viernes, 23 de julio de 2010

Orientación y Consejería








ES IMPORTANTE CONSIDERAR LA SITUACIÓN ECONÓMICA

Propinas a nuestros hijos

Viernes 23 de Julio del 2010

Existen familias que acostumbran entregar dinero a los hijos para que lo usen en adquirir pequeños juguetes o satisfacer algunos antojos. Son las llamadas propinas o mesadas.

Esto no está mal, siempre y cuando los padres sean cuidadosos con el motivo, el momento y la manera como dan estas propinas, pues de estas primeras experiencias con el dinero podrían depender los hábitos que posteriormente adquieran los niños respecto al uso eficiente de este.

La psicoterapeuta Patricia Capellino, directora del centro Oye Papá Oye Mamá, apunta que entre los 7 u 8 años los niños empiezan a tener una noción incipiente del valor del dinero.

“En esta edad —explica Capellino—, los chicos ya realizan operaciones, como sumar y restar, pueden hacer cálculos sencillos de las cantidades que necesitan y de lo que les gustaría tener con ese dinero. Es posible darles pequeñas cantidades: uno, dos o cinco soles a la semana”. Esto les permitirá aprender el valor del dinero y adquirir hábitos de ahorro, si se les enseña adecuadamente.

Ahora se podría presentar un problema si se da a los niños cantidades excesivas de dinero para la edad que tienen, pues ellos asumen que este se consigue con facilidad. “Esto no es algo positivo —indica la especialista—, pues los hijos pueden crear una relación mágica con el dinero, y pensar que cuando quieran comprar algo este aparecerá fácilmente”.

Los padres tienen que ser los que decidan cómo se manejarán las mesadas. “Deben estar en función de la capacidad económica de la familia y los niños deben comprenderlo”, finaliza Capellino.

PARA TENER EN CUENTA
Mesadas no son premios
Eduque con el ejemplo. No espere que su hijo tenga una actitud responsable frente al dinero si usted carece de cultura del ahorro.

Cuando no esté en condiciones de entregar dinero a sus hijos, converse con ellos y explíqueles claramente los motivos de su negativa. Esto les ayudará a entender que el dinero no se consigue fácilmente.

No dé mesadas para premiar o recompensar acciones que están entre las responsabilidades de los hijos. Es decir, no les pague por terminar de comer, hacer las tareas o ir al colegio.

Es preciso que los hijos tengan claro que las cantidades que reciben están relacionadas a las posibilidades económicas de la familia.

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