Abimael Guzmán: así se gestó la captura del siglo [Crónica]
En 1990, un grupo de agentes de la policía montó la empresa de combatir con sigilo a Sendero Luminoso, desmontar su cúpula y llegar con aplomo a la captura del sanguinario cabecilla Abimael Guzmán

Los
terroristas Abimael Guzmán y Elena Yparraguirre en el velorio de
'Nora', la primera esposa del cabecilla senderista. (Foto: Dircote)
En
1990, un grupo de agentes de la Policía Nacional montó la empresa de
combatir con sigilo a Sendero Luminoso, desmontar su cúpula y llegar con
aplomo a la captura del sanguinario cabecilla Abimael Guzmán.
Fue la victoria del planeamiento paciente y la inteligencia estratégica
de 89 hombres del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), que actuaron
en pleno respeto de los derechos humanos. Estos fueron los momentos
determinantes en dos años de pesquisas, que culminaron la noche del 12
de setiembre de 1992.
A fines de los
ochenta, los pasillos de la entonces Dirección contra el Terrorismo
(Dincote), en el Centro de Lima, albergaban una disputa que, aunque
silenciosa, era punzante y permitía a los tentáculos terroristas
esparcirse por la capital. De un lado, primaba la posición del coronel
PNP Victoriano Blanco Carrillo, jefe del grupo Delta, en combatir la
subversión bajo los mismos métodos con que lograba atenuar la
delincuencia común. Del otro, Benedicto Jiménez, mayor PNP que había
egresado del Curso Superior de Inteligencia, propugnaba, como parte del
grupo Delta, estudiar la ideología de los altos mandos de Sendero
Luminoso para vencerlos.
‘Los Cazafantasmas’
A Jiménez lo expulsaron de la Dincote cuando quemaba el verano de 1990. Antes de entregar su oficio de cambio de colocación, Jiménez fue a despedirse del director de la Policía Técnica, general Fernando Reyes Roca. Allí el oficial separado recibió la propuesta de encabezar una oficina de investigación terrorista que contemplara el desarrollo de su tesis (Inteligencia + Investigación = Captura).
A Jiménez lo expulsaron de la Dincote cuando quemaba el verano de 1990. Antes de entregar su oficio de cambio de colocación, Jiménez fue a despedirse del director de la Policía Técnica, general Fernando Reyes Roca. Allí el oficial separado recibió la propuesta de encabezar una oficina de investigación terrorista que contemplara el desarrollo de su tesis (Inteligencia + Investigación = Captura).
Fue el
nacimiento del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN). La unidad
respondía al Comité de Asesoramiento (COA) que dirigía el general Manuel
Tumba Ortega ‘Hermanito’, y comenzó a operar en una esquina del
edificio 15 de setiembre de la Dincote, donde solo había una mesa de
madera y una silla.
Jiménez
reclutó rápidamente al capitán Félix Castro Tenorio ‘ForFay’, a los
alférez Joe Sánchez Alva y Jorge Luna Chu ‘Coco’, así como al suboficial
Carlos Iglesias ‘Charapa’. Con apuro similar, sus críticos en la misma
Dincote, bautizaron a los integrantes del naciente núcleo de
investigación como ‘Los Cazafantasmas’.
El acta de
fundación del GEIN, que atesoraba ‘Hermanito’, tiene como fecha el 5 de
marzo de 1990. La primera operación del grupo se inició al día
siguiente. La llamaron ‘Isa’ y tenía como objetivo la captura de los
dirigentes del Departamento de Apoyo Organizativo (DAO) y del Grupo de
Apoyo Partidario (GAP) de Sendero Luminoso.
‘Isa’ era el
seudónimo con que la terrorista Judith Díaz Contreras, miembro del GAP,
se identificaba ante los senderistas que llegaban a Lima desde distintas
provincias. Su labor era alojarlos y mantenerlos seguros.
Largos meses
de pesquisas concluyeron el 1 de junio de 1990 con el allanamiento de 40
inmuebles de los terroristas en Lima. Entre estos, una casa ubicada en
la calle 2 de la urbanización Mariscal Castilla, en Monterrico Norte,
que servía para plenos, conferencias y congresos de Sendero Luminoso. De
allí, el GEIN incautó documentos y libros.
Además,
banderas, planos, croquis y gráficos que representaban distintos
atentados del grupo terrorista. La terrorista Elvia Zanabria Pacheco
‘Juana’, encargada del DAO, cayó en aquel lugar. Cuatro días después, en
uno de los libros decomisados, un analista operativo halló una lista
con los seudónimos de los responsables de los aparatos centrales de
Sendero y sus lugares de contacto. Es decir, información sobre la cúpula
que dependía directamente de Abimael Guzmán y Elena Yparraguirre, la Dirección Central de Sendero Luminoso.
