viernes, 21 de agosto de 2009

Ciencias Sociales

El Comercio 21 de agosto del 2009

PUNTO DE VISTA

¿Por qué crecerá la economía?
Por: Juan José Marthans Economista*

En el 2009 la evolución de la economía peruana se ha caracterizado, nuevamente, por estar plagada de estimados —oficialistas, cuasi oficialistas y privados— acompañados de muy poca consistencia y sustento técnico. En ese contexto, resulta interesante que nuestro frente empresarial observe, a partir de ahora, tres elementos básicos, a efectos de corregir con propiedad sus cifras.

El primero está vinculado con un natural y previsible rebote estadístico del PBI. Solo el último trimestre del año pasado la producción se desaceleró a un nivel tal que equivalió a menos de la mitad de las cifras de dos dígitos que había mostrado los trimestres precedentes. Esa tendencia negativa se ha acentuado durante los seis primeros meses del 2009. Por lo tanto, por simple contraposición, no deberá sorprender que los trimestres futuros que van a contrastar con un desempeño tan magro, mostrarán cifras crecientes. ¡Cuidado! Esto puede ser definido como una real reactivación, pero no será así necesariamente.

El segundo elemento está asociado con la efectividad del Programa de Estímulo Económico (PEE) y la orientación de la política monetaria y fiscal que lo sustentan. La verdad es que cuando una economía presenta magros niveles de profundidad financiera, insuficiencia para generar mecanismos que induzcan a una menor presencia del frente informal y escasa capacidad gerencial, la suerte está echada.

Al haberse dejado de lado la urgencia de las reformas estructurales y haberse negado a planificar estratégicamente la acción del Estado, lo único que se ha logrado es restarle efectividad a la capacidad de reacción de nuestra política económica. Si a ello le agregamos deficiencias en la concepción y ejecución del PEE, llegaremos a la conclusión de que poco de lo rescatable que observemos al cierre del año va a estar vinculado con la desordenada acción gubernamental.

El tercer elemento está asociado con la recuperación parcial de los precios de los principales commodities mineros. Estos son fundamentales debido a que nuestra minería explica el 60% de nuestras exportaciones y solo tres productos —cobre, oro y zinc— explican casi el 50% del total exportado. Hasta hoy, por ejemplo, los precios del cobre y del oro han recuperado, en promedio, más del 50% de su cotización más alta previa a la crisis de setiembre del 2008. Si estos niveles se sostienen al cierre del año, permitirían regenerar parcialmente no solo nuestro frente externo y fiscal, sino que, sobre todo, permitirían que, por su elemental efecto multiplicador, el peligro de un decrecimiento se elimine totalmente.

La caída de los precios de los commodities demostró que aquello del blindaje era solo una pose; hoy, su recuperación parcial genera reales esperanzas a efectos de abrir la posibilidad de que nuestra economía crezca algo. Los precios internacionales permitieron el repunte productivo del 2007-2008 y nos salvarán este año de una recesión estadística. ¡Qué poco avanzamos por nosotros mismos!

CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE PIURA

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