martes, 27 de septiembre de 2011

Ciencias Sociales







PUNTO DE VISTA

Inés y Perú 2021

Por: Diego De La Torre Empresario (*)
Martes 27 de Setiembre del 2011
En 1995, recién llegado de Londres, compartí con Alberto Benavides un artículo que había escrito sobre ética empresarial, y cómo esta se convierte en ventaja competitiva. Con la modestia que lo caracteriza, me dijo que no le parecía muy elegante pregonar la buena labor que una empresa hace por la sociedad.
Al final de esa conversación, don Alberto me entregó un folleto de Perú 2021, una institución nueva que proponía una visión optimista para lograr un país pacífico, próspero, justo y solidario. Unos meses después escuché una excelente presentación de Inés Temple sobre ello y le escribí una carta con el artículo que había compartido con don Alberto.
Como resultado, Inés me invitó al Comité de Responsabilidad Social de Perú 2021 que ella presidía.
En esos años, Inés convocó incansablemente a un sinnúmero de personalidades que estaban promoviendo una buena ciudadanía corporativa. Entre ellas, destacan Kurt Schultze, John Youle y Baltazar Caravedo, pioneros sobre este tema en el Perú. Gracias a su perseverancia se empezaron a conocer los programas de responsabilidad social de las principales empresas peruanas. En ello, así como en la sensatez macroeconómica, el Perú se está convirtiendo en un líder mundial.
Poca gente sabe que la red de empresas peruanas que han suscrito el Pacto Mundial de Naciones Unidas ha sido calificada como “advanced network” o que Perú 2021 organiza el simposio internacional de responsabilidad social más antiguo e importante de América Latina. Por otro lado, el capital intelectual generado por las empresas e investigadores peruanos en la aplicación práctica de los principios del Pacto Mundial en derechos humanos, medio ambiente, derechos laborales y anticorrupción es impresionante. Los empresarios han generado alianzas con las ONG, con el Estado y con el sistema de la ONU, demostrando que es posible trabajar concertadamente para crear riqueza y oportunidades para todos, en particular para los más pobres. La pobreza se ha reducido de 48% a casi 30% en los últimos años.
La inclusión o desarrollo se ha iniciado hace mucho tiempo liderada por diferentes actores de la sociedad peruana. La empresa privada formal ha sido uno de ellos. La semilla que sembró Inés Temple hace 15 años ha crecido enormemente y es motivo de orgullo para el Perú.
(*) Presidente del Pacto Mundial Perú

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