lunes, 7 de septiembre de 2009

General

El Comercio 6 de agosto del 2009

TINTÍN. Objetado en las bibliotecas

Una historieta castigada
LA BIBLIOTECA DE BROOKLYN RETIRÓ DE SUS ESTANTERÍAS EL CÓMIC “TINTÍN EN EL CONGO” DEL BELGA HERGÉ. SE TRATA DEL ÚNICO EJEMPLAR QUE QUEDABA DE ACCESO LIBRE EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS DE NUEVA YORK

NUEVA YORK [EFE]. La Biblioteca de Brooklyn reconoció el jueves que retiró de sus estanterías el cómic “Tintín en el Congo”, un ejemplar de los populares tebeos del belga Hergé. La última copia que se podía consultar libremente en las bibliotecas públicas de la ciudad ya no se encuentra junto al resto de sus títulos, sino en un espacio especial al que se puede acceder solo si se pide una cita previa.

La medida de la Biblioteca de Brooklyn imita a la que tomó en su día la de Manhattan, donde también se debe avisar con antelación para conocer las aventuras de Tintín en el país africano. Otra biblioteca pública de Nueva York, en Queens, ni siquiera tiene en su catálogo el ejemplar en el que se narran las peripecias del intrépido reportero en el Congo junto a los nativos africanos.

La obra, que se publicó por primera vez en 1931, ha sido objeto de críticas al considerarse que Hergé plasmó en ella una visión colonialista y racista del mundo, y en EE.UU. se ha llegado a decir que retrata a los africanos como si fueran simios.

La decisión de la Biblioteca de Brooklyn ha reavivado así la polémica en este país, donde algunos medios aseguran que existe la intención de censurar la obra de Hergé.

“Es muy importante que aclaremos que no hemos censurado el libro. Como miles de nuestros materiales que están fuera de impresión, “Tintín en el Congo” está disponible para quien quiera consultarlo con cita previa”, aseguró la portavoz de la biblioteca, Malika Granville.

Añadió que ese libro fue durante mucho tiempo el único ejemplar disponible a todo el público de los archivos de las bibliotecas municipales neoyorquinas, por lo que su traslado a un área restringida se debe a “una medida de protección” del ejemplar.

Mientras hay usuarios que aplauden que el título ya no esté al alcance de los niños que acuden a la biblioteca, hay también asociaciones de defensa de las libertades civiles que ven en la medida un ataque contra la libertad de expresión y han pedido su restitución. “La única respuesta a un discurso ofensivo es más discurso. Cuando se retira un libro de las estanterías de una biblioteca porque es ofensivo, se silencia el debate público y se ahoga la libertad”, dijo la directora de la Unión por las Libertades Civiles de Nueva York, Donna Lieberman.

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