CONTRABANDO IDEOLÓGICO DE EDITORIAL SANTILLANA
Terrorismo y antipatriotismo en los libros escolares
Por: Martha Meier M Q
La congresista Lourdes Alcorta lo alerta desde hace buen tiempo: “Sendero Luminoso está en todas partes”. Y una de esas “partes” increíblemente son las páginas de los textos de Santillana, leídos, estudiados, memorizados y con los que hacen sus tareas millares de escolares peruanos. Estos librejos contienen –entre otras distorsiones ideológicas– una versión falaz y edulcorada de lo que fue el flagelo terrorista padecido por el Perú en la década de los ochenta y principios de los noventa. Así, ese híbrido criminal y antipatriota llamado “marxismo-leninismo-maoísmo- pensamiento Gonzalo”, se infiltra en las aulas peruanas para intoxicar el espíritu de nuestra niñez y juventud. ¿Eso es un negocio editorial o más bien la fachada de un ente de contrabando ideológico, de un partido clandestino cuya misión es debilitar la fibra moral de nuestro pueblo? Como si no fuera suficiente que el comunismo más criminal circule impreso y llegue a los colegios, el ex ministro de Defensa general EP (r) Roberto Chiabra León ha calificado de antiperuano el contenido de los libros de esta misma editorial y responsabiliza al Ministerio de Educación por no controlar un contenido que difunde graves errores históricos sobre el conflicto del Cenepa. Y bueno por acá no pasa mucho pese a la gravedad de los hechos señalados por la congresista Alcorta y el ex ministro Chiabra. No nos engañemos, esta chacrita llamada Perú ha sido lotizada por extranjeros y sus últimos espacios son traficados por felipillos locales de todo pelaje capaces de tergiversar la historia por el terror de caer en la categoría de “políticamente incorrectos”. Ocurre, sin embargo, que solo la incorrección política salvará a los niños y niñas del país de ser educados en la mentira, en la duda de si efectivamente existen “terroristas buenas”, y si defender el suelo patrio de la invasión foránea vale la pena o es un acto heroico.
Corresponde a la ministra de Educación, Patricia Salas, solucionar este grave problema de contrabando ideológico de los textos escolares. Ninguno de sus antecesores lo logró, en realidad no lo intentaron ni existió la voluntad política de enfrentarse al emporio Prisa, dueño a la sazón también del diario “El País”. ¿Quizá por eso el miedo y la inacción política? ¿Temor a la venganza internacional de ese diario? No se le puede tolerar a nuestra clase política mantenerse de brazos cruzados mientras que una empresa extranjera ofende y difame la memoria y la dignidad del Perú, y confunde las mentes de quienes tendrán las riendas del país en el futuro cercano. Increíble pero cierto: Santillana ha creado un nuevo género libresco, el texto escolar como libelo.
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