EN SESIÓN DEL CONCEJO METROPOLITANO
Derogan ordenanzas que hacían peligrar valle agrícola de Lurín
Normas promovían el desarrollo de nuevas industrias en sector denominado Trapecio
Toda la riqueza ecológica de uno de los valles agrícolas más importantes de Lurín seguirá siendo preservada gracias a que ayer, en sesión del concejo metropolitano, se aprobó por unanimidad la derogación de tres ordenanzas promovidas el año pasado durante la gestión de Castañeda Lossio. En ellas se abrían las puertas a nuevas industrias en el área urbana de la cuenca baja del río Lurín.
Se trata de las ordenanzas 1403, 1408 y 1409. Estas normas en conjunto fomentan el desarrollo de nuevos núcleos industriales en la zona denominada Trapecio de Lurín, ubicada entre la nueva y la antigua Panamericana Sur, desde el sector de amortiguamiento del Santuario de Pachacámac hasta el puente Arica, modifican la finalidad del territorio que es principalmente agrícola y permiten la construcción de vías vehiculares que alterarían el lugar.
“Con la Ordenanza 1409, en particular, se pretendía hacer un cambio de zonificación para que la parcela B-72, con un área de 1,23 hectáreas dentro del antiguo fundo San Vicente, pasara de ser zona de tratamiento especial a industria liviana y con ello consolidar la instalación de industrias”, explicó el regidor Marco Antonio Zevallos, presidente de la Comisión de Asuntos Legales de la Municipalidad de Lima.
MAYOR VIGILANCIA
Si bien sobre aquel sector del valle se levantan diversos asentamientos humanos y funcionan decenas de industrias, Zevallos aclaró que con esta medida el municipio no busca trasladar estas empresas a otro lugar, sino solo conservar y vigilar el uso exclusivo del territorio. “No estamos permitiendo que se establezca ninguna industria más porque esta zona es preferentemente verde, agroecológica”, remarcó.
Agregó, sin embargo, que las empresas asentadas en el lugar tendrán que generar procesos de adecuación ambiental, como el empleo de tecnología amigable, para que su presencia en la zona no colisione con el cuidado del medio ambiente.
La fiscalización le corresponde a la Municipalidad de Lurín, pero eso no significa que la comuna limeña se va a eximir de su labor. Para ello serán necesarias otras normas que evidencien cómo se ejecutarán y reglamentarán estos proyectos de adecuación.
“No nos oponemos a la inversión ni a la industria privada, pero no podemos permitir el deterioro del último valle verde que tiene la ciudad”, dijo el funcionario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario