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sábado, 8 de octubre de 2011

General




Estudiar una Maestría requiere un planeamiento financiero previo

miércoles, 28 de abril de 2010

Ciencias Sociales








PUNTO DE VISTA
¿Proteger o causar daño?
Por: Eduardo Morón Economista *
Miércoles 28 de Abril del 2010
Qué difícil les resulta entender a nuestros hijos que nuestras negativas a algunos de sus pedidos son pensando en su bienestar. Del mismo modo, a nosotros como padres nos cuesta entender que nuestra actitud protectora muchas veces causa más daño que bienestar. Le pasa lo mismo al Congreso, que ignora que algunos de sus proyectos de ley aparentemente protectores terminan causando más daño a quienes ellos querían proteger.
El tema estos días es la intención de proteger a los usuarios del sistema financiero que, por ignorancia o por falta de entendimiento, terminan sujetos a una supuesta práctica abusiva de las entidades del sistema financiero que consiste en compensar las deudas pendientes que estos clientes tienen utilizando el dinero depositado en alguna de sus cuentas. En palabras simples, esto se refiere a que se cobren cuando nosotros hace tiempo hemos dejado de pagar nuestras obligaciones. Más que abuso hay poca conciencia de lo que uno firma al asumir una deuda con una entidad bancaria.
¿Por qué nos presta un banco? En una palabra, porque podemos demostrarle que seremos capaces de devolverle la plata. Demostrarle puede ser a veces algo tan costoso que el banco va a preferir no prestarnos. Un préstamo a una persona de bajos ingresos no es negocio para un banco si no tiene una garantía adecuada y un costo de verificación bajo. Por ello se necesita que nuestra garantía sea de muy fácil ejecución. En un préstamo vehicular la garantía que ponemos es el auto que nos estamos comprando. Si por alguna razón no pagamos, el banco utilizará el auto para compensar dicha deuda impaga. Si en vez del auto pusiéramos otras propiedades, el banco nos aumentaría el costo del préstamo, pues le es más difícil cubrirse las espaldas si decidimos no pagar.
Mientras más líquido sea lo que ponemos como respaldo será más fácil para el banco acceder a prestarnos. Por eso, cuando empezó a prestarse con la garantía de poder compensar deudas con nuestro dinero depositado en alguna cuenta bancaria se pudo empezar a prestarle a personas que tenían ingresos mucho menores. Antes esa población no estaba bancarizada, se prestaba a tasas aun más altas, con condiciones inclusive más severas, y por cierto no reguladas. ¿A quién creemos estar protegiendo?.
[*] Catedrático de la Universidad del Pacífico

viernes, 17 de abril de 2009

Ciencias Sociales, Cultural empresarial

El Comercio 17 de abril del 2009

LOS CRÉDITOS PIGNORATICIOS COMO ALTERNATIVA DE FINANCIAMIENTO

¡Pon las joyas a trabajar!
Se acude a las casas de empeño para necesidades de corto plazo. Las tasas de interés que cobran varían entre 5,5% y 12% mensual

Por: Luis Davelouis Lengua

Marcel tenía una emergencia y necesitaba un préstamo de S/.1.000 por algo menos de 30 días, cuando recibiría su sueldo. Pedir prestado a sus amigos, a sus padres o a sus compañeros de trabajo traía un compromiso y deuda implícitos que no se terminaban con el pago. ¿Ir al banco? Ni hablar, necesitaba el dinero para ese momento y en el banco se demoraban al menos dos semanas para el desembolso, aun si el crédito era aprobado en minutos como prometían en la tele.

Parado frente al espejo tras salir de la ducha encontró la respuesta: la grosera cadena de oro que colgaba de su cuello lo podía sacar del apuro. Pero tenía un significado muy especial para él y no quería deshacerse de ella, así que en lugar de venderla en los establecimientos de la calle Los Pinos, en Miraflores, decidió, avergonzado, ir a la caja municipal más cercana en la avenida Larco. “Ahí te prestan si dejas joyas en garantía”, le dijo la señora que vendía chocolates en la puerta del club.

EL OTRO FINANCIAMIENTO
La situación real descrita no es un caso aislado. Muchas personas pueden tener —y de hecho tienen— necesidades imprevistas de dinero en efectivo y, sin embargo, prefieren deshacerse de sus joyas que empeñarlas o dejarlas en prenda porque, como dice el gerente de banca personal de la Caja de Ahorro y Crédito de Lima Metropolitana, Antonio Merino, se cree que quien acude a una empresa de préstamos pignoraticios (así se llaman estos créditos prendarios) “está en la última lona”.

“Pero no es cierto… ¿es preferible dejar en prenda una joya o una casa? Es exactamente lo mismo (...) nosotros no lo entendemos, pero es una práctica muy común y extendida en Europa, incluso por microempresarios de aquí mismo (...) dejan sus joyas en prenda y cuando ya recuperaron el capital de trabajo vienen a recogerlas… es poner las joyas a trabajar”, explica Merino.

En efecto, muchas personas recurren a estos establecimientos para financiar actividades de corto plazo porque, en un mes, una tasa mensual de 10% es relativamente baja cuando se le compara con el costo de oportunidad, esto es, con la posibilidad de obtener el dinero de manera inmediata.

¿CÓMO FUNCIONA?
En realidad es muy simple. Uno lleva lo que ha de ser la prenda (y su DNI) al fiador, quien realiza una tasación de ella y entrega el dinero, previa firma de un contrato por el que se obliga al pago de un monto (por lo general pequeño) dentro de un plazo determinado, (usualmente un mes) a una tasa de interés mensual que puede variar entre 5,5% y 12%, según la entidad y el perfil del cliente. Según la publicidad de varios de estos establecimientos (que abundan en Lima), obtener así el dinero que necesita no le toma ni cinco minutos.

Lo ideal, claro está, es que la joya sea tasada por un profesional, porque este asignará un valor justo. También ofrece más garantía que el establecimiento esté sujeto a la supervisión de algún ente regulador, como la SBS.

Hay varias instituciones que se dedican a este negocio e incluso existen algunos que aceptan casi cualquier cosa como prenda para otorgar un crédito: desde un tostador eléctrico hasta una bicicleta, pasando por una lap top o una consola Play Station.

Muchos (la mayoría) de estos negocios no están supervisados y dentro de su giro de negocio también está la compra y venta de bienes, y no solo el crédito prendario. De hecho, como las prendas son rematadas tras 30 días de mora, muchos anuncian remates de electrodomésticos todos los días. Si no confía en ellos, mejor vaya a un lugar que le ofrezca una mayor garantía.

Tome sus precauciones, esté atento y cuide sus joyas. Recuerde que así como lo sacaron del problema esta vez, lo pueden volver a sacar de otro. Y no se avergüence; endeudarse no es pecado.