El Comercio 13 de diciembre del 2009
ERRADIQUEMOS TODA CLASE DE EXCLUSIÓN
La peruanidad es mestizaje, inclusión y fraternidad
Por: Francisco Miró Quesada R Director
En ceremonia sin precedentes, efectuada en Palacio de Gobierno, el jefe del Estado, doctor Alan García, en representación del Estado, ha presidido un acto de trascendental importancia: la ceremonia de perdón histórico al pueblo afroperuano “por los abusos, exclusión y discriminación cometidos en su agravio desde la época colonial hasta la actualidad”.
El Perú, país mestizo en todos sus aspectos, se ha formado con el aporte étnico y cultural de múltiples fuentes que, junto a nuestros pueblos ancestrales de las tres regiones, han dado como fruto la peruanidad, de la cual nos sentimos orgullosos. La contribución africana se hace presente al mismo tiempo que la hispana, pero en condiciones de grave desventaja que pueden resumirse en una palabra lacerante para la dignidad humana: esclavitud.
Pese a limitaciones que no pocas veces llegaron a la crueldad, la impronta africana en nuestra patria ha sido y es muy importante, arraigada y entrañable. Desde el ámbito religioso —el Señor de los Milagros, pintado por un esclavo angoleño, nuestro mundialmente venerado San Martín de Porres— pasando por hombres y mujeres que han brillado en el arte —Pancho Fierro—, las letras —Ricardo Palma— , la ciencia —el protomédico José Manuel Valdez—, la milicia, el deporte, etc., lo africano está íntimamente ligado a nuestra vida cotidiana y cuando se escriba una intrahistoria, es decir, la historia contada desde los pequeños detalles, aparecerán los sabrosos anticuchos o la cadencia cimbreante de un festejo.
El Comercio, desde su fundación, y allí están para testimoniarlo sus añosas páginas que cubren tres centurias, tuvo como primera y fundamental campaña luchar contra la esclavitud.
Los artículos sobre el particular son incontables, enérgicos y valientes, pues había que enfrentar a un adversario muy poderoso: el poder económico y político unidos en contra de la manumisión de la llamada esclavatura.
También honra a El Comercio su lucha contra la esclavitud de los canacas (aborígenes polinesios secuestrados y convertidos en esclavos), contra el tributo indígena, contra el maltrato de los trabajadores chinos, contra los castigos corporales, contra el reclutamiento forzoso de los campesinos del Ande, contra la discriminación de la mujer y, en fin, contra todo atropello en desmedro de la dignidad del hombre, proclamando siempre la igualdad de todos los que llegaron o nacieron en esta patria milenaria.
Por estos antecedentes aplaudimos y apoyamos sin reservas esta ceremonia tan justa y llena de valores que siempre hemos enarbolado en esta casa editora. El Comercio estará siempre en primera línea haciendo votos y rompiendo lanzas en defensa de la equidad y justicia como valores fundamentales para la construcción de una sociedad más justa y tolerante con la diversidad existente en nuestro país. Obrando así somos leales a nuestras convicciones y a nuestra tradición histórica.
Franz Fanón, quien al lado de Aimeé Césaire y Léopold Sedar Senghor, fue uno de los grandes exponentes de la denominada “negritud”, una corriente mundial para la autoafirmación de la cultura africana en el mundo y de la dignidad de los pueblos africanos, escribió una famosa obra “Los condenados de la tierra”, con extraordinario prólogo de Jean Paul Sartre.
Parafraseando a este pensador podemos afirmar que el pueblo afroperuano no será nunca más “condenado en su tierra” y es importante este perdón en nombre del Estado porque la persona vale por el hecho de serlo y no por situaciones extrínsecas, ajenas a su condición humana.
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