Marihuana medicinal: comisión congresal aprueba proyecto para legalizar su uso
Iniciativa del
Ejecutivo surgió luego de que, en febrero pasado, la policía allanó un
laboratorio que abastecía de aceite de marihuana a pacientes con graves
enfermedades
En
mayo pasado se realizó una marcha en favor de marihuana con fines
medicinales. PNP utilizó bombas lacrimógenas contra participantes. (El
Comercio).
Siete meses después de que el Ejecutivo presentara un proyecto de ley para legalizar el uso medicinal de la marihuana,
el lunes por la tarde se aprobó por unanimidad la iniciativa en la
Comisión de Defensa Nacional, Orden Interno, Desarrollo Alternativo y
Lucha contra las Drogas del Congreso de la República.
Se trata del
dictamen recaído en el Proyecto de Ley 982/2016-PE “que autoriza la
producción, importación, comercialización y uso seguro e informado
exclusivamente con fines medicinales de productos provenientes del
Cannabis”. El siguiente paso será el debate en el Pleno del Congreso.
La iniciativa,
presentada por el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski en febrero pasado,
surgió luego de que la policía allanara un laboratorio de San Miguel
donde se elaboraba aceite de marihuana para pacientes con graves
enfermedades, dejando a varios niños sin tratamiento.
No obstante,
el proyecto inicial no consideraba la producción local ni el cultivo de
marihuana con fines medicinales como una opción. Esto fue criticado por
organizaciones como 'Buscando Esperanza', promotora del cannabis
medicinal, al considerar que se restringía sus alternativas a
medicamentos importados que, por su elevado precio, no podrían ser
adquiridos por todas las familias necesitadas.
Ante ello, la
semana pasada, en la mencionada comisión se incluyó que se autoricen los
cultivos vigilados por el Estado por parte de laboratorios químicos
farmacéuticos y personas jurídicas.
“Se trataría
de un cultivo asociativo. Personas jurídicas que se formarían para la
exclusiva realización de esta actividad con todo el control y vigilancia
del estado”, explicó el congresista Alberto De Belaunde durante el
debate en la comisión.
Javier
Velásquez Quesquén, presidente de la Comisión de Defensa Nacional del
Congreso, agregó que la nueva versión del proyecto cuenta con tres
“candados” para asegurar que la legalización de la marihuana medicinal
no tenga usos distintos.
“Habrá un
registro de beneficiarios. La persona estará acreditada fehacientemente
sobre el producto y la enfermedad que tiene”, puntualizó.
Cabe indicar
que para el pre dictamen se consideró las opiniones favorables a la
legalización de la marihuana medicinal por parte de Centro de
Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro),
del representante en Perú de la Organización Panamericana de Salud, de
la Asociación Marihuana Medicinal Trujillo – Perú y de la Comisión
Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA
Se estima se se beneficiará a pacientes con cáncer, epilepsia, Parkinson, entre otras enfermedades graves en el Perú.
Los peruanos que cultivan marihuana para su bebé en Argentina
Los trujillanos Lichy Espinoza y Jesús Sánchez emigraron en busca de ayuda para su hijo, que nació son síndrome de West
Nico, el primer hijo de la pareja, nació con síndrome de
West, una epilepsia muy grave que no se puede tratar en el Perú. La
familia decidió mudarse a Argentina. (Foto: Familia Sánchez Espinoza)
Somos
una familia trujillana. Nico, nuestro primer bebe, nació con síndrome
de West (una epilepsia muy grave que no se puede tratar en el Perú). Nos
mudamos a Argentina, donde descubrimos el aceite de marihuana, un producto que nos cambió la vida. Desde hace dos años, Lichy Espinoza y Jesús Sánchez tratan al
pequeño Nico con aceite de cannabis en Neuquén (Argentina). “Nico
sufría más de 300 crisis diarias y empezó a reducir sus convulsiones
hasta llegar a tener una por semana o cada 15 días”, aseguran. No
obstante, por amor a su bebe se arriesgan, incluso, a ir presos. —Nico nació con síndrome de West (alteración cerebral que causa epilepsia). ¿Cuándo lo descubrieron?
Los controles en el embarazo iban muy bien, pero durante el parto
notamos algo raro: no lloró al nacer y después de cinco minutos le
pusieron oxígeno. En la clínica [en Trujillo] los doctores solo nos
dijeron que “había nacido deprimido”. A las 27 horas tuvo su primera
convulsión. —¿Qué hicieron?
