El rol de las nanas en el hogar
Ello – agrega Avalo– no significa que los padres deban delegar en la nana la satisfacción de una serie de necesidades de los hijos, pues ella no reemplaza a la madre ni al padre, solo es el soporte de los progenitores, su asistente, la persona que ayuda a que se cumplan las normas de los padres cuando estos no están.
“A la nana no se le puede delegar darle amor a nuestros hijos, ya que hay espacios de intimidad y vinculación que solo pueden vivir padres e hijos, y que refuerzan en el niño el sentimiento de seguridad y protección que le permitirán crecer con una adecuada intimidad y estima personal”, indica.
A los padres les queda esforzarse por buscar una persona confiable para que se quede a cargo de sus hijos y, al mismo tiempo, hacer que esta se sienta integrada y querida. De esa manera, señala Avalo, la nana retribuirá la confianza ya que establece un vínculo de cariño y respeto por la familia. “Solo así podremos sentirnos tranquilos de delegar tareas cuando estamos imposibilitados de hacerlas o cuando es importante destinar algunos momentos para disfrutar de espacios propios, fuera del trabajo”, anota.
Es necesario que la relación jefe – empleado no se quiebre y que quede clara la jerarquía para evitar que se trastoquen los roles o que estos se inviertan. “De esa manera, cuidamos la vida privada de nuestra familia y ayudamos a la nana a que sea prudente y no sobrepase los límites de confianza”, aconseja la psicóloga.π
PARA TENER EN CUENTA
Los niños desarrollan vínculos afectivos con las personas que los cuidan ya sean sus madres o sustitutos como las nanas. Si se mantiene inalterado, este vínculo se experimenta como fuente de seguridad y de placer, lo que producirá mayor confianza en uno mismo y en los demás.
El menor se va identificando a sí mismo con sus figuras de apego; si estas cambian constantemente, esta elaboración se destruye y el sentimiento de desamparo se instala. Si el entorno familiar no aporta el soporte para mantener una continuidad afectiva, se perderán los puntos de referencia importantes en su vida y se verán efectos a largo plazo como la incapacidad de preocuparse por el otro.
PUNTO DE VISTA
Cómo afecta el cambio continuo
Los niños desarrollan vínculos afectivos con las personas que los cuidan ya sean sus madres o sustitutos como las
nanas. Si se mantiene inalterado, este vínculo se experimenta como fuente de seguridad y de placer, lo que producirá mayor confianza en uno mismo y en los demás.
El menor se va identificando a sí mismo con sus figuras de apego; si estas cambian constantemente, esta elaboración se destruye y el sentimiento de desamparo se instala. Si el entorno familiar no aporta el soporte para man-tener una continuidad afectiva, se perderán los puntos de referencia importantes en su vida y se verán efectos a largo plazo como la incapacidad de preocuparse por el otro.
PILAR RAFFO LAVALLE. PSICOTERAPEUTA DEL CENTRO DE ATENCIÓN PSICOSOCIAL
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