Pase de ‘Sotil’
Tras la detención de ‘Juana’, el GEIN focalizó sus acciones en Deodato Juárez Cruzat ‘Ricardo’, quien figuraba en la lista encontrada como responsable del Departamento de Propaganda de Sendero Luminoso. En los seguimientos a ‘Ricardo’, los detectives detectaron que cada semana este se reunía brevemente, en cualquier calle o avenida, con un sujeto que tenía parecido físico con el ex futbolista Hugo Sotil.
Tras la detención de ‘Juana’, el GEIN focalizó sus acciones en Deodato Juárez Cruzat ‘Ricardo’, quien figuraba en la lista encontrada como responsable del Departamento de Propaganda de Sendero Luminoso. En los seguimientos a ‘Ricardo’, los detectives detectaron que cada semana este se reunía brevemente, en cualquier calle o avenida, con un sujeto que tenía parecido físico con el ex futbolista Hugo Sotil.
Pronto el
GEIN comprobaría que se trataba de Luis Alberto Arana Franco, director
de la academia preuniversitaria César Vallejo y responsable del Aparato
Central de Economía de Sendero en Lima. Mensualmente, ‘Sotil’ separaba
entre US$15 mil y US$20 mil de las pensiones estudiantiles para los
gastos de Abimael Guzmán y su entorno más cercano.
El 19 de
setiembre de 1990, ‘Ricardo’ fue arrestado cuando regresaba a su casa,
ubicada en Santa Anita, para guardar unos documentos de la organización
terrorista. Aquel golpe fue rotulado como la Operación Propaganda e
implicó también la captura de 14 sujetos que se dedicaban a la
elaboración de diversos panfletos y publicaciones senderistas.
En adelante,
el blanco sería ‘Sotil’. Entonces, una estrategia minuciosa y paciente
fue puesta en marcha. “Lo seguimos día y noche durante dos años. Era la
gallina de los huevos de oro. Sabíamos que los principales mandos de
Sendero acudirían a la fuente. ¿Y cuál era la fuente? El dinero. Ese era
‘Sotil’”, dijo a este Diario el general PNP Carlos Morán, quien se
encargó del análisis informático como parte del GEIN.
La casa de BuenavistaNoviembre
de 1990. La figura se repite de manera infrecuente. ‘Sotil’, bolsa
negra en mano, trajina y se mimetiza en los jirones que trazan la
avenida Argentina y en los paraderos de la Carretera Central. No es más
un ciudadano común. En el GEIN, sus ojos hundidos y bigote de dos
semanas valen el trabajo pertinaz y trasnochado de casi un año. Los
agentes tienen prohibido perderle la pista, en rigor. No se come, no se
habla, nadie se mueve si ‘Sotil’ cruza el lente de alguna cámara de
video asignada para su seguimiento.
Es la tercera
vez en el mes que Angélica Salas Cruz o ‘Paloma 1’, coordinadora del
Comité Central de Sendero, va al encuentro del financista. Como ya es
habitual recibe un paquete de él, pero esta vez recalan juntos en la
casa signada con el 265 de la calle Buenavista, en Chacarilla del
Estanque, Surco. La orden de Benedicto Jiménez es explícita y no admite
contemplaciones: Ovise (Observación, Vigilancia y Seguimiento) al
inmueble.
Allí vivían
los integrantes del Departamento Central de Sendero: Abimael Guzmán y
esa suerte de escolta privada que tenía en Elena Yparraguirre ‘Miryam’,
Angélica Salas ‘Paloma 1’ y la ex monja Nelly Evans Risco ‘Paloma 2’.
Para entonces los rasgos físicos de los miembros de la cúpula senderista
eran un misterio. Sin embargo, ya se había encontrado entre la basura
que salía de la casa el medicamento Tigasón para el tratamiento de la
psoriasis (enfermedad que aquejaba a Guzmán). Además, documentos
mecanografiados que, al parecer, llevaban sus anotaciones.
El 4 de
diciembre, el GEIN halló entre los desperdicios, varios envases de
cartón de vino chileno y gran cantidad de colillas de cigarros. Todo
hacía indicar que la noche anterior se había festejado allí el
cumpleaños de Guzmán. La intervención de la casa de Buenavista se planeó
para los días posteriores junto con la toma de otras 10 viviendas, pero
marchas y contramarchas entre los mandos de la Dincote causaron que la
operación aborte.
La incursión
recién tuvo luz verde el 31 de enero de 1991. Solo Nelly Evans Risco
‘Paloma 2’ fue capturada. El GEIN comprobaría que tres días antes, la
madrugada del 28 de enero, Angélica Salas y Elena Yparraguirre habían
retirado a Guzmán de la casa de Buenavista echado en un Volkswagen. La
cúpula senderista se había librado al parecer por la alerta de un
infiltrado en la Dincote.
