martes, 8 de noviembre de 2011

Orientación y Consejería






EL OBJETIVO DEBE SER QUE LOS CHICOS APRENDAN SOLOS

No abuse de las clases particulares

Martes 8 de Noviembre del 2011
Cuando un niño presenta dificultades al momento de aprender una materia específica, los padres prefieren recurrir a los profesores particulares. Sin embargo, en la mayoría de casos no se toma en cuenta que las clases personalizadas, fuera del horario escolar, también pueden generar actitudes negativas en los pequeños de la casa, que pueden sentir las clases extras como un castigo y no como una ayuda.
Farry Huarcaya, psicoterapeuta familiar del centro Lerner & Gagliuffi, sostiene que recurrir a un profesor particular debe ir de la mano con objetivos muy específicos a corto plazo, ya que en el caso contrario, se puede extender la asistencia del docente durante una temporada muy larga. Esto puede generar una dependencia del niño hacia estas clases extras.
Para evitar que el niño tenga pensamientos del tipo “No atiendo a clase porque mi profesor me lo va a explicar en casa” o “No tomo notas ahora ya que en casa me dirán cómo es la lección”, se recomienda no contratar a un profesor particular por más de seis meses, aunque este período es relativo. Huarcaya aconseja que la prioridad debe ser que el niño aprenda a aprender.
De otro lado, los niños pueden llegar a saturarse cuando les imponen un profesor particular. Si a su rutina escolar normal se le añaden muchas horas de clases extras, los pequeños pueden desarrollar problemas de socialización, un factor que ha ido cobrando mayor relevancia últimamente ante los horarios escolares que recién liberan al niño en altas horas de la tarde.
Metas concretas y objetivos a corto plazo deben ir de la mano de las estrategias educativas que permitan solucionar problemas de aprendizaje en los niños. Ellos tienen que entender que la finalidad de su educación es que sean capaces de aprender por su cuenta y a su propio ritmo, siempre con el apoyo de sus profesores y sus padres.
PUNTO DE VISTA
El horario y el odio a las tareas
Cada vez es más larga la jornada escolar y se exige a los niños aprender conceptos básicos a edades más tempranas. Luego de las 7 u 8 horas de clases diarias, los alumnos se ven obligados a realizar tareas en casa que terminan siendo hechas, en muchos casos, por los padres.
Esta situación trae como consecuencia una lucha diaria en la que niños y padres pierden la paciencia y terminan peleando.
Un profesor particular puede aliviar parcialmente este suplicio, lo que evita que la relación entre padres e hijos se deteriore, pero el verdadero origen del problema está en los programas educativos de muchos colegios.
ADHARA AMPUERO SALA. PSICÓLOGA CLÍNICA

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