jueves, 6 de octubre de 2011

Ciencias Sociales






NICOLÁS EYZAGUIRRE (DIRECTOR PARA EL HEMISFERIO OCCIDENTAL DEL FMI)

“Es preocupante, pero no vemos impacto en la economía real”

Para el funcionario del FMI, lo inmediato y urgente es capitalizar a los bancos europeos para evitar que se dispare una espiral negativa que comience con un nuevo atascamiento del crédito.
Por: Davelouis / Townsend
Jueves 6 de Octubre del 2011
El hoy director para el hemisferio occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre, fue ministro de Hacienda de Chile durante el gobierno de Ricardo Lagos y le tocó vivir la recesión del 2001. Fue el responsable del establecimiento de la regla del superávit estructural en ese país y elevó el impuesto a las ventas de 18% a 19%, donde se mantiene hasta hoy. Es un economista liberal de raíces socialistas, y de joven llevaba –según nos dijo– una cola de caballo. Su posición hoy también es política. Veamos cómo así.
El presidente del Banco Central peruano, Julio Velarde, dijo que estamos al borde del abismo pero que no nos vamos a caer. ¿Qué piensa?
La situación se encuentra en estado de flujo, las expectativas han venido cambiando de manera significativa y constante en los último dos meses. No obstante, los datos de la economía real del mundo aún no parecen ser fuertemente afectados. Nosotros estimamos un crecimiento para el 2011 de 4% y no vemos motivos para revisarlo. Casi toda la acción está teniendo lugar en los mercados financieros, en las bolsas y los tipos de cambio, y de no restaurarse la confianza, es bastante probable que esto comience a afectar a la economía real.
Pero acaban de revisar a la baja sus proyecciones…
Esta proyección es de la semana pasada y considera el nivel de turbulencia que vemos hoy. Si bien es preocupante, no hemos visto efectos en la economía real. La cosa hay que ponerla en perspectiva: aún estamos a tiempo de tomar las medidas que eviten que esta crisis de confianza se convierta en una crisis económica efectiva. Todavía no hay ningún registro de desaceleración material ni en Europa ni en EE.UU. ni en China que tengamos en récord. Todo el efecto es en precios.
Ese puede ser un canal de transmisión a la economía…
Por cierto, pero los datos de producción y ventas, que son los datos reales, parecen bastante sólidos, consistentes con nuestra proyección, lo que a su vez es consistente con una China creciendo fuerte y commodities con precios relativamente altos. A menos que tengamos un efecto material sobre los datos reales de ventas y producción, los riesgos para la economía latinoamericana, o la peruana en particular, no existen.
¿Tanto así?
Estamos en un estado de flujo donde la percepción de dificultades a futuro está teniendo un impacto muy fuerte en los mercados financieros, particularmente en Europa, pero que ya ha afectado a los mercados financieros de EE.UU. así como a los mercados de commodities y a los accionarios en todo el mundo. Pero es demasiado temprano para saber cuál va a ser el impacto en la actividad real del mundo.
¿A dónde vamos entonces?
Es difícil saber. En la medida en que los problemas no encuentren solución –particularmente en Europa– podemos pensar en una espiral negativa, desde los países de la periferia de Europa hacia los demás gobiernos, haciéndolos incapaces de recapitalizar a los bancos.
¿A los bancos?
Si estos comienzan a contraerse, con ellos se contraerá la economía real. Las economías crecen menos y con ello los problemas de endeudamiento se vuelven aun más insostenibles, lo que termina afectando fuertemente a los bancos americanos –expuestos a Europa– y por lo tanto a su economía. Con Europa y EE.UU. cayendo, se termina afectando a China, lo que significaría una desaceleración real de la demanda por commodities que terminaría llegando a nuestras fronteras. Pero ustedes ven, son muchos los pasos que tienen que ocurrir para que lleguemos hasta eso.
¿Es tan lejano?
Obviamente esto se transmite a una velocidad enorme, pero ese es el escenario malo. Podríamos tener un escenario incluso mejor en el que vuelvan la confianza y la entrada de capitales y todo vuelva a subir. En realidad, es muy difícil saber en este momento hacia a dónde vamos.
Siempre que los mercados han predicho una determinada situación, esta ha terminado sucediendo, y hoy apuestan a que Grecia cae…
O bien uno toma los mercados o no los toma. Si los toma, se ve que el cobre está a tres dólares…
Se ha caído 26%...
Pero está en tres dólares. Por tanto, la mejor visión del mercado hoy es que esto no va a tener una dimensión global. Si así fuera, el precio estaría en US$1,02 como cuando cayó Lehman Brothers. Por tanto, de acuerdo a lo que el mercado predice, América Latina no debiera verse contagiada en esta fase.
¿Es posible que tengamos más deterioro de los mercados y de las expectativas?
Sí, es posible. Pero insisto, si usted toma hoy la posición de mercado no es compatible con una visión negra de América Latina, por los precios de los commodities. Ustedes no saben quién soy yo, pero yo fui ministro…
... claro que sabemos.
...bueno, yo tuve que vivir con US$0,80 el cobre y no nos hundimos, ya hubiera querido yo tres dólares.
¿Existe la posibilidad real de implementar las medidas necesarias? Yendo al ‘realpolitik’, ¿es posible?
Si hubiese suficiente voluntad política, obviamente que los problemas operacionales se podrían resolver. La tensión está dada porque aquí se requiere cooperación de todas las partes y eso es extremadamente difícil. ¿Cuál es el universo de ajuste posible para los ciudadanos de Grecia o Portugal que sea satisfactorio para los ciudadanos alemanes que son los que pagan las cuentas? No quiero negar que es algo sumamente difícil, pero hasta el momento se han logrado avances importantes.

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