«La buena información que está oculta es inútil; la mala información que está fácilmente disponible es nefasta»
miércoles, 21 de julio de 2021
lunes, 11 de mayo de 2015
martes, 10 de abril de 2012
General
La U. Católica acude a la nunciatura tras insistir en una “solución integral”
Este pronunciamiento llegó después de que el cardenal Juan Luis Cipriani aclaró, el pasado domingo en El Comercio, que el juicio de la herencia de José de la Riva-Agüero no forma parte de los acuerdos sobre los estatutos de la universidad.
‘‘...el rector ha querido unir lo relacionado con la junta de administración de Riva-Agüero. Eso no le ha pedido Roma, esos no son los estatutos, eso es una negociación. Comprendo y respeto que tengan ese deseo, lo que no me parece oportuno es que la asamblea no vaya adelante en validar los estatutos [...] se puede seguir estudiando el tema [la herencia de Riva-Agüero]’’, dijo.
Estas declaraciones fueron a propósito de que el pasado 2 de abril la PUCP dijo haber alcanzado un acuerdo común con el arzobispado. En el documento, que tenía que ser evaluado por la Asamblea Universitaria, incluían los juicios sobre la herencia Riva-Agüero. Esto nunca fue avalado por la Iglesia.
La PUCP argumenta su posición de no separar el tema de los estatutos de los juicios de la herencia, pues ‘‘no puede haber una paz duradera si no se soluciona el conflicto de manera integral’’.
De esta forma, la universidad puso condiciones para continuar con el diálogo: ‘‘...cuando el Arzobispado disocia ambos elementos en el diálogo está rompiendo también las conversaciones. La Asamblea Universitaria ha encargado al Rectorado dialogar y nosotros lo haremos en la medida en que el Arzobispado retome el camino de solucionar todos los problemas en conjunto’’. El comunicado agrega que no convocarán a la Asamblea Universitaria hasta que haya un acuerdo integral.
El plazo otorgado por la Santa Sede para modificar sus estatutos venció el 8 de abril. El cardenal precisó que el Vaticano amplió el plazo pero “no por mucho tiempo”.
Trascendió que la Nunciatura Apostólica será la que tome cartas en el asunto.
La PUCP, según se supo, tendría que dialogar con la nunciatura y con esta institución no hay posibilidad de debatir sobre los juicios de la herencia, pues estos son entre la universidad y el Arzobispado de Lima.
LO QUE DIJO EL CARDENAL
“Eso [los bienes Riva-Agüero] no le ha pedido Roma, esos no son los estatutos, eso es una negociación. Se puede seguir estudiando”.
JUAN LUIS CIPRIANI. ARZOBISPO DE LIMA
A propósito del anuncio de la PUCP sobre “acuerdo común”
miércoles, 4 de abril de 2012
viernes, 23 de septiembre de 2011
Ciencias Sociales
La PUCP decide hoy en asamblea universitaria si cambia sus estatutos
Según se informó, en dicha reunión se analizará el informe de la Comisión de la PUCP encargada del estudio de la respuesta del Vaticano al pedido de aprobación de sus estatutos que hiciera esa universidad.
Se confirmó que un sector de estudiantes convocó para hoy a una vigilia y cadena humana en el frontis de esa casa de estudios a fin de expresar, señalaron, su rechazo al pedido de la Santa Sede.
En la PUCP se reiteró ayer y muy escuetamente que dicha universidad “estará siempre abierta al diálogo” en alusión a la llegada desde Roma de un cardenal quien vendrá como visitador apostólico, de acuerdo con lo anunciado en la víspera por el Arzobispado de Lima.
El ex rector de la PUCP Salomón Lerner Febres señaló en declaraciones a Ideele Radio que “la llegada de un emisario por parte del Vaticano a Lima para dialogar sobre el caso que afronta la Iglesia Católica y la Pontificia Universidad Católica del Perú representa una llamada de atención de las autoridades máximas de la Santa Sede al cardenal Juan Luis Cipriani, por su poca voluntad al diálogo”.