Una de las 10
casas allanadas casi en simultáneo quedaba en la urbanización
Balconcillo, en La Victoria, y pertenecía a Natividad Méndez Villegas.
Hasta ahí habían sido llevadas nueve cajas con documentos y otros
registros desde la casa de Buenavista cuando los terroristas fueron
advertidos del Ovise. En una de las cajas, dentro de una bolsa de
plástico, estaba el video “Zorba el griego”. Los rostros de los
cabecillas de Sendero Luminoso eran al fin conocidos por el GEIN.
Respuesta con dinamitaLa
lucha, en adelante, fue descarnada. El GEIN desarticuló el Departamento
de Defensa, Socorro Popular, el Grupo Especial de Trabajo y el Grupo
Intelectual Popular Subversivos, en distintas operaciones, gracias a las
pistas que iba dejando ‘Sotil’.
A ello
Sendero respondió con el asesinato de María Elena Moyano, en febrero de
1992, y mediante el atentado con coche-bomba contra el Canal 2, el 5 de
junio del mismo año.
Benedicto
Jiménez ordenó la captura de Luis Arana Franco ‘Sotil’ el 22 de junio de
1992. Había sido objeto de seguimiento por casi dos años y el material
que aquello dejó (videos, audios y fotografías de sus vínculos con
Sendero Luminoso) lo hizo rendirse rapidísimo.
![María Elena Moyano: hoy se cumplen 25 años de su muerte [FOTOS] - 2 María Elena Moyano: hoy se cumplen 25 años de su muerte [FOTOS] - 2](https://img.elcomercio.pe/files/listing_ec_flujo_xx/uploads/2017/03/30/58dcada4357df.jpeg)
El
GEIN desarticuló el Departamento de Defensa, Socorro Popular y otros
destacamentos de Sendero Luminoso. Ante ello, el grupo terrorista
respondió con el asesinato de María Elena Moyano en febrero de 1992.
(Foto: Archivo histórico de El Comercio)
El GEIN le
ofreció garantías para su vida, a fin de que participe como testigo
clave. Entonces, declaró que apenas un mes atrás, el 4 de abril de 1992,
había visto a Guzmán en una reunión secreta. Detalló que lo llevaron
desde un estacionamiento, ubicado en Surquillo, a bordo de un auto
conducido por una “pituca miraflorina” y donde también iba Walter Zenón
Vargas ‘El Zorro’, responsable del Comité Regional Centro de Sendero
Luminoso.
Ese
encuentro, al que ‘Sotil’ fue llevado con los ojos vendados, se produjo
en una casa de la urbanización San Antonio, en Miraflores. Guzmán le
encargaría ahí alquilar la casa situada en la calle 1 de la urbanización
Los Sauces, en Surquillo. ‘Sotil’ acudió a la dirección que le había
sido indicada para rentar el inmueble pero, a punto de tocar la puerta,
vio bajar de un auto a la misma mujer que lo llevó a reunirse con
Guzmán. Era la terrorista Maritza Garrido Lecca. ‘Sotil’ se escondió y
se fue. No llegó a rentar el inmueble. Ella sí.
En el GEIN
todo se caía de maduro. Los agentes calculaban que los cabecillas
senderistas no le tuvieron la suficiente confianza a ‘Sotil’ y por eso
enviaron a la mujer para que alquile lo que sería el nuevo centro de
descanso y actividades de Abimael Guzmán. Quedaba por confirmarse
si ahí estaba el número uno de Sendero Luminoso. Para ello, parte del
núcleo dirigido por Benedicto Jiménez se asentó en seis casas de la
misma calle.

En
la urbanización Los Sauces, en Surquillo, la terrorista Maritza Garrido
Lecca y su pareja, el también senderista Carlos Incháustegui,
alquilaban una casa de tres pisos. (Foto: Dincote)
Agentes
divididos en parejas vigilaban día y noche los movimientos que allí
ocurrían. Quién salía, quién entraba, a qué hora, cuánto demoraba y qué
llevaba. Todo debía ser registrado en fotos y videos. Todo desperdicio
que saliera de la casa en cuestión tendría que ser acopiado y analizado.
Si había que fingir roles de basureros, heladeros o chatarreros para
espiar el panorama, debían ser exhibiciones actorales de lujo. Guzmán
podría estar a menos de 50 metros.
Lee la segunda parte de esta crónica en el especial multimedia sobre los 25 años de la captura del terrorista Abimael Guzmán. http://elcomercio.pe/especiales/abimael-guzman/sobre-la-captura/
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