lunes, 14 de marzo de 2011

Orientación y Consejería


RECONOZCA EL ‘BULLYING’

¿Por qué un niño es violento?


Lunes 14 de Marzo del 2011

Un ángulo del problema de la violencia escolar –conocida como ‘bullying’– que debe ser atendido es el de los niños agresores; pues son chicos con dificultades de socialización y que, al igual que la víctima, requieren ayuda.



“El niño agresor suele tener un temperamento agresivo e impulsivo que genera relaciones conflictivas. Puede mostrar un alto nivel de extroversión y ejercer un liderazgo negativo al no manejar adecuadamente su integración social, y puede tener una fuerte necesidad de dominar, así como baja autoestima”, explica la psicóloga Vivian Landázuri, directora de la Asociación Convivencia en Paz (Cepaz).

Las conductas hostiles suelen ser expresiones de lo que el niño vive en el hogar. “El origen de la agresión puede estar en el ejemplo que observa en casa, pues el trato que reciba y lo que aprenda influirá significativamente en lo que exprese en la escuela. Se ha confirmado que los niños agresores con mayor frecuencia son víctimas de castigos físicos por parte de sus padres. Asimismo, cuando el niño consigue aquello que desea mediante el uso de la violencia, aprende a ser agresivo y repite esta conducta. Por ello, los hijos de familias con padres permisivos o que los supervisan poco podrían ser agresores, pues tienen un aprendizaje incorrecto”, explica María Paz Sáenz, psicóloga del Centro de Investigación y Atención en Psicoterapia Latinoamericano (Ciapla).

Es importante que los padres y maestros observen las conductas de los chicos para reconocer el ‘bullying’. “Una buena pista para los adultos es fijarse en los niños que son agresivos y desafiantes con ellos, pues podrían tener las mismas reacciones con sus compañeros”, indica Sáenz.

Los padres del niño agresor deben reconocer que su hijo está teniendo conductas inadecuadas para ayudarlo. “Primero los padres deben aceptar que su hijo está acosando a uno o varios compañeros –añade Landázuri–, luego conversar con el menor sobre su actitud de manera firme, pero evitando asumir la misma actitud agresiva, y trasmitiendo el mensaje de que su comportamiento no será aceptado en casa. La norma familiar debe ser clara y concisa. Finalmente fomente la empatía en los niños. Dependiendo de cada caso, se evalúa la necesidad de una terapia”.

PARA TENER EN CUENTA


Supervise conductas


Los niños suelen usar agresiones directas y más fáciles de detectar, como golpes, apodos y burlas. Mientras que los adolescentes utilizan formas indirectas como rumores, manipulaciones, exclusión, redes sociales. En general, las agresiones son clandestinas, por lo que no son percibidas por los adultos, lo que genera que estas se mantengan, refiere la psicóloga Vivian Landázuri.

La mejor forma de reconocer el ‘bullying’ –añade Landázuri– es la supervisión escolar y familiar. Padres y maestros deben tener presencia y estar alertas al comportamiento de los menores y a la forma de relacionarse entre ellos.

La psicóloga María Paz Sáenz indica que los padres deben evaluar minuciosamente su modo de crianza e identificar en qué ocasiones refuerzan conductas agresivas en su niño y cuánto lo están ayudando a encontrar alternativas diferentes a la violencia para obtener lo que desea.


PUNTO DE VISTA


Perfil del menor agresor
Por: Dr Hugo Valdizán*

El ambiente familiar en el que el niño se desenvuelve tiene una influencia determinante en su comportamiento.

Los niños agresores suelen provenir de hogares disfuncionales donde se fomenta la violencia y la intolerancia; carecen de afecto y existe una falta de atención y control de los padres. El chico agresivo puede creerse autosuficiente y utilizar excusas para justificar sus actos. Los agresores suelen ser extrovertidos y carentes de empatía, y consolidan su imagen como líderes del grupo. Carecen de habilidades sociales y resolución de conflictos. Poseen habilidad para mentir y convencer a los adultos, evitan así ser sancionados por sus actos.

(*) Psiquiatra infantil Instituto Nacional de Salud del Niño

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