El Comercio 10 de setiembre del 2009
EE.UU. ALTERNATIVA EN TIEMPOS DE CRISIS
Peruano triunfa gracias a la venta de artefactos usados
Llegó como ilegal y ahora es dueño de una empresa con varias sucursales
Por: Miguel Vivanco Corresponsal
WASHINGTON. No hay duda de que en momentos de crisis económica el ingenio aflora de manera increíble. Resulta gratificante descubrir que en el enmarañado mundo empresarial estadounidense —donde los grandes empresarios suelen devorarse a los chicos— existe un grupo de peruanos que han hecho de la venta de objetos usados un negocio rentable y una manera digna de llevar el pan a su casa.
Hace unos días descubrimos en Houston (Texas) que el “rey” de las ventas de lavadoras, secadoras, refrigeradoras, congeladoras, cocinas eléctricas, lavadoras de platos y hornos microondas de segunda mano era un hijo del distrito de Ondores (Junín).
Nuestro compatriota es dueño de Texas Wholesale Appliances, una empresa con varias sucursales en la ciudad de Houston, que ahora cubre a bajo costo las necesidades de los inmigrantes hispanos que recién llegan a las tierras de George Washington.
David Cóndor, de 46 años, admite que llegó como ilegal a Estados Unidos, oculto entre los contenedores de un barco extranjero que zarpó del Callao hace 23 años y con únicamente 123 dólares en sus bolsillos para iniciar su sueño americano.
También reconoce que desde hace diez años lucha contra un extraño cáncer óseo-linfático en sus brazos y que en las paredes de sus oficinas no cuelga un título que lo acredite como ingeniero eléctrico o en sistemas de refrigeración. Su único respaldo “técnico-académico” lo adquirió en un destartalado taller ubicado en el jirón Paruro, en Lima.
“No existe una receta mágica para tener éxito en los negocios. Lo que se requiere es conversar con los clientes y ofrecerles opciones buenas, bonitas y baratas. Por eso aposté por trabajar con artefactos electrodomésticos de necesidad básica. Creo que acerté en mi elección empresarial”, comentó Cóndor.
Recordó que en 1987 compró su primer “set” de herramientas para pintar y reparar electrodomésticos, así como modernizar pequeñas unidades de aire acondicionado que eran declaradas en desuso por hoteles, hospitales o restaurantes.
“Poco a poco aprendí a comprar los repuestos por catálogo, participar en subastas y visitar a los grandes almacenes para comprar artefactos nuevos, pero golpeados o con fallas primarias”, puntualizó Cóndor.
El empresario peruano evita hablar del volumen anual de sus ventas, de las inversiones inmobiliarias que lo respaldan o de la labor filantrópica que realiza a favor de los niños huérfanos de Huancayo. En cambio, confiesa que sus tesoros son sus seis hijos, hermanos, sobrinos y cuñados.
“Le doy gracias a Dios por disfrutar de mi familia y por tener un equipo de técnicos muy adiestrados, competentes e importados directamente del departamento de Junín”, concluyó.
DEMANDA DE ARTÍCULOS DE SEGUNDA
WASHINGTON. Ante la crisis económica, ha aumentado el número de estadounidenses que recurren a artículos de segunda mano para comprar o vender.
A Verónica Rodríguez no le avergüenza decir que cada vez que necesita comprar ropa para sus tres hijos adolescentes acude a una de las “supertiendas” de Goodwill localizada en el sudoeste de Miami.
“Creo que es muy agradable. Está bien organizada y muy limpia. La gente aquí es agradable y uno encuentra buenas gangas”, explicó a BBC Mundo a la vez que miraba perfumes, lentes de sol, bisutería y otros artículos de segunda mano que adornaban una vitrina del local.
La Asociación Nacional de Tiendas de Segunda Mano (Narts, por sus siglas en inglés) aseguró que la mayoría de sus miembros ha reportado un incremento en sus ventas en los últimos tres meses del 2009.
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