El Comercio 7 de abril del 2009
PUNTO DE VISTA
Crisis y escuelas de negocios
Por: Carmen Graham Administradora
Un efecto que suelen tener las crisis económicas y la reducción en los índices de empleo es la tendencia de los profesionales a refrescar conocimientos o especializarse, y es allí donde acuden a las escuelas de negocios para luego reinsertarse con ventaja en la actividad empresarial.
Hace pocos días Pro Ética e IPAE presentaron la V Encuesta Nacional sobre Corrupción en el Perú. Los resultados hacen que la preocupación por el país y sus empresas (públicas y privadas) sea aun mayor que la crisis internacional.
El desempeño de cada profesional, en términos éticos, es responsabilidad de cada quien; sin embargo, las escuelas superiores tienen oportunidad de influir de manera importante. Entonces, ¿cómo preparar mejor a los estudiantes a partir de ahora? A continuación, tres temas que se están discutiendo en las escuelas.
El tema principal es la ética. Si bien el estudiante, sea de pregrado o posgrado, llega con un conjunto de valores, se sugiere que la educación profesional llene o corrija algunos defectos y ausencias, contribuyendo a la comprensión de un buen y un mal comportamiento. Una sugerencia es que, desde el inicio del estudio, se dialogue sobre la importancia de la empresa en el desarrollo social, no solo en el sentido de generación de riqueza, sino entendiendo su evolución como parte de una historia política, económica, social y cultural, como el real agente de desarrollo y no como un ente independiente. Hay que entender que la ética en los negocios va mucho más allá de “no sobornar”, sino en el enfoque del negocio, su comportamiento y el sistema de gestión.
El segundo tema se refiere a qué y cómo enseñar. No necesitamos que los estudiantes aprendan recetas preestablecidas y crean que los ratios de los estados financieros son lo único importante. La empresa no es un “juego de números”. Debemos desarrollar la habilidad de pensar más allá del dato y su significado, dando espacio también a la intuición. Para aprender a reconocer lo relevante hay que contar con un sistema de enseñanza holística, en el que múltiples materias se integren para resolver un problema y diseñar un producto o servicio, es decir, como en el “mundo real”, involucrando ética, responsabilidad social y gobierno corporativo en un contexto global.
El tercer tema se refiere a la gestión del riesgo, al completo entendimiento de los riesgos que maneja un gerente y un directorio. Como salimos de unos años de bonanza, temas como este pueden haber perdido importancia, razón por la cual deben ser puestos sobre la mesa. Hay que mantener el foco en el riesgo y no confiar en aquellos modelos matemáticos cuyas fórmulas no son fáciles de comprender. Lo ideal es enseñar riesgo dentro de cada materia.
¡Hay mucho por hacer! Es imprescindible reinventar la educación de nuestros futuros líderes empresariales y estoy optimista con que, superando estos tiempos complicados, podamos construir una mejor economía con bienestar social.
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