome por sorpresa”, dice la especialista.
Es vital enseñarles a perder para que aprendan a tolerar la frustración, practicando el manejo de emociones y formas de sobreponerse al fracaso; para que comprendan que equivocarse es una oportunidad para mejorar; y para que sean capaces de reconocer su error sin que la idea de que “esto es el fin del mundo” los atormente.
PARA TENER EN CUENTA
Los padres deben predicar con el ejemplo: aprender a perder y a medir sus reacciones ante el fracaso propio y del hijo.
No permitir reacciones agresivas. Explicarle que esas no son condiciones aceptables para ninguna situación.
Respetar su molestia y permitirle que asimile lo sucedido. Hablar cuando esté calmado.
Felicitarlo cuando maneje adecuadamente la frustración.

PUNTO DE VISTA

Para afrontar dificultades

Por: Romina Piaggio (*)
Lunes 12 de Setiembre del 2011
Es necesario que los padres valoren los triunfos de sus hijos, que los dejen experimentar, desde pequeños, sensaciones desagradables como la derrota y que los ayuden a pasar por ello sin que su autoestima se vea afectada.
Así como es importante saber perder, también se debe saber ganar sin hacer sentir mal al otro ni burlarse, ya que esto podría generar que los demás sientan rechazo a interactuar con él.
Los padres deben transmitir a sus hijos que lo importante es esforzarse para conseguir lo que se desea, disfrutar y aprender del camino que se recorrerá para conseguirlo, con honestidad y humildad, valores que los ayudarán a afrontar sus dificultades.
(*) Psicoterapeuta del Instituto de Psicología de Lima

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