jueves, 10 de septiembre de 2009

Ciencias Sociales

El Comercio 10 de setiembre del 2009

PUNTO DE VISTA

Economistas dulces y salados
Por: Jürgen Schuldt Economista*

Hace unos días “The New York Times” publicó un extenso y provocador ensayo de Paul Krugman, en el que trata de responder por qué los economistas no previeron la crisis que hoy soportan EE.UU. y las demás economías.

El autor considera que esto se debió a que algunos economistas insistían en la visión idealizada de una economía en la que individuos racionales interactúan en mercados perfectos, y perdieron de vista “las limitaciones de la racionalidad humana; los problemas de instituciones que quiebran; las imperfecciones de los mercados —en especial de los financieros—, y los peligros que crean los reguladores que no creen en la regulación”.

En tal sentido su ataque se dirige contra los economistas dulces (“freshwater” economists), que dictan en universidades a la vera de ríos o lagos —Chicago y Minnesota—, contrastándolos con los salados (“saltwater” economists) de las escuelas keynesianas de economía de las costas oceánicas —las de Boston y algunas de California— a las que él mismo pertenece, pero a las que también propina alguna cachetadita.

Aunque no dice que debemos reconstruir la macroeconomía desde cero, sí plantea que es imperativo modificarla profundamente sobre algunas nuevas bases.

Son tres las “lecciones” que Krugman propone para no hacer papelones: reconocer y aceptar que los mercados financieros no son perfectos ni eficientes; que el enfoque económico keynesiano sigue siendo el mejor para entender y enfrentar las depresiones y recesiones; y, finalmente, que deben incorporar las realidades de las finanzas —a partir de las lecciones que ofrece la “economía del comportamiento”— en sus teorías y políticas macroeconómicas.

Sin duda, ese texto sacará chispas entre los economistas de allá y seguramente también en nuestro medio, que es lo que parece buscar adrede el premio Nobel, aunque sabe bien que es igualmente delicioso bañarse en el lago de Michigan como en las playas californianas, así como un buen chifa solo lo es si combina adecuadamente lo dulce con lo salado.

CATEDRÁTICO U. PACÍFICO.

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