FILOSOFEMAS
Muerte en el Monumental
Por: Francisco Miró Quesada C Director General
Cuando terminó el partido, con un triunfo del equipo crema, ante un juego muy magro del Alianza Lima, se iniciaron actos de violencia en los palcos ocupados por diversos barristas. En uno de ellos habrían confluido Walter Oyarce, hincha del Alianza, David Sánchez-Manrique, Fabrizio Grillo Esquerre, Giancarlo Díaz Meyzán, el llamado ‘Cholo Payet’, entre otros.
Cuando ya la gente comenzaba a retirarse, uno de los partidarios de Universitario empujó a Walter Oyarce, quien cayó al suelo desde una altura de diez metros, pues los palcos están situados en la parte más alta del Estadio. Oyarce murió a los pocos minutos de haber caído.
Como, además de Oyarce, había cinco personas en el palco, era difícil saber quién lo empujó. Sin embargo, hay indicios que permiten sospechar que fue Sánchez-Manrique, pues, la noche del mismo día en que ocurrió la tragedia tomó un avión para Estados Unidos. Pero algunos días después retornó a Lima. Apenas salió del avión fue capturado por efectivos de la Policía Nacional, dirigida por el jefe de la sección de homicidios de la Dirincri, coronel PNP Miguel Canlla.
Para saber a ciencia cierta quién fue el que empujó a Walter Oyarce habrá que hacer una cuidadosa investigación, pues, a pesar de que los indicios parecen indicar que fue Sánchez-Manrique, aun no hay seguridad absoluta de que fue él. Pudo haber sido cualquiera de los otros que ingresaron al palco. Solo podrá saberse quién fue el que dio el empujón después de la investigación.
¿Pero por qué suceden cosas como este crimen después de que termina un partido de fútbol? Lo primero que debemos decir es que este tipo de cosas no solo ocurre en el Perú. También han ocurrido en Argentina, en países africanos y, aunque no parezca posible, en la civilizada Inglaterra. En este último país había barras bravas terribles, llamadas hooligans, que eran peores aun que las peruanas.
Todo lo dicho anteriormente demuestra que las barras bravas son una manifestación que se presenta en diversos países. ¿Por qué parece ser una constante en el fútbol y no en otros deportes? En los campeonatos de tenis, por ejemplo, jamás se ha visto cosa igual, ni en ningún otro tipo de deporte.
Tal vez si nos remontamos al circo romano, podríamos hallar una explicación. El ser humano, como todos sabemos, no es un ángel. Hay en él un componente de violencia que abarca una amplia gama de hechos, desde crímenes individuales, hasta crímenes colectivos, que pueden ser de grandes dimensiones, en que pueden ser asesinados millones de personas, como en la lucha entre los tutsis y los hutus en Ruanda.
En el circo romano los gladiadores se enfrentaban sin piedad unos a otros, hasta que quedara uno solo. Cuando alguien estaba herido, tirado en el suelo, pero aún con vida, el triunfador podía matarlo o dejarlo vivir. La muerte o la vida dependían del emperador. Si bajaba el pulgar, el triunfador lo mataba. Si lo subía, lo dejaba con vida. Muy rara vez, pero hay hechos registrados, el emperador levantaba el pulgar, a pesar de que la multitud asistente gritaba, mátalo, mátalo. Seguramente, el emperador había visto luchar con un coraje tan grande al gladiador que estaba en el suelo que, por admiración, quería que viviera.
No sé si mi explicación es correcta, pero de lo que sí estoy seguro es de que, desgraciadamente, la violencia es un componente de la esencia humana.
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