
LA ESPECIALISTA
Calor y un gran dolor de cabeza
Por: Ximena Vega *
Jueves 25 de Marzo del 2010
Este es un verano atípico. Enero parecía otoño y hoy, hacia finales de marzo, el sol golpea con una intensidad apabullante. La convergencia del cambio climático con un tardío fenómeno de El Niño da como resultado que no exista reporte del clima que se salve y que pueda ser siquiera considerado medianamente confiable y fidedigno.
Si a nosotros nos cuesta trabajo elegir la ropa adecuada cada mañana, imaginen la repercusión en la industria textil. Las tendencias y la moda se ven absolutamente trastocadas. Los compradores y fabricantes de prendas se enfrentan a una realidad mundial. No se sabe ya cuándo se presentarán con certeza los cambios de temporada. Millones de dólares en juego y la conclusión de que lo más acertado en estos casos es apostar por prendas flexibles, que puedan ser modificadas y adaptadas rápidamente, siguiendo el azaroso capricho del clima.
Es importante entender que temas tan macro como el cambio climático o el efecto invernadero no solo afectan el ecosistema o la temperatura del planeta. También tienen un rebote inesperado en la industria, el comercio y las comunicaciones.
Los inmensos emporios de retail, que año a año respetaban religiosamente sus calendarios y avances de temporada, hoy mantienen en vilo campañas publicitarias que muestren marcadas tendencias y estilos. Optan entonces por mantener presencia por medio de historias en donde la ropa aparezca casualmente y usan conceptos generales de imagen de marca. Finalmente, la ropa se presenta como un rompecabezas, tan maleable y opcional, que puede ser estructurada a la medida de cada consumidor.
Hoy tienes calor. Y si estás en el negocio de la ropa, tienes además un gran dolor de cabeza.
[*] Vicepresidenta regional de Planeamiento mayo
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