jueves, 19 de agosto de 2010

Ciencias Sociales


Acerca de una oportuna corrección de Thomás Jefferson al texto inicial de Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Leámos lo que nos informa el diario

SUJETOS O CIUDADANOS
La corrección de Jefferson
Por: Aníbal Sierralta Ríos Catedrático
Jueves 19 de Agosto del 2010
En días pasados la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos presentó ante la opinión pública el descubrimiento de una oportuna corrección que efectuó Thomas Jefferson en el texto inicial de la Declaración de la Independencia en 1776. Enmendó la palabra ‘subjects’ –sujetos– para colocar en lugar de ella ‘citizens’ –ciudadanos–, para describir así a los hombres y mujeres de las 13 colonias.
El hecho suscita tres comentarios: el estupendo desarrollo tecnológico y su utilización en la precisión histórica, la significativa y feliz rectificación de Jefferson, y el sentido humano de ciudadanía.
Usando la técnica de imagen hiperespectral, basada en el uso de rayos infrarrojos y ultravioletas, los investigadores detectaron una ligera diferencia química en la tinta que se utilizó para escribir la palabra ‘ciudadanos’ con aquella otra correspondiente a todo el texto de la Declaración de Independencia. Jefferson borró el término ‘sujetos’ y encima escribió ‘ciudadanos’. Lo curioso es que el texto muestra otras correcciones ostensibles mediante el uso de palabras interlineadas o tarjadas, pero esta es la única en la que se borra totalmente una palabra y encima se coloca ‘ciudadanos’, cuidando que las curvas de cada letra se superpongan o sobrelineando la expresión inicial con el nuevo término. Ello nos permite acercarnos a la intención de Jefferson: no quería que en el documento principal de la formación de un Estado independiente apareciera, aunque fuera borrada, la palabra ‘sujetos’, ya que ella era un término propio del colonialismo británico, español o portugués. Una categoría política que significa subyugado, sometido a un dominio o imperio. Inadmisible en un Estado que nacía con la aureola de la libertad. De manera que superó la frase “nuestros seguidores sujetos”, que contenía el primer borrador de la Constitución de Virginia.
No superpuso ‘patriotas’ o ‘residentes’, como especularon algunos estudiosos, anotó ‘ciudadanos’, que es un término que corresponde a las personas que pueden decidir su destino, a través de las elecciones, la fiscalización de sus gobernantes y el reconocimiento del valor humano. Era fundamental para construir una nueva nación.
Más tarde, infelizmente, esa categoría fue postergada por la de contribuyentes cuando empezó a fortalecerse el Estado y requirió el aporte económico de sus miembros. Luego surgió la de consumidores frente a la impronta del mercado, entusiasmando a quienes proponen en nuestro país un código de consumidores, como si hubiera que hacer una ley para cada manifestación humana. Así lo ha entendido el XVIII Congreso Internacional de Derecho Comparado, realizado en Washington D.C. a fines de julio, en el cual se ha objetado el proyecto de convención sobre protección al consumidor.
Tal vez ahora sea el momento de regresar a la categoría de ciudadano, que no solo es actor del mercado, por encima de ello es persona receptiva de derechos en mérito a su condición humana.
El último comentario es la importancia que tiene el desarrollo tecnológico y su utilización en la determinación histórica, fundamental para la identidad nacional y que exige el apoyo estatal, así como el fortalecimiento del Archivo General de la Nación, ahora dentro del recién creado Ministerio de Cultura.

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