Fue trasladado a Emergencias del hospital Víctor Lazarte [de
Essalud]. Después de una semana de convulsiones conseguimos una cuna en
UCI. Pero como en Trujillo no había un neuropediatra que pudiera
medicarlo, llegamos al hospital Almenara, donde estuvo hasta el tercer
mes también en cuidados intensivos. —¿Cuál fue el diagnóstico?
Nos decían que Nico sufría de una encefalopatía epiléptica. A los dos
meses un doctor nos dijo que si seguía convulsionando en cualquier
momento podía morir de un paro respiratorio. Lichy: Como madre, casi
golpeo al médico, las enfermeras tuvieron que detenerme. —¿Cuándo le diagnosticaron el síndrome de West?
Nico dejó de convulsionar una semana y nos enviaron a casa, pues para
ellos no había más que hacer. Tres semanas después empezó con síntomas
raros: no dormía nunca, estaba irritado siempre y alzaba mucho los
brazos. Se asustaba por todo y lloraba mucho. Fuimos en busca de un
neuropediatra y dimos con la doctora Patricia Campos. Ella nos dio la
peor noticia de nuestras vidas: “Su hijo tiene síndrome de West y en el
Perú el tratamiento no existe”. Nos sentimos devastados.
Lichy y Jesús tuvieron que irse del Perú para tratar a Nico,
quien ahora tiene casi 3 años. Gracias al aceite de cannabis, las
convulsiones que sufre casi han desaparecido. En mayo del 2016 nació su
hija Paula.
—Entonces, deciden mudarse a Argentina…
Intentamos conseguir la medicación [que en el Perú no existe y que
Aduanas impide importar]. Para ir a comprarla y traerla necesitábamos
US$50 mil, una suma que nos volvía locos de solo pensar; mientras tanto,
Nico convulsionaba cada vez más. Gracias al evento Un Abrazo para
Nicolás recaudamos una buena cantidad de dinero, pero ello no era
suficiente para que recibiera el tratamiento en el Perú. Por eso
decidimos venir a Argentina. —¿Quién los ayudó a establecerse?
Muchas personas, a quienes les agradecemos infinitamente. Llegamos a
la casa de una prima, en Buenos Aires. Nico estaba internado en el
Garrahan, pero como la demanda en ese hospital es muy grande y Nico no
dejaba de convulsionar, dimos con el hospital de Neuquén, la provincia
más generosa de Argentina. Compramos vuelos, pedimos el alta voluntaria y
nos trasladamos. Nico es atendido hasta ahora en el hospital Castro
Rendón y la clínica San Lucas. Sentimos envidia de no poder disfrutar de
esto en nuestro país. —¿Cómo llegaron a utilizar el cannabis?
En febrero del 2015, cuando Nico tenía 9 meses, su neurólogo nos dijo
que tenía una epilepsia refractaria y que la última opción era operarlo
poniéndole una válvula en el cerebro. Era una intervención riesgosa,
pero como no era 100% seguro que mejorase, decidimos no aceptar. Solo
quedaba preocuparnos por darle calidad de vida. Pero somos tercos, algo
teníamos que hacer para estabilizar las convulsiones. En Internet dimos
con el grupo de Facebook Mama West, creado por Andrea Acevedo y otras
madres chilenas, donde vimos muchas publicaciones sobre el cannabis
medicinal como terapia alternativa para la epilepsia infantil. —¿Cómo consiguieron la marihuana?
Enviamos la historia de Nico a muchos cultivadores, asociaciones
escondidas de cannabis, conversamos a través de las redes con más
madres. Luego de tres meses encontramos a un cultivador en Buenos Aires
con 20 años de experiencia en el cannabis medicinal. Bajo la
clandestinidad nos envió el aceite hasta Neuquén por seis meses. Luego
conocimos a un grupo de cultivadores aquí, los Cannabicultores del Alto
Valle, y nos prometieron elaborar el aceite con el mismo tipo de semilla
alto en cannabidiol que usaba Nico. Nuestro hijo fue su primer paciente
y hasta hoy ellos nos facilitan cada mes un frasquito de aceite, de
manera ilegal. Hace unos meses decidimos cultivar: una vez lista la
planta para su cosecha se la damos a ellos, que elaboran el aceite. No
nos cobran nada. Por ahora nos arriesgamos a ir presos por nuestros
hijos. Cultivamos por amor, no somos delincuentes, y nadie tiene derecho
a prohibirnos y quitarnos la medicina de nuestros hijos. —¿La mejora fue notoria?
