lunes, 22 de septiembre de 2008

Capital humano en la vejez

Publicado en el diario El Comercio el 22 se setiembre del 2008



LAS VERDADERAS OPORTUNIDADES LABORALES DEL ADULTO MAYOR
Capital humano en la vejez
Por Dalila Platero. Presidente Grupo Expansión

Hay gente que cree que la dinámica de las instituciones gubernamentales y de las asociaciones filantrópicas difiere de las empresas porque el objetivo de estas últimas es generar utilidades económicas.
Reverenda miopía. Las diferencias pueden ser de tipo específico, pero nunca sustanciales. En el centro de todas se mueve el hombre y, aunque ahora se ha dado en llamar capital humano a la gente para dar unos retoques a la vetustez del lenguaje empresarial, presenciamos los mismos fenómenos en cualquiera de esos campos. Las interacciones humanas cambian de escenarios, pero los bailes son los mismos.
Si se observa, solamente, los últimos títulos de los libros consagrados a los temas empresariales, vamos a ver cambios de enfoques. Ejemplo notable es el autor de moda N. Tales, best seller del "The New York Times", con "El cisne negro: El impacto de lo altamente improbable" y "Engañado por el azar o el rol oculto del cambio en la vida y en los mercados", y quien nos conduce a una ventana que se abre a nuevos horizontes.
El límite de la vida laboral ya no es de 65 años, aunque en nuestro país se empecinen en considerar viejos a los que pasan la barrera de los 60. La era de los 'baby boomers' se está disolviendo: se vuelve a dar valor a la gente más experimentada y las canas no son ya signo de estar 'cochito'.
Curiosamente hubo épocas (y me refiero a culturas milenarias como la China) donde el valor edad era símbolo de productividad. Se iba hacia la longevidad como hacia un estado de mayor efectividad. El anciano no era solamente el viejo aislado en un rincón al que se podía recurrir para obtener consejos de sabiduría. Hombres y mujeres robustecían las instituciones con sus acciones. En la era moderna, hubo la tendencia a no poner punto final a estas tan desagradables palabras: jubilación o retiro. Jubilar (del latín iubitare) se daba al cabo de 50 años de servicio y en una de las acepciones del DRAE Leer artículo completo

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