José Miguel Morales, nieto de don Raymundo Morales de la Torre, uno de los cinco fundadores de la Universidad Católica, invocó a las partes a dialogar y a deponer cualquier posición extrema que pretenda impedir esa vía.
“La cordura es muy necesaria en este momento [...] Creo que el gesto del Vaticano, que envía un cardenal para hallar una solución a las divergencias existentes, merece que el rector de la PUCP tenga el mismo gesto y se siente a conversar para hallar una solución”, comentó.
Morales consideró que la actuación de la Iglesia Católica en este caso no es intervencionista, pues “lo único que está diciendo la Iglesia es que hay unos estatutos que se deben revisar”.
“No hay que olvidar que el sentir de los fundadores fue crear una universidad católica con el objeto de divulgar la doctrina católica a la juventud dándole esa línea en la educación”, refirió.
SEPA MÁS
La Asamblea Universitaria de la PUCP está formada por su rector y 2 vicerrectores, 12 decanos, 28 representantes de los profesores ordinarios, 26 representantes de los estudiantes y 5 representantes del episcopado que no acuden hace cinco años.
Ayer en la PUCP dejaron entrever que la Asamblea Universitaria ratificaría el acuerdo tomado el 19 de agosto que determinó “respaldar el modelo actual de la PUCP plasmado en su estatuto vigente”.
jueves, 22 de septiembre de 2011
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Ciencias Sociales
Universidad Católica: sabiduría y tolerancia
No me refiero en esta breve reflexión a los aspectos jurídicos de la controversia, porque no es el tema de fondo. Menos aun a las dimensiones económicas. Quiero, más bien, mencionar otro aspecto, que considero superior y trascendente para la sociedad peruana, que requiere de sólidos referentes intelectuales y morales. Se trata de la responsabilidad compartida para afirmar la fortaleza de la universidad sobre los sólidos cimientos iniciados en 1917.
En ese año, bajo la inspiración, el comando y el vigor del padre Jorge Dintilhac, un grupo de jóvenes dirigentes de la Acción Católica iniciaron, en medio de la escasez de recursos y de la incomprensión de muchos, la tarea de edificar una institución universitaria destinada a perdurar y llegar a la conciencia del Perú. Uno de esos jóvenes fue mi abuelo, Guillermo Basombrío. Integraba una generación de católicos militantes, junto con Raymundo Morales, Carlos Zavala y Loaiza, y Guillermo Velaochaga.
Cuando ingresé a la Católica el año 1961, la figura del padre Dintilhac, fallecido años antes, en 1947, se encontraba presente en el ánimo y lecciones de los profesores, en los austeros patios y aulas. Su impronta había impartido carácter.
Me formé en la universidad teniendo presente cotidianamente a José de la Riva Agüero, en cuya casa estudié mi carrera de derecho y cuya prosa no he dejado de disfrutar.
Salomón Lerner Febres, filósofo que ha dedicado su vida a la reflexión y a la universidad, sostuvo, en 1995, como rector de la Universidad Católica, que desde la perspectiva cristiana la comprensión de los límites últimos de la ciencia es el momento más claro de la apertura a la trascendencia. Lerner subrayó, en esa ocasión, que “conciliar armónicamente la trascendencia de la fe y la autonomía de la ciencia es, en verdad, un reto grande y decisivo que nos compete muy de cerca a todos nosotros”. Tal es el espíritu de la casa. No el de un centro de estudios confesional.
La Universidad Católica fue, para la mayoría de mi generación, un espacio privilegiado para cultivar las conciencias y las inteligencias. Maestros inolvidables, como Luis Jaime Cisneros, Raúl Ferrero Rebagliati, José Antonio del Busto, Héctor Cornejo Chávez, Mario Alzamora Valdez, Gustavo Gutiérrez, y José Agustín de la Puente y Candamo, por solo citar algunos nombres que atropelladamente vienen a mi memoria, formaron a mi generación en el espíritu de los valores cristianos, respetando la libertad de creencias o el agnosticismo, en la tolerancia y en el respeto al otro.
