lunes, 22 de noviembre de 2010

Orientación y Consejería


LOS HIJOS INTERIORIZAN VALORES EN EL HOGAR
Distinga mentira de fantasía
Lunes 22 de Noviembre del 2010

¿Mentira o fantasía? Ambas se dan en las actitudes de los hijos durante su desarrollo y pueden ser confundidas por los padres. Es importante considerar en qué etapa del desarrollo se encuentran los niños y cómo están interiorizando el aspecto ético-moral.

Estela Montenegro, psicóloga de la Universidad Cayetano Heredia, señala que no se puede hablar de mentiras infantiles sin considerar el entorno familiar del niño y el nivel de desarrollo intelectual y el juicio moral en cada edad.

“Los menores de 5 años no tienen una clara noción de la relación verdad-mentira. En esta etapa predomina la fantasía”, indica Montenegro.

Entre los 6 y los 7 años, los niños ya comenzaron a interiorizar normas y valores sociales, así como a discernir entre lo real y lo falso, explica Graciela Cardó, especialista de la Asociación Peruana de Psicoterapia Psicoanalítica de Niños y Adolescentes. Hablar de mentira –añade Cardó– implica incorporar la intencionalidad.

“Existe el engaño utilitario que se usa para conseguir algo. Por ejemplo: falsificar la firma de los padres, decir que no hay exámenes o que fueron a la casa de una amiga y van a una fiesta. También hay mentiras compensatorias de carencias emocionales. Por ejemplo, ilusiones como tener una familia unida cuando no la tienen o ser adoptados y pertenecer a una familia mejor, etc.”, explicó.

Gabriela Cossi, psicóloga de la clínica Internacional, recomienda que los padres conversen con los hijos cuando estos mienten. “Los padres deben dedicar tiempo para hablar con ellos acerca de la diferencia entre fantasía y realidad, mentira y verdad, así como la honradez, además de crear alternativas para extinguir conductas inadecuadas”.
Sin embargo –finaliza Cossi–, si mienten de manera compulsiva, se debe acudir a un especialista.

PARA TENER EN CUENTA

No castigue


Gabriela Cossi, psicóloga de la clínica Internacional, indica que las fantasías infantiles estimulan la imaginación. Por otro lado, las mentiras pueden ser una señal de que el niño tiene temor, angustia o deseos que no pueden expresarse de forma directa.

Castigarlos y promover la culpa no corrigen la conducta de mentir, incluso podrían fijarla. Más apropiado es señalar lo inadecuado, sin exagerar o negar la magnitud de la mentira. Esto permitirá que el niño o niña se dé cuenta de la actitud, indica la psicóloga Graciela Cardó.

La psicóloga Estela Montenegro resalta que el contexto familiar es crucial en el desarrollo moral del niño. La práctica de la verdad es fundamental.

PUNTO DE VISTA

La verdad en casa y en la escuela
Por: Claudia Schiappa-Pietra*
Lunes 22 de Noviembre del 2010

Para que el niño valore la verdad, empecemos por hablarle con sinceridad. Por ejemplo, si le dice a su hijo que se quedará en casa y luego usted no está, le está dando el mensaje: “Yo te miento”. El niño debe ver que entre su familia y compañeros de aula siempre se dice la verdad.

Asimismo, los padres y maestros deben evitar reacciones exageradas que causen temor en los niños a las consecuencias de sus actos y se sientan tentados a ocultar hechos. Recuerde que los padres y maestros son los modelos a seguir, pero el ambiente familiar es determinante en su formación y son los padres los que tienen el rol protagónico. Identifique si tras la mentira hay un sentimiento escondido.

(*) Nido Alma Máter

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