El Comercio 17 de enero del 2009
ANÁLISIS. LO QUE VIENE DESPUÉS DEL 20
Los retos de Barack Obama
Tras la fiesta por la histórica juramentación del primer presidente negro de EE.UU., el mandatario deberá concentrarse en la crisis económica y en el Medio Oriente
Por Miguel Vivanco. Corresponsal
WASHINGTON D.C. Cuando faltan 48 horas para que el demócrata Barack Obama jure como el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, en el país entero se percibe un ambiente de fiesta y esperanza. Todos aguardan ansiosos la oportunidad de convertirse en actores principales de los cambios económicos, políticos y diplomáticos prometidos durante la campaña electoral.
Aunque los estadounidenses anhelan escapar de la crisis económica, terminar con la cultura del miedo y olvidarse de las guerras en Afganistán e Iraq, también entienden que el camino del cambio será tortuoso a lo largo de los próximos cuatro años.
Todo indica que la ceremonia de juramentación será histórica.
LIO PRESUPUESTARIO
Pero no todo es fiesta para Barack Obama, quien deberá enfrentar la peor crisis financiera registrada en Estados Unidos en los últimos ochenta años. Muchos consideran que la realidad actual es parecida a la Gran Depresión que tuvo que enfrentar Franklin Delano Roosevelt, quien dedicó gran parte de su gestión presidencial para lograr la recuperación del país.
Aunque es cierto que el presidente electo obtuvo un punto de oro al conseguir que el Senado diera luz verde al desembolso de la segunda mitad del plan de rescate del sistema financiero (aprobado en octubre por 700.000 millones de dólares), eso no significa que todo esté dicho.
Luego de jurar tendrá que iniciar una campaña política para lograr que los congresistas aprueben su plan de recuperación económica de 800.000 millones de dólares, con lo cual el déficit del 2009 se llevaría por encima del billón (mil millones) de dólares.
El panorama se torna complicado para Obama si se tiene en cuenta que la eliminación de 2,6 millones de puestos de trabajo en el 2008 es el peor dato desde la Segunda Guerra Mundial.
RETO DIPLOMÁTICO
Al futuro presidente estadounidense le esperan días muy difíciles en el campo diplomático. Sus principales desafíos en política exterior serán terminar con las guerras en Afganistán e Iraq y generar un nuevo clima de entendimiento entre Estados Unidos y los países del Medio Oriente.
Después de su elección el 4 de noviembre, Obama mostró mucho interés en tender puentes hacia el mundo musulmán y generar una relación de respeto mutuo, que reduzca al mínimo la posibilidad de un ataque terrorista contra intereses estadounidenses.
Su prueba de fuego será, sin duda, el conflicto en Gaza. También el retiro gradual de los 150.000 soldados en Iraq y el aumento del número de militares en Afganistán. En todos estos puntos Hillary Clinton, secretaria de Estado, jugaría un papel vital.
América Latina, una región del mundo relativamente estable, deberá esperar su turno para recibir la atención del nuevo mandatario. Pero tampoco tanto, pues en abril Obama tiene previsto asistir a la Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago.
DE TODO COMO EN BOTICA
Durante los actos relacionados con la juramentación de Obama habrá de todo un poco. Las oraciones de hoy estarán a cargo del primer obispo homosexual en la Iglesia Anglicana, Eugene Robinson, mientras que las bendiciones del martes correrán por cuenta del pastor Rick Warren, un opositor al matrimonio entre homosexuales. También está prevista la intervención de Sharon Watkins, presidenta de la Iglesia de los Discípulos de Cristo, que será la primera mujer que pronuncie un sermón inaugural en la Catedral Nacional.
Se realizarán diez bailes de galas oficiales, 72 fiestas autorizadas por el Partido Demócrata, 175 recepciones para invitados y hay 590 limusinas a disposición de los dignatarios.
Más de un millar de baños portátiles han sido colocados en la zona denominada el 'mall'. Unos 300 puestos de comida rápida han sido habilitados para atender a los visitantes, pero 180 restaurantes en la zona restringida ya tienen autorización para operar antes, durante y después de la juramentación.
La vigilancia aérea estará a cargo de aviones F-16, F-15 y F-22. Nueve hospitales permanecerán en alerta máxima, mientras que 200 ambulancias y 80 camiones de bomberos se ubicarán en lugares estratégicos en las calles de Washington.
En zonas cercanas al Capitolio, la Casa Blanca y la zona de desfile han sido colocadas baterías antiaéreas móviles, amén de unidades especiales para responder posibles ataques químicos.
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