viernes, 9 de abril de 2010

Ciencias Sociales







PUNTO DE VISTA
Código de consumo: ¿Matrimonio o divorcio?
Por: Rolando Arellano C Dr en Márketing
Viernes 9 de Abril del 2010
Los fuertes desacuerdos entre los representantes de las empresas y aquellos que defienden a los consumidores están originando retrasos en la elaboración del código de consumo. Quizás esto ocurre porque tal vez no se ha entendido que este código es una gran oportunidad para acercar a consumidores y empresas, como en los matrimonios, y no para separarlos, como en los divorcios.
Cuando se hace un contrato de divorcio se supone que ambas partes tienen intereses diferentes y, por lo tanto, cada quien quiere la mayor tajada posible de los bienes comunes. Dado que no volverán a vivir juntos, ganará aquel que obtiene más beneficios en la división, siempre en perjuicio de los beneficios que recibirá su ex pareja.
Un acuerdo de matrimonio, por el contrario, busca unir antes que separar. Allí lo natural es que cada parte se preocupe más por el bienestar del otro que por el suyo. Se busca así que el arreglo sea tan conveniente para el otro, que lo motive a seguir unido el mayor tiempo posible. Como ambos se preocupan de su pareja, el acuerdo resulta equitativo para los dos, y pueden vivir felices largo tiempo.
¿Pero qué estaría ocurriendo en la elaboración del código de consumo? Cuando escuchamos, por ejemplo, que los representantes de las empresas no quieren que se informe adecuadamente a los consumidores sobre lo que van a consumir (caso de los transgénicos) y vemos que los representantes de los consumidores exigen que las empresas sean responsables de cualquier falta de información de los consumidores, nos parece evidente que ninguna de las partes piensa en matrimonio. Suena más bien a divorcio.
Sería entonces conveniente que los negociadores repiensen cuál es su objetivo en la negociación, pues sin duda un código de consumo pensado en forma de matrimonio será de inmenso valor para la sociedad, con consumidores cada vez más satisfechos que premian a las empresas más responsables con su preferencia. También estamos seguros de que un código pensado en términos de acuerdo de divorcio no solamente será nocivo para todos, sino que se convertirá rápidamente en un instrumento inútil, como tantos otros de nuestra legislación.
(*) Centrum Católica. Arellano Marketing, Investigación y Consultoría.

No hay comentarios: