REPORTAJE. DIEZ AÑOS DE TECNOLOGÍA
Huracanes, titanes y náufragos
La primera década del siglo XXI no solo trajo innovaciones tecnológicas rodeadas de redes sociales, sino también más de un problema financiero
Por: Marcela Mendoza Riofrío
El milenio empezó con calma y pocos predijeron la gran transformación del mercado que se avecinaba. Los departamentos de investigación tenían metas claras que hicieron realidad en pocos años: equipos de cómputo cada vez más pequeños que nos permitieran acceder a Internet desde cualquier lugar. No solo se trató de procesadores (el cerebro de la máquina) más rápidos y minúsculos, sino de alcanzar un híbrido entre el teléfono y la computadora.
Sin embargo, la realidad fue dando sus propias vueltas y, mientras las grandes corporaciones invertían sus millones en campañas de márketing que nos convencieran de lo conveniente que era tener un celular con Mp3 o una laptop que pesara “solo” dos kilos con conexión inalámbrica para Internet, unos universitarios creativos inventaban un directorio público donde compartir fotos y datos con los amigos (Facebook), otro encontraba la forma de subir y compartir videos de tonterías, grabados por usuarios comunes y silvestres que soñaban con ser Spielberg (You Tube), el buscador Google (creado también por universitarios a fines del siglo pasado) termina de desplazar a Netscape o Altavista de la lista de favoritos y, claro, se podía hablar por teléfono gratis viendo la cara del interlocutor con Skype.
La cotización en bolsa de la mayor parte de las empresas tecnológicas amplificó el impacto económico de estos descubrimientos universitarios, hecho que se agudizó con la crisis financiera.
ALGUNAS BAJAS
El primer herido de guerra de esta década fue, claro está, toda la industria ligada a la tecnología fotográfica. Los laboratorios de revelado de fotos quedaron en el pasado, casi como un recuerdo, y obligaron a las grandes marcas a fabricar toda una nueva línea de cámaras digitales y reconvertir su negocio. Allí estuvo la primera gran ola de despidos: solo Kodak despidió el 2009 a 4.500 personas y sus acciones se desplomaron hasta un 24%. Toshiba la siguió y ese mismo año desvinculó a otros 4.500 trabajadores porque había reducido en cerca de 10% sus ventas mundiales.
Pero eso no fue nada comparado con los dolores de cabeza que enfrentaron muchas empresas y que marcó el inicio de una curva descendente que muchos guerreros tratan de levantar. El huracán y la marejada no dejaron a alguien de pie, y si bien muchos solo salieron con algunos moretones o humedecidos, otros no sobrevivieron para contar la historia y, claro está, surgieron nuevos millonarios con sus chalecos salvavidas.
Grandes inventos, como Skype, resultaron no ser rentables para inversores exigentes y pasaron de mano en mano, de un dueño a otro, en busca de mantener el sueño vivo de la “llamada gratis”. Otros que marcaron época, como Palm (el que hizo famosa la computadora de bolsillo), quedaron desfasados ante las innovaciones de sus competidores, que les pusieron teléfono y mayores funciones a dichos pequeños ordenadores, y dejaron de ser rentables para sus dueños. Su nombre sería hoy solo un recuerdo si no hubiera venido uno de los grandes sobrevivientes, HP, para comprarlo.
Si hablamos de ventas o decaimientos, no podemos dejar de nombrar a dos titanes que dominaron el mercado muchos años y han sudado la gota gorda para seguir vivos. Por un lado está el carismático Yahoo, un buscador que fue creando una serie de servicios adicionales que tuvo que ir matando (o vendiendo) de a pocos. Igualmente, el inmenso fabricante de sistemas para servidores, Sun Microsystem, fue adquirido por Oracle. El otro titán sobreviviente de la década fue Microsoft. Su gran error fue crear un producto poco amigable (Windows Vista), pero ese no fue su único problema. Gracias a la crisis, y la libertad que reina en un universo dominado por Internet, las opciones de software que se distribuyen en forma gratuita –léase software libre– fueron su verdadero dolor de cabeza, aun cuando ha terminado la década manteniendo su liderazgo, no se salvó de las reducciones de personal, reestructuraciones… y los comprensibles miedos que generaba ver que Bill Gates, su dueño y creador, dejaba de ser el hombre más rico del mundo.
¡GRANDE, PA!
¿Quiénes fueron los grandes héroes? ¿Quiénes corrieron las olas con elegancia? Los analistas de mercado (Gartner e IDC) lo vienen repitiendo y la revista “Time” lo ha resaltado en sus balances de fin de año. El gran Microsoft de esta década fue Google, omnipresente en todos lados –desde minilaptops hasta smartphones– y Facebook, que ha cautivado a nada menos que a la duodécima parte de la población (y generado US$6.900 millones en su cuenta bancaria).
El otro gran triunfador fue Apple, pues, según los mismos analistas, ha sabido marcar un hito e innovar. Primero trajo el reproductor iPod, luego creó el amigable teléfono inteligente de pantalla táctil iPhone y ahora último la tableta iPad. Es la manzanita quien marca la moda y le dice al resto: o me imitas o te conviertes en un recuerdo. Si no, pregúntenle a Nokia, que sigue vendiendo más teléfonos, pero acaba de anunciar 880 despidos.
LAS CIFRAS
35.000
Despidos, por lo menos, ocasionaron las reestructuraciones de las empresas tecnológicas durante la crisis.
US$2.000
Millones facturó este año Facebook, firma creada hace menos de siete años.
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