viernes, 19 de noviembre de 2010

Comunicación, Ciencias Sociales






PUNTO DE VISTA

Vargas Llosa y el nacionalismo
Por: Rolando Arellano C Dr en Márketing*


Viernes 19 de Noviembre del 2010

Todos los peruanos estamos felices con el Premio Nobel otorgado a nuestro paisano Vargas Llosa, merecido no solo por sus escritos literarios, sino también por ser un líder que nunca dudó en expresar sus ideas, aun discrepando con la mayoría. Por ello, y con la seguridad de que lo último que don Mario quiere es que hoy se asuma una posición condescendiente a todo lo que él dice, me permito discutir sus declaraciones sobre el nacionalismo (supuestamente negativo), frente al (supuestamente positivo) patriotismo, aparecidas en este Diario hace unos días.

Concordando con el Nobel, el nacionalismo es nocivo si se le toma en su acepción política excluyente, sobre todo hoy, cuando cada día se hacen más tenues las fronteras entre los países.

Sin embargo, creemos que es igualmente negativo el lado opuesto, el de la falta de “apego de los naturales de una nación [personas que tienen un mismo idioma y una tradición común] a ella y a cuanto le pertenece”, que es una de las definiciones de nacionalismo según la Real Academia. Y ese parece ser el caso del Perú, todavía.

En efecto, a diferencia de países donde el nacionalismo se convierte rápidamente en xenofobia –odio a lo extranjero–, en el Perú este nacionalismo ha sido casi inexistente. Por el contrario, aquí se ha manifestado más lo que los mexicanos llamarían malinchismo, es decir, una preferencia por lo extranjero sobre lo nacional. Por ello, los peruanos tradicionalmente hemos preferido al producto importado y le hemos dado la sinonimia de ‘bueno’ y se considera a lo nacional inferior por definición.

También lo ha probado en carne propia don Mario. Muchos peruanos dudamos en reconocer las calidades de nuestros paisanos o solamente les reconocemos sus méritos cuando desde fuera nos los imponen.

Por ello, consideramos que en el Perú, donde vemos que recién se está formando un sentido de nación, gracias a las intensas mezclas sociales propias de las migraciones internas y la aparición de una nueva clase media, es necesario estimular algo de nacionalismo. Ese nacionalismo bueno que nos haga sentir orgullosos de lo que somos, de nuestras raíces y nuestra cultura. Ese que contrarreste el malinchismo y dé la oportunidad a nuestros productos y a nuestros connacionales de ser profetas en su tierra.

http://www.arellanomarketing.com/

No hay comentarios: