Celebrando el día del maestro, les hacemos llegar el siguiente artículo a todos ustedes, como punto de reflexión de la gran tarea asumida y todo un reto para cada uno de los que trabajan silenciosamente y por largo aliento en la educación formando los ciudadanos del mañana. Artículo escrito por Fiorella De Ferrari-Mejores el Perú desde la escuela.
Hoy en la biblioteca los alumnos de 6ª grado B han sido los primeros en utilizar tablets para desarrollar un trabajo en grupo e investigar sobre determinados temas previamente elegidos por cada grupo.
Me parece interesante por ello publico los siguientes artìculos sobre el tema a modo de reflexión
Publicado en Semanaeconómica.com:
Tablets y laptops en la educación superior: ¿Funcionan?
El escándalo desatado en torno a la UPC y su intención de utilizar iPads
en sus clases, puso en debate la utilidad de los recursos tecnológicos
en los colegios y universidad. Nadie duda que éstos pueden ser una gran
herramienta, pero ¿bajo qué condiciones?
Sobre la relación entre educación y tecnología hay diversas posturas.
Se da por sentado que el uso de tecnologías de la información debe
impactar en una mejora en la enseñanza, pero muchas veces el debate se
entrampa en detalles técnicos: Si conviene mejorar las computadoras, si
es mejor tal o cual entorno sistema operativo, si vale la pena darle
tablets o laptop a los alumnos, entre otros.
El caso reciente de la UPC,
que anunció que a partir del próximo año usará iPads en sus clases, es
un claro ejemplo. No obstante, en el Perú, la introducción de
tecnologías en la educación se ha visto más en el caso de la educación
escolar. Es el caso del Proyecto Huascarán, que fue impulsado por el
Ministerio de Educación. “No hay matrimonio más poderoso en el
imaginario peruano, y probablemente latinoamericano, que el de educación
y tecnología. Esas palabras son claves en el imaginario de los padres
cuando piensan en educación para sus hijos”, señala Sandro Marcone,
sociólogo y especialista en temas de tecnología en la educación, para
SE.
La discusión en torno a la utilidad de los dispositivos tecnológicos
en las aulas no debe limitarse a plataformas, aparatos y marcas. Cuando
se quiere asociar su uso académico (entiéndase tablets, laptops,
desktops, smartphones, o lo que sea), se piensa únicamente en la
obtención del aparato, mas no en la fondo, en un proyecto que cree una
esfera tecnológica que envuelva a todo el proceso educativo. “Cuando en
el tema de tecnología y educación termina siendo relevante el tipo de
dispositivo, ni siquiera la marca, cuando esa discusión está a flor de
piel no es buena noticia, porque lo más probable es que no está
planteándose sólidamente. O no tiene una sólida base pedagógica o no
tiene una sólida base de gestión”, comenta Marcone.
Más importante que utilizar una marca o plataforma específicas, es
crear la base pedagógica para poder aprovechar la tecnología. Juan
Carlos Villacorta, ex Director de Comunicaciones en la Universidad de
Piura (UDEP), pone el ejemplo del Proyecto Huascarán, como una gestión
mal pensada y mal desarrollada: “El gobierno, al momento de desarrollar
el Proyecto Huascarán, compró miles de laptops y lo único que hizo fue
ir a los colegios rurales y dejarles las laptops. No hubo capacitación
pedagógica, no revisaron si es que habían conexiones adecuadas
(internet, electricidad)” indicó
Marcone, que fue director general de tecnología educativa del
Ministerio de Educación y participó en el Proyecto Huascarán, explicar
al respecto: “Muchas de esas laptops que compró el gobierno aprista en
su momento, en la actualidad siguen en sus cajas tiradas en los colegios
a los que se las dieron. Sin luz ni la debida capacitación no esperes
que mágicamente los chicos aprendan a usarla, y no solo ellos sino los
profesores” La marca es lo de menos
“Muchos apoyan el tema de la uniformización del parque tecnológico, pero lo ideal sería la resiliencia tecnológica.
Uno de los objetivos es que el estudiante pueda hacer cualquier cosa en
cualquier tipo de dispositivo, es decir, que no sea tan dependiente de
si es un sistema operativo comercial del propietario o no. Pueda usar
diversos aplicativos y no una necesariamente una marca en especial”,
agrega Marcone.
Las tablets (de cualquier marca o plataforma), al igual que las
laptops, ofrecen dentro de las aulas infinitas posibilidades. El uso de
aplicaciones multimedia (que combinan video, audio, fotos y texto) puede
hacer más amena la experiencia educativa, y por lo mismo facilitar el
aprendizaje. Otra ventaja que ofrecen es la instantaneidad, es decir,
con un click la información se obtiene, se transfiere, se
descarga, y se comparte. Con la tecnología las distancias se acortan.
Sandro Marcone comentó una ventaja que ya se está utilizando en
universidades privadas de Estados Unidos: “Flipped Classroom es una
medida educativa que básicamente invierte el espacio donde se desarrolla
lo teórico y lo práctico en el colegio o universidad, es decir, el homework pasa
a ser una cuestión de desarrollo en clase con apoyo del profesor,
asimismo lo teórico cada alumno lo estudia desde casa al ritmo que
desee”.
En ese sentido, Juan Carlos Villacorta, considera que una medida como
la que quiere implementar al UPC sería beneficiosa para los alumnos, si
se presentara con otro discurso: “En el aspecto comunicativo y en la
gestión del proyecto debieron haber pronunciado con lo siguiente:
‘Apostamos por un tema multiplataforma y que cada uno lleve sus cosas
sea tablet, laptop, smartphone de cualquier marca y sistema operativo’, y
explícitamente venderte el iPad y el ecosistema Apple. Bueno, y si
querían esa marca y esa plataforma, específica, hubieran comprado iPads
para cada alumno y que no sean de su propiedad”.
En el Perú, la gestión tecnológica hasta el momento sólo se ha
limitado a comprar aparatos, y no a verdaderamente crear un ecosistema
tecnológico donde se beneficie a los estudiantes con soporte técnico,
con garantía de hardware y de software y sobre todo con una debida
capacitación tanto a alumnos como a los maestros. Sin estos
ingredientes, lo más probable es que la tablet o la laptop se conviertan
en una plataforma de distracción para los alumnos, y no en la
herramienta de aprendizaje que se nos pretende vender.
Publicado en el blog repensareducativo.com.
“En Perú el uso de la tablet es más para el ocio, ver el
correo o jugar y no tanto para un correcto aprendizaje”
Ha
sido prácticamente el regalo perfecto en estas dos últimas navidades
para nuestros hijos. Nos referimos a la tableta o simplemente Tablet.
Sin embargo, ¿nuestro fin como parte del regalo fue aumentar su
capacidad de búsqueda en Internet, así como de desarrollar alguna
competencia digital que genere un aprendizaje acorde a su edad, o
simplemente para desarrollar aún más un ocio desmedido? “¿Buscamos
educar a través de una tableta?” Ricardo Zapata,
investigador en tecnología educativa y profesor de la maestría en
Integración e Innovación de las TIC en la educación, en la Pontifica
Universidad Católica del Perú, tiene un punto de vista totalmente
contrario a los usos que se le da hoy a una tableta, sobre todo en la
escuela. Actualmente, Ricardo trabaja, de manera conjunta con el
gobierno del DF en México, un proyecto que está llevando una gran
cantidad de tabletas con fines educativos a varias escuelas de la
región. Lo interesante de esto es que el proyecto trabaja por medio de
‘ecosistemas de educación digital’. Un espacio de aprendizaje novedoso
que no solo prima el uso del dispositivo, sino todo un conjunto de
etapas educativas que favorecen el aprendizaje digital en un estudiante.
-Dado tu trabajo como consultor en tecnología educativa para
el gobierno del D.F en México, pregunta. ¿Cómo observas el panorama de
aplicación de tabletas para el aprendizaje dentro de las escuelas en
esta parte del continente?
En primer lugar, existe en México y en parte de Norteamérica una
fuerte incidencia hacia los dispositivos móviles para la educación. No
solo porque se han creado dispositivos especiales para utilizar en la
educación, sino también por ecosistemas de educación digital
que están dentro de los dispositivos y que de esta manera hacen que la
educación sea mucho más atractiva e interactiva; teniendo una tableta
con un contenido especializado, con estándares de seguridad para que los
estudiantes solo se dediquen a estudiar. México ha evolucionado
muchísimo en esta parte, ya que dentro del mismo distrito federal se han
constituido muchas empresas como Microsoft, Samsumg,
entre otras. Que han podido diseñar, conjuntamente con unas empresas
mexicanas, tabletas y ecosistemas digitales de aprendizaje para la
enseñanza y el aprendizaje. Todo esto en base a una experiencia piloto
que se ha hecho en varias partes de México.
-¿Este proyecto es el único en Latinoamérica o conoces otras iniciativas que se estén desarrollando bajo una línea similar?
En los Estados Unidos existe el proyecto LearnPad,
el cual es un ecosistema de educación digital con tabletas
electrónicas, con contenido y conectividad. Y muchas escuelas de los
Estados Unidos ya trabajan con estas tabletas diseñadas para la
educación, porque tiene características particulares como anti
salpicaduras, pueden aguantar caídas de once metros. En otras palabras,
cuando uno ingresa y coge estas tabletas no encuentra un dispositivo
Android común, sino encuentra un usuario con contraseña, una bienvenida,
los horarios del curso, los contenidos, entre otras cosas. En México ya
se aplican también. En Guatemala, Nicaragua y el Salvador, existen
pequeños proyectos que están naciendo justo por la necesidad de usar
dispositivos móviles para la educación. Claro, estos últimos aún son
esbozos; no son proyectos aún muy claros. En Brasil, sobre todo para
educación superior, se apela a las tabletas de Grammata.
-¿Qué sistemas operativos son los que más se están utilizando dentro de las tabletas?
Las más comunes son las Android. Se hizo un estudio con los iPad
tanto en los Estados Unidos como en México pero las limitaciones del
iPad son, primero, los costos, tanto de la tableta como de los
accesorios de la tableta. Y es que si uno quisiera comprarse esta
aplicación, tendría que pagar y además las plataformas, los diseños de
estos ecosistemas a veces no son tan compatibles con el sistema iOS. Es por eso que lo que más se está utilizando son tabletas con sistema Android y en segundo lugar las tabletas con Windows 8.
-Sabemos que actualmente vienes trabajando, junto al gobierno
mexicano, un proyecto para un uso correcto de tabletas en una cantidad
de escuelas. ¿Podrías contarnos brevemente en qué consiste el proyecto?
En el año 2013, el jefe de gobierno del distrito federal, Miguel
Ángel Mancera, propuso el uso de tabletas electrónicas con fines
educativos. Esta propuesta llegó a la secretaria de educación del D.F,
cuya titular Mara Robles trabajó junto a un grupo de especialistas, el
cual encabecé, el diseño e implementación de un proyecto de tabletas
electrónicas para el cambio en la práctica docente. El proyecto consiste
en dotar de tabletas electrónicas a las escuelas con mayor índice de
marginalidad en el distrito federal, es decir los que tenían mayor
índice de pobreza; los que tenían los peores resultados en las pruebas Enlaces, lo que vendría a ser como la evaluación censal; y los que tenían los peores resultados en la prueba PISA.
Queríamos incidir solo en un piloto, es por ello que se pensó en
entregar las tabletas pero solo para estudiantes de primero de
secundaria y en la materia de Español (lo que aquí sería el curso de
Comunicaciones). Este proyecto contemplaba un ecosistema, por eso le
llamamos ‘proyecto integrado’, que vendría a ser: la tableta
electrónica, el ambiente de aprendizaje dentro de la tableta
electrónica, los contenidos educativos para la materia en Español, la
conectividad 24 sobre 7, es decir conexión a Internet en la escuela y
conexión 3G para las casas de los estudiantes. Todo un ecosistema que
incluye, también, la capacitación de los profesores.
-Ya que estás comentando sobre una capacitación que se hizo a
docentes para un uso correcto de estas tabletas, pregunta, ¿qué
didácticas digitales se han potenciado dentro de esta inclusión de las
tabletas en las escuelas que han estado trabajando?
Lo primero que buscamos fue reducir la brecha digital; una inclusión
de los profesores. Es por ello que los talleres fueron diseñados en una
manera B-learning. Por ejemplo, había sesiones
presenciales donde los docentes podían experimentar con el dispositivo.
Después venía una plataforma donde ellos podían encontrar todos los
contenidos de operación, una guía didáctica, ejemplo de sesiones de
aprendizaje, entre otras cosas. Se dividieron en cuatro módulos. La
primera semana de inducción, el uso de la tableta; la segunda semana fue
la de integración curricular de todos los contenidos que iban a venir
en la tableta; la tercera semana vieron los recursos y herramientas con
las que contaba la tableta; y la cuarta semana vieron cómo trabajar los
contenidos con los estudiantes a partir del uso de la tableta. Qué se
logró con esto, un empoderamiento del docente con la tableta para una
mayor comprensión.
-Y dado que el proyecto ya está en marcha, ¿qué competencias
digitales estiman que se desarrollarán a futuro dentro de los alumnos?
Lo primero que queríamos ver era que como la mayoría de estos
estudiantes no tenían acceso, era facilitarse una tecnología viable
tanto en la escuela como en la casa y nosotros deseamos que desarrollen
competencias de búsquedas de información, que puedan tener habilidades
en el manejo de ciertas aplicaciones, que puedan aprender de una manera
mucho más didáctica, que ingresen a las herramientas en un entorno
seguro, que tengan un uso ético con la tecnología, esta competencia es
muy importante para nosotros, pues hemos trabajado con especialistas
reconocidos que lograron ver la importancia de porqué los estudiantes
deben comportarse en entornos digitales, es decir qué deben publicar y
que no deben publicar. Ahora, lo que esperamos en Español es el
desarrollo de dos competencias: la lectoescritura y habilidades
lectoras. Es lo que esperamos. La idea es ir paso a paso.
