lunes, 15 de diciembre de 2008

Orientación y Consejería, Psicología

El Comercio 14 de diciembre del 2008

QUÉ HACER. La magia se desvanece
¿Mami, Papá Noel existe?
CUANDO LOS MITOS NAVIDEÑOS EMPIEZAN A SER CUESTIONADOS LO CONVENIENTE ES NO DAR RESPUESTAS DEFINITIVAS SINO QUE INVITEN A LA REFLEXIÓN"

Es indiferente si se lo dijeron los primos mayores, sus amiguitos del colegio o los hijos de la vecina. Lo importante es que su pequeño ya intuye que Papá Noel, Rodolfo y el resto de renos encargados de traerle sus regalos desde el Polo Norte cada 25 de diciembre en la madrugada son solo una ficción. ¿Cómo abordar el tema de manera que el infante no pierda la ilusión en estas fechas?
Lo fundamental es mantener vivo el espíritu navideño sin ponerlos a decidir en qué creer y en qué no. Esto se logra reforzando los lazos afectivos dentro de la familia o las personas más apegadas al niño. Además, como lo señala el psicoterapeuta Daniel Dreifuss, "hay que combatir ese pragmatismo de tener que decir la verdad como si fuera lo único valioso en los seres humanos". Por ello, advierte que cuando el menor insista en obtener una confirmación se le responda con frases como: "¿Y tú qué crees?". Así, el proceso se desenvolverá con más naturalidad, como si fuese un juego.
¿HASTA CUÁNDO?"Por lo general, los niños creen en la magia de la Navidad hasta los 6 o 7 años, a veces un poco más, dependiendo del caso. A partir de esa edad entran a un período de duda o cuestionamiento de dicha fantasía", afirma Javier Verán, presidente de la Asociación Peruana de Psicoterapia Psicoanalítica de Niños y Adolescentes. Por su parte, Dreifuss sugiere que depende más del vínculo existente entre ellos y sus padres. Ambos especialistas concuerdan en que si el niño continúa aferrado a esas creencias de adolescente probablemente sufra de algún trastorno psicótico.
¿Qué tanto afecta al pequeño el desengaño? "El infante vivirá una decepción y una desilusión por su despedida de la infancia. Se trata de una pérdida, la cual deberá ser procesada con el apoyo emocional de sus mayores", afirma Verán. Agrega que la idea no es que los padres adelanten ese momento, sino que los dejen desprenderse, por propia madurez, de todo aquello sin una actitud de rechazo. Asimismo, se les debe hacer comprender que Papá Noel es un personaje metafórico de bondad, que incluso existe en las creencias populares de los adultos.
En ese sentido, la Navidad es una fecha en la cual el menor debe aprender a darle un valor agregado a los regalos materiales y fomentar la preocupación por los demás.

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