EN EL DÍA INTERNACIONAL
Tres tareas urgentes en favor de los migrantes
Por: Eduardo Vega Defensor del Pueblo (e)
En general, los migrantes contribuyen sustantivamente con el desarrollo de sus países de origen. Según la OEA, las remesas que envían superan ampliamente el monto total de la ayuda internacional para el desarrollo que reciben sus estados.
En el caso peruano, nuestros migrantes contribuyen con su esfuerzo al crecimiento económico del país. A pesar de las crisis, según el BCR, durante el primer semestre de este año, los peruanos que viven en Estados Unidos enviaron US$450 millones de remesas, los residentes en España US$219 millones, desde Japón US$110 millones y los que viven en Italia, US$105 millones.
Más allá de este aporte sustantivo, tenemos que incorporar su situación a la agenda nacional. Necesitamos atender las causas que confluyen en su decisión de irse del país, mejorar los mecanismos que los informen y prevengan de los riesgos de la migración irregular y de los derechos y obligaciones. En los países de destino, los mayores problemas que enfrentan van desde la falta de acceso a servicios básicos y vivienda, altos niveles de informalidad laboral y prácticas abusivas de empleo, hasta condiciones carcelarias inadecuadas, trata, explotación, discriminación y xenofobia. Es decir, un escenario de vulnerabilidad que se agrava por las medidas que se observan en varias naciones. Frente a este panorama es urgente definir una política nacional de protección, debatir y aprobar una ley marco de la migración, y fortalecer la institucionalidad del Estado para atenderla.
Necesitamos mejorar y fortalecer nuestros consulados en el exterior que en muchos casos constituyen el único contacto que tienen nuestros compatriotas con el país. Esta debe ser una medida concreta que el Ejecutivo debe priorizar, así como la orientación legal y asistencia humanitaria a nuestros connacionales que se encuentran en situaciones de mayor apremio. Hay consulados sumamente débiles, que solo cuentan con 100, 200 o 300 dólares mensuales para atender de manera humanitaria a los peruanos. En Río de Janeiro y Sao Paulo, una repatriación de cuerpo puede costar US$2.000. Los consulados de Roma (Italia) y Valparaíso (Chile) cuentan con US$300 mensuales para atender enorme demanda de peruanos.
Otro aspecto importante es la reglamentación de la Ley de Extranjería, pues no se cuenta con disposiciones referidas a responsabilidades del Estado en la protección de derechos de personas extranjeras. Es necesario revisar la Ley 28182 para ampliar –y hacer efectivo– los incentivos para el retorno al país.
El Estado ha dado pasos importantes para atender las consecuencias que el fenómeno de la migración genera en la vida de las personas. Pero todavía se debe hacer mucho más para abordarla de manera integral. Solo así se conseguirán resultados de mayor impacto en el ejercicio de los derechos de nuestros migrantes.
Ayer 18 se ha celebrado el Día Internacional del Migrante. Que esta fecha, junto con recordar la valía de nuestros migrantes y reconocer su esfuerzo y aporte al país, signifiquen también para el Estado una redefinición de su actuación para fortalecer su intervención y su cercanía por quienes debe ser –también– parte central de sus preocupaciones.
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