PUNTO DE VISTA

Dejemos de engañarnos

Por: Martín Reaño Economista (*)

Martes 9 de Agosto del 2011

Queremos hacer como el avestruz y seguir actuando como si no pasara nada y los problemas solo ocurriesen en el patio del vecino. Sí hay un problema serio y sí nos concierne. La verdad de la crisis en Estados Unidos es esta:
1. El país ha vivido un falso bienestar sustentado en una economía de mentira que dejó de ser sostenible.
2. La crisis no tiene precedentes. Podría incluso ser más grave que la de 1929.
3. Con un déficit equivalente al 100% del producto del país, no hay forma de salir del problema sin medidas dramáticas.
4. Los cambios que se vienen modificarán el cómo entendemos las reglas fundamentales de la economía.
5. Los negocios se adecuarán a las nuevas reglas y a aquellos que lo hagan más rápido les irá mejor.
6. Es iluso pensar que esta crisis no se va a sentir en el Perú.
Pero la verdad es también esta:
1. La economía americana, por el tamaño que tiene, cogerá una aceleración inusitada una vez que encuentre el camino de recuperación. Momentum que le dicen.
2. La devaluación del dólar (que recién empieza de verdad) jugará a favor de los socios comerciales de USA.
3. La economía peruana está en una extraordinaria situación para enfrentar esta crisis.
4. Con mayor razón, los capitales internacionales seguirán viniendo a nuestra parte del mundo.
5. Dada su flexibilidad y capacidad de adaptación, esta coyuntura presenta una oportunidad invalorable para las pymes.
Dicho esto, es absurdo pensar que en el Perú la vamos a pasar muy bien haciendo más de lo mismo y convenciéndonos de que la ola nos va a pasar por el costado. Tendremos que ser creativos en el Estado, en las empresas y en los hogares. El gobierno tendrá que ver la manera de adecuar sus planes a esta particular coyuntura. Las empresas tendrán que andar en esa delicada frontera entre el deseado conservadurismo y la necesidad de aprovechar las oportunidades que se van a presentar. Y en los hogares, nos corresponde a todos aceptar y reconocer que se viene una época no tan buena como la anterior.
Esta es la oportunidad para consolidar nuestra economía, reforzar la eficiencia de nuestras empresas y moderar sabiamente las diferencias en los ingresos de los hogares. Esta crisis es la oportunidad que nos puede acercar aún más a la posición de bienestar que todos deseamos para el Perú.