lunes, 11 de octubre de 2010

Ciencias Sociales

Día 1, 11 de octubre del 2010

AL DÍA

El egocentrismo que tenemos los limeños
Por: Augusto Townsend K Editor
Lunes 11 de Octubre del 2010

“¿En qué momento se jodió el Perú?”, pregunta por enésima vez un video que circuló frenéticamente la semana pasada en las redes sociales, justo cuando premiaban con el Nobel a MVLl. No deja de sorprenderme lo extraordinario que resulta Facebook para ‘viralizar’ (léase, esparcir como virus) una idea fuerza, con la cual esta vez estoy de acuerdo: con demasiada facilidad, los peruanos le echamos la culpa de nuestras desventuras a quienes nos gobiernan, cuando –en realidad– nosotros mismos somos los causantes de nuestros problemas. Y no solo en tanto elegimos a esos gobernantes, sino por cuanto nuestras propias conductas –la viveza es la peor de ellas– contribuyen a esa coexistencia caótica a la cual nos hemos acostumbrado.

Un segundo. Retrocedan y véanlo de nuevo. ¿Si esa es la realidad del Perú, por qué en el video se muestran imágenes casi exclusivamente de Lima? He ahí el gran problema, desde mi punto de vista: los limeños creemos que nuestros problemas son los problemas del país, cuando ello no necesariamente es así. El egocentrismo capitalino está tan impregnado en nuestra visión de las cosas, que sobresimplificamos nuestro análisis de la realidad peruana.

Por ejemplo, la viveza –también llamada criollada– es una inconducta típicamente limeña, que quizá se agravó en las décadas de migración andina hacia la capital. Los compatriotas de otras provincias no son mejores ni peores, sencillamente son distintos. El cusqueño puede enseñarle al limeño a ser más leal y honesto; mientras que el arequipeño, a ser más educado y cívico. El limeño, en tanto, puede inculcarle al cajamarquino o al amazonense a ser más aprehensivos con la modernidad y estos, a su vez, pueden enseñarle a valorar más su cultura y tradiciones. Si el mensaje de cambio no reconoce esas diferencias, me temo que seguiremos jodidos.

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