miércoles, 24 de noviembre de 2010

Orientación y Consejería





COMUNIQUE LA DECISIÓN CON TIEMPO

Un nuevo hogar para vivir
Miércoles 24 de Noviembre del 2010

Una mudanza puede generar estrés entre los miembros de la familia, ya que implica diversos cambios. Para los niños la mudanza puede ser toda una aventura; o ser algo que los llene de incertidumbre por cambiar el entorno al que estaban habituados.

Valerie Hage, terapeuta del Centro de Terapia Cognitiva y Terapia Racional Emotiva Conductual (Psicotrec), indica que un cambio de este tipo exige que el niño se adapte a un nuevo ambiente, que puede ir desde lo más próximo, como el nuevo dormitorio o la nueva vivienda, hasta cambios más drásticos como otra ciudad u otro país, incluidas nuevas costumbres e idioma.

No obstante, las reacciones de los hijos ante esta situación dependerán en gran medida de cómo los padres les planteen la decisión de mudanza y de cómo los hacen participar en el proceso.

“Las emociones que presente el niño serán de acuerdo con la magnitud del cambio, de sus recursos personales y de la actitud que tomen los padres frente a dicho cambio. Muchas veces, lo que genera más angustia en el niño es el ambiente que se crea alrededor de la mudanza: el desorden, la ansiedad de los padres por organizar todo, y el propio temor de que los hijos sufran por el cambio”, comentó.

Por ello, es importante considerar el tiempo de anticipación para informar a los niños sobre la decisión de la mudanza y explicarles claramente los motivos, dice el psicoterapeuta Daniel Dreifuss.

“La incertidumbre y angustia pueden ser mayores si son cambios imprevistos, por ello los padres deben comunicarlo con la mayor antelación posible para responder a todas las dudas y temores que surjan, las cuales deberán ser pacientemente absueltas”, finaliza Dreifuss.

PUNTO DE VISTA


No minimicelas emocionescentro


La mudanza se puede dar por motivos económicos, por separación de la pareja o por una mejor calidad de vida. En cualquier caso, este hecho genera estrés y la movilización de toda la familia. Los niños pueden sentirse inseguros al inicio por tener que adaptarse al nuevo lugar, pues la mudanza deriva en cambios de escuela, de movilidad, de amigos. Surgen sentimientos encontrados, ansiedad y temores que deben ser afrontados; por ello, los padres deben tomar en cuenta algunas medidas, como no minimizar las emociones que puedan surgir en los hijos. Por el contrario, escuche sus temores y angustias. Asimismo, muestre y contagie una actitud optimista, segura y animada al cambio.


ROSI TORRES FARRO. PSICÓLOGA EN DESARROLLO PERSONAL Y FAMILIAR

PARA TENER EN CUENTA


Hábleles con la verdad


Cada niño es diferente y el proceso de adaptación será distinto porque va de acuerdo con las experiencias o estilo de crianza que haya tenido, indica Sandra Grández, psicóloga del centro Arcade.

Si el tema de la mudanza -añade Grández- es bien manejado por los padres, esto puede significar para los hijos un buen aprendizaje sobre la toma de decisiones, adaptación, negociación y habilidades sociales en general.

La toma de decisión de la mudanza es clave e incluir al niño en este proceso es beneficioso. Háblele con la verdad sobre el motivo de cambio. Evite crearle expectativas falsas y destaque las ventajas del cambio para familiarizarlo con el nuevo espacio.

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