El 4 de abril se cumplieron dos años de usar este milagroso
tratamiento. Desde las primeras dosis los cambios fueron notables. Nico
sufría más de 300 crisis diarias y empezó a reducir sus convulsiones
hasta llegar a tener una por semana o cada 15 días. Los avances
cognitivos también se hicieron notar, Nico ahora se conecta con el
mundo, nos hace sentir que está presente, sonríe ante nuestras caricias y
palabras de aliento. Además dejó de usar una sonda, dejó de usar
oxígeno, ya no se internó más por infecciones respiratorias, redujo su
estado de hipotonía, sus movimientos son más voluntarios, ya no tiene
que tomar tantos anticonvulsivos que le estaban afectando la vista.
Gracias al cannabis medicinal su calidad de vida ha mejorado un 100%. —Argentina acaba de promulgar una ley sobre el uso del cannabis para fines medicinales. ¿En qué les beneficia?
Ahora podemos intentar probar con otro tipo de aceite que es el
famoso Charlotte’s Web, de EE.UU., pues el Estado autorizó su libre
importación. Además, el Ministerio de Salud se hará cargo de los gastos,
antes no podíamos acceder porque era muy costoso y Aduanas no permitía
su ingreso. Solo esperamos que le haga un mejor efecto que el aceite
artesanal que usamos. Otro beneficio es acceder a un amparo legal para
poder cultivar aunque sea unas tres plantas y no vivir con el temor de
poder ir presos por cultivar por amor a nuestro hijo. —Hay un proyecto de ley para regular el uso medicinal de la
marihuana pendiente de debatir en el Congreso peruano. Como padres con
experiencia en el uso de este producto, ¿qué le dirían a los
congresistas que votarán por este proyecto?
No les decimos, les suplicamos que no esperen a tener un familiar o
un hijo que necesite del cannabis, de corazón pónganse en nuestros
zapatos, y en el de muchas familias que sufren. Ya suficiente tienen
allá con no tener la medicación que necesitan porque su venta encima
está prohibida, como para que ahora, que se descubre que el cannabis
puede aliviar muchas enfermedades, no solo la epilepsia, se les niegue
el derecho a usar este tratamiento. Infórmense, lean e investiguen pero
sobre todo abran su corazón, sus ojos, sus oídos y escuchen a todas esas
madres que hacen las marchas pacíficas para que se legalice la
marihuana. Si tienen miedo que el narcotráfico aumente, la ley puede
tener límites, vean a los otros países: Uruguay, Chile, Colombia,
Argentina, etc. como se tomaron su tiempo y armaron buenos proyectos, y
el consumo no aumentó, tengan en cuenta que al ser humano lo prohibido
le atrae más. No permitan que más peruanos tengan que abandonar su país
por este motivo.
—¿Qué mensaje le darían a padres con bebés con Síndrome de West y epilepsia refractaria?
Sabemos que es importante averiguar la causa de la enfermedad pues es
una parte del proceso, pero no gasten su tiempo pensando o buscando
culpables, dediquen el 100% de sus fuerzas en encontrar la solución para
que su bebé tenga un buen tratamiento y pueda mejorar su calidad de
vida. Como padres cultivadores y como peruanos pedimos al Gobierno
peruano que legalice esta maravillosa planta, porque el aceite de
cannabis no viene del cielo ni de una farmacia, el aceite se extrae de
la planta y para ello hay que cultivar y arriesgarnos a ir presos por
nuestros hijos. Nosotros, como muchos de ustedes, cultivamos por
amor, no somos delincuentes. Y a los padres que recién se enteran de la
enfermedad de su hijo les decimos que nunca se pregunten: “¿por qué nos
tocó un hijo así?, ¿por qué Dios nos hizo esto?”. No lo vean como una
maldición sino como una gran bendición, entreguen a sus hijos a Dios y
dejen que él tome el control. Una vez alguien nos dijo: "Dios envía un
ángel especial para unos padres especiales, un ángel especial para una
hermana especial, un ángel especial para una familia especial".
Nosotros creemos que es así.