martes, 7 de febrero de 2012

Ciencias,Ciencias Sociales






PUNTO DE VISTA

De recursos no renovables a un conocimiento inacabable

Por: Enrique Mendizábal *
Martes 7 de Febrero del 2012
La maldición de los recursos naturales es bien conocida. En África, Asia y Latinoamérica los países mejor dotados por la naturaleza son víctimas de corrupción endémica, pobreza y guerras civiles. En parte esto se debe a que poderosos intereses, hambrientos por recursos, no han dudado en intervenir en nuestras sociedades y debilitarlas en su favor. Y, en parte también, porque no sabemos muy bien qué hacer con toda esta riqueza que, literalmente, nos ha caído del cielo.
Hoy por hoy nuestros esfuerzos se limitan a tratar de usar los dólares que recibimos al vender nuestros recursos de la mejor manera posible. La poca investigación que hay se concentra en cómo gastarlos: ¿en colegios, hospitales, carreteras, puentes o programas sociales? Estas inversiones son bienvenidas, pero el problema es que este modelo nos mantiene atados a los recursos como nuestra principal fuente de ingresos.
La alternativa sería hacernos una par de preguntas un poco más básicas: ¿qué son estos recursos que tenemos y qué podríamos hacer con ellos? En lugar de asumir que venderlos es la única opción, ¿por qué no usarlos como puntos de partida para crear industrias de conocimiento que se dediquen a la investigación y el desarrollo de vías alternativas y complementarias a la simple venta? En la práctica, esto implica la fundación y promoción de alianzas con centros académicos y ‘think tanks’ orientados al estudio de algunos sectores estratégicos. Imagínense un Perú en el que estudiantes de todo el mundo vienen a aprender sobre minería, reforestación, manejo del agua o cultivos como el café.
Este modelo existe. Los escoceses ya hace mucho tiempo que no han visto una mina pero pocos son los empresarios e ingenieros mineros que no han pasado por las aulas de la Universidad de Dundee. En Finlandia los árboles crecen a un paso de tortuga, incomparable con la impresionante rapidez con la que crecen en el Perú, pero no hay plantación que no dependa de su asesoría. Otra consecuencia de este modelo es el desarrollo de una industria educativa y de servicios de consultoría que nos permita pasar de importadores a exportadores de conocimiento especializado.
[*] Investigador independiente
[*] www.onthinktanks.org

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