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miércoles, 2 de noviembre de 2011







ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS

Isaac Newton y Steve Jobs

Por: Modesto Montoya Físico nuclear
Miércoles 2 de Noviembre del 2011
Según la Real Academia Española, ciencia es el “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales”. La investigación científica es la actividad que trata de ampliar esos conocimientos. Por lo tanto, formar científicos es entrenar personas para interpretar procesos y fenómenos. Precisamente, un niño que se entrena en nuestro semillero de científicos nos preguntó ¿por qué Steve Jobs escogió para el logo de su empresa la figura de la manzana cayendo sobre la cabeza de Newton?
El primer entrenamiento para científicos empieza en los primeros años de vida. Si las experiencias de vida fueran extraordinarias, estas plantearían acuciantes interrogantes, cuyo esclarecimiento nos impulsaría a investigar. Al hacerlo, ya estamos entrenándonos en ciencia.
La vida de Jobs empezó con tal cantidad de peculiaridades que hoy deslumbra a todos. Se sabe que en su adolescencia trató de encontrar explicación a su infancia. Es probable que en sus primeros años de vida se haya preguntado: ¿Por qué me tocaron padres que me dejaron en adopción? ¿Por qué se desanimaron de adoptarme los primeros candidatos? ¿Cómo se animaron los que sí me adoptaron, a pesar de tener menos recursos? El pensar y buscar explicación a eventos de nuestras vidas nos prepara para investigar. Comprender por qué la gente busca estar en contacto permanente con el mundo es más fácil para aquellos que, desde pequeños, vivieron un abandono que marcó sus vidas.
¿Por qué la manzana como símbolo de la empresa Apple? Primero, Jobs tuvo que interesarse en la vida de Newton. Al leer sobre la vida de Newton, Jobs descubrió similitudes con la suya. Y eso, seguramente, lo impresionó. Newton no conoció a su padre biológico, porque murió antes de que él naciera. Su madre se volvió a casar y su padrastro no quiso tenerlo en casa, por lo que lo dejaron a cargo de su abuela. Por ello, entre una lista de sus pecados que hizo 10 años después de la muerte de su padrastro incluyó el de “amenazar a mi padre y a mi madre con quemarlos a ellos y su casa”.
No todos tienen una infancia como las de Newton y Jobs. Para investigar no es imprescindible contar con laboratorios sofisticados. La naturaleza, el ambiente y nuestras vidas nos ofrecen fenómenos y procesos que nos pueden servir de objeto de investigación. Se necesitan maestros entrenados en identificar, precisamente, los procesos extraordinarios que suceden frente a nosotros y en la naturaleza.
Miguel Ángel –otro genio– a los 6 años perdió a su madre por una larga y penosa enfermedad. Quedó bajo el cuidado de la familia de un picapedrero.
En América Latina tenemos otro tipo de genios, pero algo tienen en común con Jobs y Newton. Por ejemplo, Simón Bolívar, a los 2 años, quedó huérfano de padre y madre.
En una siguiente nota veremos por qué el 40% de los jugadores de las grandes ligas de hockey nació entre enero y marzo y solo el 10 % nació en octubre. Usted puede empezar a investigar.

jueves, 27 de octubre de 2011

Ciencias Sociales




No se estèn preguntando como lo haría Steve Jobs

lunes, 10 de octubre de 2011

General

Steve Jobs luchó contra el cáncer con todas las armas de la ciencia moderna

Le diagnosticaron la enfermedad en 2004 pero sobrevivió siete invalorables años. Durante este tiempo, presentó nuevos iPod, el iPhone y el iPad
Lunes 10 de octubre de 2011 - 08:58 am 
Steve Jobs, Elmer Huerta
Uno de los múltiples homenajes personales que recibió Steve Jobs tras su muerte. (Reuters)
El doctor Elmer Huerta, autor del blog Cuida tu salud, escribe sobre el legado y las lecciones que nos deja Steve Jobs en el campo de la salud física, mental y espiritual. Este es un extracto de su más reciente post “Steve Jobs: sus lecciones de salud”.
3. El cáncer de páncreas.
El año 2004 Steve Jobs fue diagnosticado con un cáncer de páncreas. En su ya famoso discurso de graduación ante los alumnos de la Universidad de Stanford, Jobs contó como le hicieron el diagnostico. Dijo que el CTScan de su abdomen mostró un enorme tumor en el páncreas y que su médico le dijo que se vaya a la casa y que empiece a “arreglar sus cosas”...
Posteriormente, se hizo una biopsia del tumor y el mismo doctor le dijo entre lágrimas que el tumor que tenia no era el adenocarcinoma del páncreas uno de los tipos de cáncer más letales que atacan al ser humano. El cáncer era el llamado cáncer neuroendocrino que podía controlarse muy bien e incluso de repente curarse. Fue operado y recibió un tratamiento que nunca fue revelado.
El problema fue que las medicinas que tuvo que tomar para controlar el rechazo de un trasplante de hígado (ver después) disminuyeron sus defensas y a comienzos de este año, el cáncer reapareció con fuerza. Su última aparición en público fue el 6 de junio, fecha en que presentó “la nube” el revolucionario sistema que será el futuro del Internet. El 24 de agosto último, Jobs renunció a la presidencia de Apple, muriendo solo seis semanas después.
La lección aquí es que Steve Jobs luchó contra el cáncer con todas las armas que la moderna ciencia le ofreció y logró siete invalorables años para él, su familia y la sociedad.”
Siga leyendo el post completo.

Ciencias Sociales

Día 1, 10 de octubre del 2011


EL APORTE
Las cinco lecciones que deja Steve Jobs
Por: Martín Reaño Economista
Lunes 10 de Octubre del 2011

Cada cierto tiempo aparecen grandes hombres. Son grandes no solo por lo que aportaron en un campo de trabajo o investigación específicos, sino porque sus ideas y pensamientos son aplicables a muchos otros aspectos de la vida. Steve Jobs fue uno de esos grandes. Si tuviera que escoger entre todas las ideas que aportó al mundo de los negocios, me quedaría con cinco. A mi juicio, aquellas que un empresario no debería dejar pasar.

Todo se puede hacer mejor. Se trata sobre todo de la permanente búsqueda de la excelencia en la manera como hacemos las cosas. Los procedimientos, los controles, la información, el desarrollo de las personas que trabajan con nosotros y el grado de satisfacción que logramos de nuestros clientes.

No tolerar el desempeño subóptimo. Las cosas solo se pueden hacer de una manera: la mejor posible. Cualquier otra opción es defraudar a quienes depositan su confianza en la empresa.

Sencillez. Las grandes ideas y los grandes conceptos siempre vienen acompañados de una simplicidad abrumadora. El consumidor valora más aquello que puede comprender y usar con las menores instrucciones posibles.

Comunicación. Grandes ideas han fracasado porque no se presentaron de manera adecuada. Las empresas pierden oportunidades de desarrollo y crecimiento porque la persona llamada a presentar las iniciativas no tiene la habilidad para despertar en otros las emociones, que son las que al final hacen que uno adopte las propuestas de terceros como propias.

Perseverancia. Esto no es nuevo. Aunque si la llevamos al extremo al que la practicó Jobs, entenderemos que es –en última instancia– la prueba máxima para los nervios y entereza de un empresario. Buen viaje, Steve.

viernes, 7 de octubre de 2011

jueves, 6 de octubre de 2011

Cienicas




Adiós a un visionario

jueves, 1 de septiembre de 2011

Ciencias




Jobs, Steve