(En la foto: Ricardo Zapata, desde el Online Educa Berlín).
-¿Es factible poder desarrollar un proyecto así en cualquier espacio educativo de Latinoamérica?
Sí. Se han hecho proyectos con tabletas. Hablamos del plan Enlaces en Chile, el plan Ceibal en Uruguay, hablamos de One Laptop Per Child en el Perú.
En Colombia se está haciendo mucha implementación con el ministerio de
Educación, en el área de TIC, a través de ‘Colombia conectado’. Colombia Conectado
está dando tabletas a todas las regiones, pero sin contenido, solo para
que puedan aprovechar la tecnología y tener acceso. Ahora, en la región
es muy complicado por tres motivos esenciales: primero, el cambio
conceptual, es decir no hay una política pública clara de lo que se
quiere hacer. Tal vez no se tiene el conocimiento de qué es mobile
learning, cuáles son sus potencialidades y no se implementan proyectos.
Lo segundo, la falta de capacitación a los docentes y el miedo que
existe. Muchos docentes le tienen miedo a la tecnología. Existe mucha
tecnofobia. No se capacita a los docentes de una manera adecuada. Y
tercero, falta la conectividad, porque de las regiones que estamos
hablando es muy difícil que tengan una conectividad total. Aquí en
Latinoamérica el uso de la tecnología es muy a la ligera. Simplemente la
compran pero no hay una estrategia pedagógica adecuada.
-Aterrizando en nuestro país. ¿Qué necesitaría el Perú para
proyectarse a un uso de tabletas con fines de aprendizaje en las
escuelas?
Primero que se establezca una política pública y usos de lineamientos
de tecnología móvil. Estos lineamientos el ministerio de Educación ya
los está trabajando pero habría que ver cuál es el documento final.
Segundo, pues dotar a las escuelas de conexión a Internet. Las escuelas
están en total abandono y muchas se están codeando con un mega de
Internet cuando que por lo menos para que treinta tabletas trabajen en una escuela se necesita como mínimo 35 megas de manera concurrente.
Aparte es necesario que exista una fibra óptica en las escuelas y algo
muy importante, adquirir dispositivos pensando en un ecosistema
educativo, un modelo integral de aprendizaje, que es la tableta con la
capacitación docente, la conectividad y con los contenidos adecuados.
-De acuerdo a lo que nos vienes contando, para que este
ecosistema de aprendizaje se ejecute correctamente veo que el mismo va
muy ligado a un tema de cultura digital.
Por supuesto. Justamente en mucho de los países, especialmente los de
Centro América, el tema de los robos es muy frecuente. El tema de los
asaltos. Es un poco aprender la cultura digital que uno lleva. Por
ejemplo, en México el costo de las tabletas, de muy buenas tabletas, no
es muy alto. Como que los asaltantes no se preocupan por robar una
tableta, eso me he percatado. Y, pues, la cultura digital en el uso de
tabletas también va por la línea de que se busca reordenar el
aprendizaje con la tableta, pues uno ve que aquí en Perú el uso de la
tableta es más para ocio, para ver el correo o para jugar y no tanto
para un correcto aprendizaje.
-Imagina que te dicen: “Ricardo, mañana tienes un curso para
docentes sobre el uso de tabletas con fines de aprendizaje en las
escuelas”. Pregunta, ¿con qué tema arrancarías?
Primero los pongo en contexto: dónde estamos, en qué época vivimos.
Porque los docentes, lamentablemente, no conocen que vivimos en la
sociedad de la información. No saben que existe cultura digital. No
conocen estos conceptos básicos. Todavía la educación tradiciones es muy
fuerte en el país. Intentaría ubicarlos dónde estamos y quiénes son sus
alumnos, qué es lo que está pasando y qué es lo que estoy haciendo
ahorita.
DATOS de Ricardo que puedes poner en práctica:
Para que treinta tabletas trabajen en una escuela se necesita como mínimo 35 megas de manera concurrente.
Los sistemas operativos que más se utilizan en una tableta son los
Android, pues estos están mucho más familiarizados con los ecosistemas
de educación digital.
Para que el proyecto de tabletas con ecosistemas de educación
digital. funcione, es necesario introducir el concepto de cultura
digital dentro de los participantes.