En este momento de crisis, se esperan gestos de grandeza de ambos lados. De la Iglesia Católica y de la universidad. Sin otros títulos que ser nieto de uno de quienes siguieron al padre Jorge Dintilhac en el inicio de la bella aventura de crear la universidad y de graduado, invoco a la plena reconciliación.
miércoles, 24 de agosto de 2011
General
Los hechos lo demuestran
Conforme lo reseña Luis Alberto Sánchez (SÁNCHEZ, Luis Alberto. Testimonio Personal. El Purgatorio 1931- 1945. Tomo 2. Mosca Azul Editores, 1987, p. 8) y lo reafirma Carlos Ramos Núñez: “No hubo ningún problema con el permiso de los superiores de la Orden de los Sagrados Corazones, que apoyaron la iniciativa. Asimismo, el delegado apostólico en Lima, monseñor Ángel Scapardini, aprobó la idea con vivas muestras de simpatía y prometió ayuda. El arzobispo de Lima, Pedro García Naranjo, dio igualmente su aprobación y algunos meses más tarde se autorizó con su firma los estatutos provisionales de la universidad […] Se prepararon inmediatamente los primeros estatutos que fueron aprobados por el arzobispo de Lima, monseñor Pedro García Naranjo, y elevados a escritura pública por el notario Carlos Sotomayor” (RAMOS NÚÑEZ, Carlos. Crónicas de Claustro. Historia de la Facultad de Derecho de la PUCP. Fondo Editorial de la PUCP. Lima, 2009, p. 41 y ss.).
La referida escritura pública que contiene la Carta Orgánica de la PUCP y que lleva por fecha el 25 de octubre de 1917 estableció, dejando clara su condición de institución dependiente de la Iglesia, que “ninguna elección será válida mientras no sea ratificada por el prelado de la Arquidiócesis de Lima” (art. 10) y que “en caso de disolverse la institución, sus bienes pasarán al Arzobispado de Lima, que los destinará a la enseñanza” (art. 17).
Ratificando su condición de persona de derecho público eclesiástico, el estatuto de la PUCP, aprobado por la Santa Sede e inscrito en los Registros Públicos en 1956, estableció que “la Universidad Católica del Perú se rige por los presentes estatutos, en entera conformidad con las leyes de la Iglesia y las del Estado Peruano, con absoluto acatamiento de las resoluciones de la Santa Sede, de la cual depende” (art. 4) y que “el rector será nombrado por el Gran Canciller, con consulta del Episcopado Nacional (o de los señores arzobispos), de una terna formada por el Consejo Superior de la universidad” (art.9) y “el Gran Canciller someterá este nombramiento a la aprobación de la Santa Sede” (art. 10).
En 1965, previa aprobación del Vaticano, se produce una nueva modificación estatutaria, ratificándose que “el Gobierno Supremo de la Universidad compete al Episcopado del Perú y a la Santa Sede” (art. 6).
Las apretadas citas anteriores, nos permiten identificar con claridad cómo nació la PUCP y quien es su madre: la Iglesia Católica.
viernes, 19 de agosto de 2011
General

L PESO DE SER PONTIFICIA
El Vaticano corrige estatutos de la Universidad Católica del Perú
La Santa Sede establece que el rector debe ser nombrado por el arzobispo de Lima
La Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede se pronunció sobre los estatutos presentados por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). La última vez que la PUCP renovó sus estatutos con el Vaticano fue en 1967.
El documento, que ya se encuentra en manos de las autoridades de esa casa de estudios, determina en primer lugar que la Pontificia Universidad Católica del Perú debe regirse por la constitución “Ex Corde Ecclesiae”, dada por el papa Juan Pablo II en 1990, que rige el funcionamiento de las universidades católicas, y por las leyes peruanas.
Según el documento remitido desde Roma sobre sus estatutos, la PUCP, en cuanto católica, inspira y realiza su investigación, la enseñanza y todas las demás actividades según los ideales, principios y actitudes católicos.
