Día 1, 10 de octubre del 2011
EL APORTE
Las cinco lecciones que deja Steve Jobs
Por: Martín Reaño Economista
Lunes 10 de Octubre del 2011
Cada cierto tiempo aparecen grandes hombres. Son grandes no solo por lo que aportaron en un campo de trabajo o investigación específicos, sino porque sus ideas y pensamientos son aplicables a muchos otros aspectos de la vida. Steve Jobs fue uno de esos grandes. Si tuviera que escoger entre todas las ideas que aportó al mundo de los negocios, me quedaría con cinco. A mi juicio, aquellas que un empresario no debería dejar pasar.
Todo se puede hacer mejor. Se trata sobre todo de la permanente búsqueda de la excelencia en la manera como hacemos las cosas. Los procedimientos, los controles, la información, el desarrollo de las personas que trabajan con nosotros y el grado de satisfacción que logramos de nuestros clientes.
No tolerar el desempeño subóptimo. Las cosas solo se pueden hacer de una manera: la mejor posible. Cualquier otra opción es defraudar a quienes depositan su confianza en la empresa.
Sencillez. Las grandes ideas y los grandes conceptos siempre vienen acompañados de una simplicidad abrumadora. El consumidor valora más aquello que puede comprender y usar con las menores instrucciones posibles.
Comunicación. Grandes ideas han fracasado porque no se presentaron de manera adecuada. Las empresas pierden oportunidades de desarrollo y crecimiento porque la persona llamada a presentar las iniciativas no tiene la habilidad para despertar en otros las emociones, que son las que al final hacen que uno adopte las propuestas de terceros como propias.
Perseverancia. Esto no es nuevo. Aunque si la llevamos al extremo al que la practicó Jobs, entenderemos que es –en última instancia– la prueba máxima para los nervios y entereza de un empresario. Buen viaje, Steve.
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