Establece además que el episcopado peruano tiene derecho a participar en la vida de la universidad a través del gran canciller (que en este caso es el arzobispo de Lima).
Las correcciones a los estatutos establece que son atribuciones del gran canciller propone a la Congregación para la Educación Católica el nombre del rector, el que será nombrado por el gran canciller a partir de los tres candidatos elegidos por la asamblea universitaria.
En este contexto, el arzobispo de Lima en su calidad de gran canciller de la PUCP recibe la profesión de fe del rector cuando comienza a ejercer su cargo.
En cuanto a los profesores, al momento de su nombramiento estos deben ser informados de la identidad católica de la institución y de la responsabilidad de promover, o al menos respetar tal identidad.
Según la constitución “Ex Corde Ecclesiae” –citada en la corrección de los estatutos– , “los profesores de las universidades católicas deben respetar la doctrina y la moral católica en su investigación y enseñanza”.
Estas modificaciones, tal como lo determina la Congregación para la Educación Católica, deben introducirse en los estatutos “necesaria e ineludiblemente”.
Hoy se reunirán las autoridades universitarias para analizar el documento de la Santa Sede.
EN PUNTOS
Los inicios de la universidad
Según las modificaciones de los estatutos, el episcopado peruano tiene derecho a participar en la vida de la universidad desde su origen.
Desde su fundación en 1917 como consta en la Carta Orgánica: “Se funda una institución docente bajo la denominación de Universidad Católica. Su objeto es la enseñanza superior de las ciencias y las letras siguiendo el criterio católico”.
En el año de su fundación la Universidad obtuvo el carácter de “persona moral pública de Derecho Eclesiástico”, cuyos bienes constituyen bienes eclesiásticosmartes, 20 de abril de 2010
Metodología de la Investigación,Orientación y Consejería, Tutoría

PUCP no retirará suspensión a 2 alumnos que plagiaron trabajos
Universidad considera un mal precedente validar la copia en tareas de investigación
Martes 20 de Abril del 2010
La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) mantendrá su decisión de suspender un semestre a dos estudiantes que plagiaron textos de una página de Internet para realizar trabajos de investigación pese a que el Consejo de Asuntos Contenciosos Universitarios (Codacun) concluyó que solo merecen una amonestación. Por ello, la universidad iniciará un proceso administrativo para la anulación del fallo de dicho consejo.
El secretario general de la PUCP, René Ortiz, señaló ayer que el “Codacun ha ido en contra del reglamento de la universidad y de la legislación vigente, además de establecer un mal precedente al validar el plagio en los trabajos de investigación”.
La ley universitaria no obliga a sancionar a sus alumnos en caso de plagio, pues cada universidad es autónoma. Sin embargo, algunas como la PUCP sí contemplan esta medida en su reglamento. Pero, además, recuerda Ortiz, el plagio es sancionado por la Ley de Derechos de Autor vigente. Al respecto, el abogado Erick Iriarte, jefe del área de Derechos y Nuevas Tecnologías de Iriarte & Asociados, indicó que la Ley de Derechos de Autor establece que siempre que se utilice parte de la obra de un autor debe indicarse necesariamente la fuente.
Iriarte se mostró sorprendido por el fallo del Codacun, pues considera que el caso debería ser sancionado según las normas que establece la propia casa de estudios. “Sobre todo por la naturaleza de espacio de creación e investigación y respeto irrestricto de la creatividad y autoría de terceros como es la universidad”, señaló el abogado.
Por su parte, Hugo Díaz, especialista en temas de educación, sostuvo que el Codacun se ha excedido en sus atribuciones, ya que cada universidad tiene un reglamento que tiene que ser respetado. “Esta situación no es solo un asunto de prestigio de la universidad sino también de la formación moral de los futuros profesionales en un país donde los valores están en crisis y donde el poco respeto a las reglas es algo que sucede a diario”, apuntó.
PRECISIÓN DE LA ANR
PRECISIONES
Última instancia